The KVB (Sidecar, 30/11/18)

The KVB (Foto: Ignasi Trapero)
The KVB (Foto: Ignasi Trapero)
The KVB (Foto: Ignasi Trapero)
The KVB (Foto: Ignasi Trapero)
The KVB (Foto: Ignasi Trapero)
The KVB (Foto: Ignasi Trapero)
The KVB (Foto: Ignasi Trapero)
The KVB (Foto: Ignasi Trapero)
The KVB (Foto: Ignasi Trapero)
The KVB (Foto: Ignasi Trapero)
The KVB (Foto: Ignasi Trapero)

Noche electoral que anuncia el apocalipsis. El fascismo y la intolerancia de ultraderecha avanzan imparables sin vergüenzas en el país de los sinvergüenzas. Sólo hay refugio en la música, y en el recuerdo reciente. Dos noches atrás, concretamente. Viajemos en el tiempo, y perdámonos en otra dimensión. Cabalguemos en guitarras y dejemos que teclados nos balanceen suavemente en la oscuridad gélida de una sala a la penumbra. Sabemos qué va a pasar, así que decidamos cómo afrontarlo. Miremos al suelo, o mejor cerremos los ojos, e imaginemos un mundo mejor. Un mundo feliz. Un mundo donde sólo existamos tú y yo. O mejor justo todo lo contrario. Cual Nick Wood y Kat Day, dialogando en silencio al ritmo de hipnóticas melodías electropop. En la bruma de atmósferas dark wave, krautrock, o cualquier otro concepto abstracto y que lleve una K en el nombre. La K es una letra inquietante, y dejarse llevar también.

The KVB (Foto: Ignasi Trapero)

Sólo ahora para siempre es la filosofía. No sé si la tuya también. El pelo de Kat ondea salvaje a un lado y a otro. Viste de negro, como todas nuestras almas infectadas por heridas, derrotas y canciones tristes. Mueve la cabeza y salta mientras teclea y saca pasajes sonoros que suenan a látex, noche y frío ardiente. Siempre entonces. Sonidos industriales, reforzados por imágenes de claroscura luminosidad. La guitarra de Nick distorsiona nuestra mente hasta profundidades abismales y la arrastra hasta el crepúsculo de una felicidad incompleta. La electrónica despierta instintos irracionales que nacen de las entrañas hasta agujerear nuestra piel. Quema, pero da placer. ¿Qué más puedo decir? ¿Qué más puedo hacer si lo di todo por ti? Siempre nos quedarán las canciones sublimes…

The KVB (Foto: Ignasi Trapero)

…como también lo es un mediodía violeta, que sabe a éxtasis en una casa en la playa dicha en inglés. Como si subiera la marea y nos inundara en esta pequeña sala de escaleras cavernarias. Stairway to heaven… or hell, who knows? No me gustan los muros, sean blancos o negros, y para derribarlos necesitamos actitud, poses de guitar-hero y una guitarra heroica haciendo el amor con sintetizadores de los 80. Adoro los juegos nocturnos, porque la noche es la hora correcta, y nunca tenemos suficiente. A estas alturas ya estamos completamente imbuidos por la angustia del dúo oscuro y su banda sonora de un mundo lluvioso. A mi la lluvia no me hace feliz, pero podría hacer excepciones.

The KVB (Foto: Ignasi Trapero)
The KVB (Foto: Ignasi Trapero)

Nick hace poses para celebrar su falso vigésimo-primer aniversario, que es una cifra tan fake como cualquier otra postverdad de este mundo decadente. El “cumpleaños feliz” no parece el himno más adecuado para este ritual de escapismo post-punk, pero el calendario y Kat propician este despertar de nuestra burbuja de petróleo, con la complicidad del público. Él sonríe tímido entre la luz negra, y ella avisa que habrá pastel. Sobre nosotros caen ritmos sincopados y hechizos embrujados por la cerveza. El alcohol desnuda nuestras almas, y nuestros gestos, y nuestras palabras, y nuestros deseos, que son muchos y ambiciosos. Con B o con V. Con K, con V o con B.

…y aquí llegan los bises, aunque Nick nos hubiera mentido diciendo que era la última canción. Otra postverdad de puro postureo y tópico musical. Todo sabemos que siempre hay más canciones, en el 99% de los casos. Todos sabemos que no nos iremos tan fácilmente. Todos sabemos que ‘Here It Comes’ tiene ADN Jesus And Mary Chain, y se nos encrespa el pelo sólo de oírla. Ni que sea en nuestras más íntimas fantasías capilares. La angustia de ‘Dayzed’ nos deja aturdidos, en una especie de éxtasis congelado y sombrío. Esta noche puede ser un punto y seguido. O un punto y final. O un punto de inflexión. O de genuflexión. O de reflexión. O de cualquier cosa que rime con tres consonantes juntas, pero no revueltas. Estamos de vuelta de todo y hacemos poesía del lodo.

The KVB (Foto: Ignasi Trapero)

Setlist:

  • Only Now Forever
  • Always Then
  • In Deep
  • Afterglow
  • Awake
  • On My Skin
  • Violet Noon
  • White Walls
  • Night Games
  • Never Enough
  • From Afar
  • Above Us

Bises:

  • Here It Comes
  • Dayzed
The KVB (Foto: Ignasi Trapero)

 

Escrito por

Rarito como un tema de Sonic Youth; me excito con el ‘Psycho’ de los Sonics; si me cabreo, Pistols, RATM, Sandré, riot grrrls o Los Punsetes; me ponen igual soul, r’n’b, ye-yé, garaje, punk, r’n’r, indie o brit-pop. De mayor quiero ser Patti Smith, Iggy o John Waters. Ateo hasta que conocí a PJ HARVEY. Fui negro en otra vida… y hago el impostor como periodista musical y deportivo en radio, TV, webs y revistas varias.

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