Resumen 2018 (Capítulo 2)

Nick Cave @ Primavera Sound 2018 (Foto: Toni Rosado / Scanner FM)

Joder, cómo pasa el tiempo! Sonará a tópico, pero de verdad que me parece que fuera ayer que estaba escribiendo mi resumen musical de 2017 personal e intransferible. Conforme pasan los años y me hago mayor me vuelvo también más cascarrabias, y es que a medida que creces te callas menos cosas y te importa menos lo que digan o piensen los demás. Y cuando llega esta época del año me encanta leer y preparar listas de resúmenes en los que mirar atrás y darte cuenta de todo lo vivido o escuchado en los últimos 12 meses, aunque siempre me resulta durísimo limitarla a unos pocos discos, canciones o conciertos, porqué se acaban quedando fuera muchos que también merecerían estar aquí. Pero hay dos cosas de estas listas que no soporto: eso de titularlas ‘Lo mejor de’ me suena ultrapretencioso y súper estúpido, como si hubieras escuchado todos los discos del mundo, y como si tu criterio fuera la verdad absoluta por encima del bien y del mal (y del criterio de todos los demás). Y otra cosa que no entenderé en la vida es esa moda que se ha implantado en los últimos años de publicar estas listas a finales de noviembre o principios de diciembre, como si este último mes no tuviera derecho a existir, y todos los discos, canciones y conciertos de los últimos 31 días del año no contaran para nada y quedaran en un limbo, flotando en el hiperespacio. ¿Por qué la gente es tan ansias de querer ser el primero/la primera en todo? ¿Y por qué tanta prisa de acabar el año el 30 de noviembre? Maldita sociedad de las redes sociales, la vanidad, el exhibicionismo y la estupidez supina.

Una vez vomitada toda la bilis hacia el mundo contemporáneo, vamos a lo que vamos: intentar resumir MI año musical, que no tendrá nada que ver con el tuyo, o con el de aquél, o con el de esa otra de más allá, y no será ni mejor ni peor que el de los demás. Un resumen, además, que no sería el mismo si lo escribiera mañana, y que en febrero de 2019 querré rectificar porqué habré descubierto un disco de este año que se me pasó por completo y que es la puta bomba. Cosas que pasan cada año. Pero como aquí no se trata de sentar cátedra, sino de intentar reflejar el 2018 musical con el tamiz de los gustos personales de cada uno, pues esto es lo que hay. Un año en el que personalmente creo que he disfrutado de mayor número de conciertos emocionantes que de discos, pero que ha contado con una buena cosecha de álbumes y una notable colección de canciones para añadir el curriculum personal de cada uno. Que 2019 siga trayendo tantísimas emociones en forma de canción!

Discos:
 

 

MARLON WILLIAMS ‘Make Way For Love
Los hechos dolorosos (como una ruptura amorosa) suelen despertar la creatividad, y este es el caso del neozelandés Marlon Williams. Su pareja era otra artista neozelandesa muy querida en Indie Lovers, Aldous Harding, y su ruptura dio pie a este delicioso disco agridulce en que Williams abandona los sonidos country de álbums anteriores para convertirse en elegante crooner del desamor.

 

ANNA CALVI ‘Hunter
El tercer disco de Anna Calvi es fiel reflejo de nuestros tiempos. Tan descarnada y cruda como es habitual en ella, la artista británica pretende dinamitar los roles de género y se presenta como cazadora sexual y cerebral, desafiándonos a destruir nuestros clichés mentales. Feminismo reivindicativo y necesario, y con colaboraciones de lujo como Adrian Utley (Portishead) o Martyn Casey (Bad Seeds).

 

THE KVB ‘Only Now Forever
Pese a su juventud, Nick Wood y Kat Day llevan un ritmo tan prolífico que éste es su sexto disco como The KVB. Y aunque seguramente sea el más asequible, consiguen un equilibrio con sus habituales sonidos oscuros y con parajes más experimentales que lo hace francamente irresistible. Dark-pop y sonidos bailables como ‘On My Skin’ o ‘Above Us’ se combinan con perlas sombrías como ‘Violet Noon’ y demuestran que la oscuridad puede ser luminosa.

 

THE GOOD, THE BAD AND THE QUEEN ‘Merrie Land
Once años después de su debut, el supergrupo de Damon Albarn (Blur, Gorillaz), Paul Simonon (The Clash), Simon Tong (The Verve) y Tony Allen (Africa 70) vuelve para retratar con acidez la Gran Bretaña del Brexit. Bajo esas canciones de atmósferas de folclore popular y el spoken word de Damon, se esconde una crítica mordaz a esas élites que han conseguido calar el mensaje populista entre la población británica como si fueran las marionetas de la portada y videoclips. ¿De qué me suena eso…?

 

STARCRAWLER ‘Starcrawler
El disco de debut de esta joven banda angelina viene bendecido por el mismísimo Ryan Adams, productor del mismo. Y es una colección de riffs incendiarios y sonidos tan potentes como su espectacular directo, que pudimos comprobar en el Primavera Sound. Shock-rock heredero de Ozzy o Alice Cooper en lo visual, y guitarras que te pueden lleva a pensar en las Runnaways, las bandas del movimiento Riot Grrrl o el glam-rock de los 70. It’s only rock’n’roll but I like it.

