Si eres de los que todavía no se ha pasado al mundo del podcast o de los navegantes que han llegado por casualidad a esta página, enhorabuena. Aquí te traemos gran parte de la conversación que hace unos días tuvimos con León Benavente tras el estreno de ‘Vamos a volvernos locos’, su tercer disco. Abraham, Luis, Edu y César nos cuentan las grandes novedades de este nuevo trabajo y comparten confidencias con nosotros.
Mientras la gira de presentación llega a Barcelona vamos haciendo boca con esta entrevista y sus canciones -ya tenemos nuestras favoritas-. Aprovechamos también para recordaros que podéis escucharla íntegramente en nuestro podcast. Ahora sí, ¡qué viva la locura!
La primera vez que escuchamos ‘Vamos a volvernos locos’ tuvimos la duda de si era una especie de predicción de futuro o si era una especia de sugerencia. ¿Por dónde van los tiros?
Abraham: Van por esos dos lados. Tiene algo de advertencia y tiene algo de invitación. Al final se trata de una frase simple que podemos escuchar varias veces al día en cualquier contexto, pero que acaba resumiendo bastante bien el signo de los tiempos que vivimos y que, de alguna manera, conecta con muchas de las ideas de las canciones y del hilo argumental del disco.
A nivel musical y de grupo, este ‘Vamos a volvernos locos’ es una realidad que puede pasar o, al contrario, es algo que no queréis que pase…
Abraham: Está claro que somos gente madura y pasamos mucho tiempo juntos, en el fondo esto del grupo empiezas subiéndote a un escenario a hacer música y al final ves que se acaba convirtiendo en familia, en algo muy parecido a una relación de pareja a cuatro bandas. Hay muchas cosas que el día a día tenga sus momentos buenos y sus momentos malos, pero que también haya un grado de compenetración que acaba siendo muy positivo de cara a la creación. Y eso solo se puede vivir de esta manera: cuando hay cuatro personas con un objetivo claro y que le dan la importancia que esto merece y es lo que hace que los discos salgan así.
El anterior disco acababa con ‘Habitación 615’ y sigue, en este tercero con ‘Cuatro monos’, una canción bisagra, biográfica…
Luis: El anterior disco terminaba con ‘Habitación 615’, una canción abiertamente referencial. Habla de nosotros mismos y sí que desde el principio teníamos claro que ‘Cuatro Monos’ tenía que abrir el disco porque recoge un poco con lo que cerrábamos. Aunque en mi opinión creo que no es una canción tan explícita, aunque hable de cuatro monos, leones… tigres y panteras (ríe). Pero sí, nos apetecía hilar los dos discos de alguna manera.
¿No es un riesgo plantear el disco así en unos tiempos en los que los discos ya no se escuchan de principio a fin?
Luis: Así es la vida… Nosotros tenemos una manera de consumir la música y de concebir y acercarnos a la música como oyentes y como creadores que hace que veamos el álbum como un conjunto y el orden importa. Tanto que a nosotros nos costó mucho tiempo dar con el orden perfecto que queríamos para que todo tuviera sentido. Si la gente quiere escucharnos de manera aleatoria y perderse eso, lo siento mucho, pero la idea no es esa.
¿Qué queda de aquellos León Benavente del segundo disco y que hay de nuevo en este tercero?
César: Siempre que afrontamos un disco lo afrontamos desde el riesgo y el sorprendernos a nosotros y no queríamos repetir ciertas formas de expresión musicales que habíamos usado en los discos anteriores. Queríamos utilizar otra instrumentalización diferente, queríamos dejar hueco a algunos tiempos con los que no habíamos trabajado antes y también queda la identidad y el poso de hecho anteriormente.
¿Cambia la manera de afrontar un disco ahora que vuestra carrera se separa de la de Nacho Vegas? ¿Es diferente hacerlo con un proyecto paralelo a tener solo uno?
Luis: Creo que desde muy pronto León Benavente adquirió la importancia suficiente como para que nos lo tomásemos como una primera opción. El hecho de haber podido trabajar con Nacho fue una buena casualidad y pudimos hacerlo compatible hasta hace poco. Pero creo que nos acercamos a la música tanto en el caso de Nacho como el de León Benavente de una manera muy honesta, pero teníamos claro que nuestra prioridad había sido León Benavente.
