Dicen que son malos tiempos para casi todo. Para la lírica, pero sobre todo para la empatía y la solidaridad. Mienten. No son fáciles, pero no imposibles como ayer quedó demostrado en la Sala Apolo de Barcelona.
Más de 1.200 personas se dieron cita con las entradas más que agotadas -lo hicieron en apenas 24 horas- en un concierto solidario en favor de Open Arms, que sigue peleándose con media Europa para poder salvar vidas en el Mediterráneo. Barcelona no falló y el ambiente festivo fue un soplo de aire fresco en estos días que corren.
El flamenco de Maria José Llergo encendió la mecha de una noche en la que Cala Vento demostró su potente músculo musical y en la que Maria Arnal y Marcel Bagés, siempre tan bien acompañados por el gran David Soler, hicieron que a más de una y de uno se nos pusiera la piel de gallina. Fueron 5 canciones -los grupos tenían asignados 20 minutos de actuación- y no faltaron ‘A la vida’, ‘La gent’ o ‘Tú que vienes a rondarme’ . Tampoco la evidencia de que Maria Arnal se ha convertido ya en una artista capaz de llenar por ella sola un escenario. Nada que ver, aunque fuera fugaz, con la primera vez que la vimos tocar en directo en IndieLovers.
Llegaron los parlamentos tanto de Gandula, organizadores del evento, como de Open Arms en el cambio de escenario. Bad Gyal y un largo elenco de djs animaban las esperas en la Sala 3, aunque la mayoría de asistentes apenas se movía del sitio a la espera de Mishima… y de Love of Lesbian.
Los incondicionales de David Carabent y compañía vibraron fuerte cuando los catalanes optaron por ‘Tot torna a començar’ como canción de entrada. Toda una declaración de intenciones y una elección efectista para un repertorio, como decíamos, de 5 canciones. Aunque, la sensación de la noche es que cualquier canción habría propiciado la misma reacción. Allí todo el mundo estaba entregado a la música sin importar quién tocada y qué tocaba.
Sí es cierto que en la sala abundaban los seguidores de Mishima, pero sobre todo de Love of Lesbian. Los primeros acordes de ‘Bajo el volcán’ ya hicieron temblar el suelo de la Sala Apolo. La gente tenía ganas de ver, aunque fuera por unos minutos, a los de Santi Balmes en una sala pequeña. Lo que en principio tenían que ser solo 4 temas acabaron por convertirse en 7 de una manera más o menos improvisada. Decimos más o menos porque la organización fue la que pidió a los barceloneses que ampliaran en dos canciones el repertorio inicial justo antes del concierto. Cosa del público con su insistente “otra más” fue que Love of Lesbian cerraran la noche con un ‘Incendios de nieve’ final.
Fue el broche de oro perfecto a una noche en el que la música, esa a la que tantas veces se critica que no se implique, demostró que la solidaridad también va con ellos… y con las 1.200 personas que con los 15 euros de la entrada contribuyeron y reconocieron el trabajo de Open Arms en un martes diferente en Barcelona.