 

Canciones:

THOM YORKE ‘Suspirium

ANNA CALVI ‘Away

THE LIMIÑANAS & PETER HOOK ‘The Gift

PATRICK WATSON ‘Melody Noir

MARLON WILLIAMS & ALDOUS HARDING ‘Nobody Gets What They Want Anymore

THE RUMINATERS ‘Psychopath For You

PARQUET COURTS ‘Wide Awake

TRACYANNE & DANNY ‘It Can’t Be Love Unless It Hurts

CAT POWER ‘Stay

SONNY SMITH ‘Pictures Of You

TAMINO ‘Persephone

Conciertos:

 

St. Vincent @ Vida Festival 2018 (Foto: Mika Kirsi) 

 

NICK CAVE & THE BAD SEEDS (Primavera Sound) (Crónica aquí)
No sé cuántas veces he visto ya a Nick Cave, y no hay ninguna que me haya decepcionado. Pero lo vivido en el pasado Primavera Sound fue sencillamente descomunal. Acompañado por esa pedazo de banda que son los Bad Seeds (encabezados por un Warren Ellis que me fascina y atemoriza por igual), Cave nos atropelló como una bestia desbocada, en una ceremonia catártica en la que expiar todos esos demonios acumulados en sus últimos años. Si no fuera ateo, pensaría que es Dios.

 

MARIA ARNAL I MARCEL BAGÉS (Palau De La Música) (Crónica aquí)
Según las estadísticas de ese Gran Hermano musical que es Spotify (da mucho yuyu), su disco del año anterior es uno de los 5 que más he seguido escuchando este año. Y el embrujo de Maria Arnal i Marcel Bagés se multiplica aún más en un directo que ha evolucionado con el paso de la intensa gira de ’45 Cerebros Y Un Corazón’. En un entorno como el Palau De La Música, la increíble voz de Maria y la experimentación sónica de Marcel agitaron nuestras almas hasta puntos de emoción inéditos y soterrados. La gent no s’adona del poder que té…

 

ST. VINCENT (Vida) (Crónica aquí)
Cuando una buena amiga me la comparaba con PJ Harvey estaba por retirarle la palabra por blasfemia. Pero he de admitir que el directo de St. Vincent en el Vida me impresionó. Carisma y presencia escénica, simbolismo visual chocante, y canciones más crudas que en un disco de aires más electrónicos (con mis consiguientes prejuicios y reticencias que me suelen tirar atrás). Y emociones a flor de piel en la parte final de un show para guardar en la memoria durante mucho tiempo.

 

NIÑO DE ELCHE (Secret Vida) (Contracrónica aquí)
Una de las gracias de ese nuevo festival de cartel desconocido llamado Secret Vida era descubrir nuevas bandas o nuevos directos. Y aunque a Niño De Elche le conocía, nunca había podido disfrutarle en vivo. Y el show en la Finca Mas Solers fue mágico. Por su voz, su gracia y desparpajo parlanchín, y por esas atmósferas llenas de embrujo hipnótico que consiguieron el gran milagro de hacer callar a la audiencia. Ya sólo por eso, todos mis respetos, maestro.

 

THE KVB (Sidecar) (Crónica aquí)
No les había pillado nunca en directo y tenía curiosidad por verles. Y el show de Kat Day y Nick Wood (que celebraba su cumpleaños) fue una gratísima sorpresa. Como abrir las puertas a otra dimensión de aparente oscuridad mucho más luminosa que la realidad exterior. El poder de la música para alcanzar dimensiones internas que suelen quedar escondidas bajo el manto de la rutina. Cerrar los ojos para verte mejor por dentro y sentir que estás en el sitio justo en el momento adecuado, con todo lo bueno y lo malo que eso conlleva.

 

Festival:

PRIMAVERA SOUND (Crónica aquí)

Jane Birkin @ Primavera Sound 2018 (Foto: Èric Pàmies)

Para mi éste ha sido un año de ir a muchísimos conciertos en salas, pero seguramente a menos festivales que en años anteriores. Y de la misma manera que en 2017 elegí el Vida (porque fue mi primera vez y me enamoré del festival), este año me decanto por mi otro gran amor festivalero, a pesar de todos sus inconvenientes por su tamaño XXXL. Pero quieras o no, son ya 18 años de romance desde aquél lejanísimo 2001 en el Poble Espanyol. Y un festival en el que puedes disfrutar en sólo una semana de Nick Cave, Jane Birkin, Arctic Monkeys, Björk, The National, Starcrawler, Cigarettes After Sex, Beach House, Slowdive, Lee Fields & The Expressions, Belle & Sebastian… o Los Planetas por sorpresa, no tiene nada que envidiarle a ningún otro evento musical del planeta. Y durmiendo en casa. Enorme privilegio por el que sentirse muy afortunado.

Escrito por

Rarito como un tema de Sonic Youth; me excito con el ‘Psycho’ de los Sonics; si me cabreo, Pistols, RATM, Sandré, riot grrrls o Los Punsetes; me ponen igual soul, r’n’b, ye-yé, garaje, punk, r’n’r, indie o brit-pop. De mayor quiero ser Patti Smith, Iggy o John Waters. Ateo hasta que conocí a PJ HARVEY. Fui negro en otra vida… y hago el impostor como periodista musical y deportivo en radio, TV, webs y revistas varias.

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