¿Cuándo visteis que ambos proyectos eran incompatibles?
Luis: Pues hace relativamente poco, cuando entendimos que en septiembre venía la parte de promoción e inicio de gira y Nacho, como es normal, quería cerrar su gira por todo lo alto y seguir haciendo cosas y nosotros no podíamos seguir. Es algo agridulce, pero hace tiempo que está hablando y no ha habido ningún problema. Eso queremos dejarlo claro.
A nivel de composición también ha sido un disco más grupal. ¿Cómo ha sido el proceso? ¿Qué diferencias ha habido con los dos anteriores?
Edu: En el primero y segundo las ideas venían más de Abraham y Luis y en este nos hemos puesto todos más manos a la obra, así nos asegurábamos también que el disco iba a ser un poco más diferente. Al cambiar la metodología, supongo que el orden si que altera el producto y marca un poco la manera de hacer de lo que está por venir… al no ser, claro está, que un día venga alguno de estos dos (Abraham y Luis) o incluso César y diga lo contrario o con un disco ya hecho.
Y os encerrasteis en el estudio, en tu casa. ¿Cómo fue todo aquello?
Edu: Fueron 90 días de grabación, aunque el disco ocupó un año y medio entre que lo piensas, los creas y lo haces porque hay muchas cosas en las canciones que están desde el principio. Este disco, sin ir más lejos, lo hemos grabado tres veces. ¡Con sus variantes, eh!
¿Quién es el que viene con más variaciones o cosas nuevas durante el proceso de grabación?
Edu: Los cuatro, la verdad. Lo difícil no es verlo, sino cambiarlo. Bueno, verlo también es difícil (ríe).
¿La auto exigencia ha ido creciendo disco tras disco?
Abraham: Sí, supongo que sí. Es que cuando te enfrentas a cualquier proceso creativo, te estás enfrentando a lo mejor y a lo peor de ti mismo y eso hace que al final de una jornada siempre quieras estar en paz y contento con el hecho de haber dado con algo. Y eso, con el paso del tiempo, es más un proceso bastante largo y acaba convirtiéndose en un nivel de exigencia cada vez mayor.
¿Dónde reside el mayor riesgo o vértigo en el nuevo disco?
Luis: Somos un grupo que nos gusta buscar nuevos caminos y eso, personalmente, me genera cierto vértigo. No saber hacia dónde vamos a ver, no saber qué estás buscando y cuándo va a aparecer… En este disco hay mucha búsqueda y cambio de dirección, nuevos tempos, nuevos sonidos… aunque en la parte de grabación estamos tan concentrados que esa presión no la notas, cuando sacas el disco ya sí. Aunque diría que no somos un grupo con mucho vértigo.
¿Y de cara al inicio de la gira hay vértigo?
Luis: ¡Todo!
César: No somos muy de vértigo, dice… ¡Todo! (ríe)
Luis: En la parte de gira lo somos porque preparamos un nuevo espectáculo con nueva escenografía, nueva instrumentación y todo está lleno de cables que pueden fallar en cualquier momento… Ahí sí que hay el vértigo lógico de que quieres que todo vaya bien y no tienes el rodaje necesario para estar tranquilos.
¿Y con el repertorio? Con tres discos imaginamos que habrán canciones que empiezan a caer de la lista…
Abraham: También es que hasta ahora no teníamos tantas opciones, pero ahora tenemos una oportunidad mayor de elegir repertorio y no solo para el público, también para nosotros y hacer que cada noche no tenga que ser igual a la anterior. Siempre habrá alguna que se quede fuera, pero las cosas son así…
Pero lo que sí imaginamos de la gira es que será una nueva oportunidad para volverse loco encima de escenario…
Luis: A nosotros nos gusta tocar en directo y es algo que disfrutamos, no es nada impostado. Cuando nos ves así a lo loco es porque estamos así realmente. En esta nueva gira, sin embargo, igual nos quedamos un poco muñecos, pero creo que solo dos o tres canciones.
Abraham: Pero es cierto que es algo que, no sé si consciente o inconscientemente, hemos querido cambiar y que ya está en el disco y estará en la gira. Tal vez haya más momentos distintos en el concierto, a lo mejor no es todo ese vendaval de principio a fin. Y está bien que no solo sea como la gente está acostumbrada a vernos. Creo que van a ser conciertos más emocionantes.