Tímido y a la sombra de su hermano Iván, Amaro Ferreiro se enfrenta al doble reto de defender el que considera “el mejor disco que ha hecho Iván hasta el momento” y su segundo trabajo, ‘Biólogo’. Toda una declaración de intenciones del pequeño de los Ferreiro que este pasado sábado se subió al escenario en el Oncle Jack de L’Hospitalet de Llobregat con motivo de una nueva entrega del Festival Roselles 32. Esto es lo que nos contó:
‘Biólogo’ salió en primavera, ¿cómo está yendo el disco en estos primeros meses?
Muy bien. Es un disco sin muchas pretensiones, así que todo lo que va saliendo es como un regalo. Al no esperar nada, disfruto mucho con cada cosa. Hace unos días toqué en Madrid, fue el primer concierto en el que estuve tocando con la banda y había un montón de gente que cantaba las canciones. La verdad, fue muy emocionante porque yo no estoy acostumbrado a estas cosas.
¿Qué impone más, un concierto en solitario o salir con la banda o incluso tocar con tu hermano Iván?
Cuando vengo solo, por alguna razón, estoy más tranquilo porque yo marcó el tiempo, marco como va todo y puedo parar y hacer lo que quiero y es más sencillo. Pero también es un poco lanzarte al abismo. Se disfruta de otra manera. Tocar con Iván es super emocionante y ahora que sé lo que es ponerte delante de la gente, se disfruta de una manera diferente. Es mucho más tranquilo el papel en la sombra que cuando estás delante de los focos.
Ha pasado casi una década entre tu primer disco y este ‘Biólogo. ¿Por qué ahora este disco?
Porque, por suerte, con mi hermano trabajamos mucho y muy bien y hemos estado tocando muchísimo tiempo. Pero tenía muchas ganas de hacer otro disco, solo que nunca encontraba el momento de hacerlo y ya cuando el año pasado decidimos parar un poco y tomarnos una especie de año sabático, que acabó no siéndolo tanto, me embarqué también en esta cosa y aproveché la oportunidad para poner mis apuntes al día.
Iván estuvo el otro día con nosotros en IndieLoversFM y nos dijo que parar, parar fuiste tú el que lo impuso…
Antes que guitarrista de Iván soy su hermano y yo me notaba muy cansado y me imaginaba que él debía estarlo mucho más porque lleva el peso de todo. Aunque él lo lleva con mucha fuerza interior, sí se empezaba a notar que llevábamos un poco de cansancio acumulado. Y creo que fue un año muy raro porque no tener el calendario con fechas fue un poco de vértigo, pero ahora que ya ha terminado creo que nos ha venido muy bien.
También nos dijo que tú eras el mayor en la carretera…
(Ríe) Uno nunca deja de ser el hermano de su hermano aunque trabaje con él y creo que nos hacía parar y estuvo bien hacerlo. Ahora estamos contentos de haberlo hecho porque creo que el disco que ha hecho Iván es lo mejor que ha hecho nunca y yo, encantado de acompañarle de nuevo.
Volvamos a tu disco, ¿qué es ‘Biólogo? ¿Cómo lo definirías?
‘Biólogo’ es un disco de alguien que hace un disco porque le da la gana, que no tiene gente que le diga deberías hacer un disco, tus canciones son increíbles. No, es un disco que parte de la intimidad y de decir qué tengo ganas de enseñar lo que hago. Pero es un disco pequeño, con pocas pretensiones, pero con muchas ganas de llevarlo a cabo, de enseñarlo y para mi todos estos conciertos que hago, en el fondo, más que para enseñar, son para aprender el oficio de cantar y de tocar.
¿Es un reto personal?
Sí, es una especie de reto personal y una especie o manera de crecer un poco. Trabajar con Iván es muy fácil y te haces partícipe de unos éxitos que al final tampoco son tuyos y, entonces, más que buscar el éxito aquí, busco un poco fracasar por mi mismo porque al final fracasar es la manera de aprender un poco.
Precisamente, hay una canción que habla de “piensa en ti” y de “dónde estarás en el futuro”…
Cuando empecé a trabajar con Iván en mi imaginación estaba la idea de hacer discos, pero a parte de trabajar con él también tener un poco mi espacio.Por circunstancias lo he ido dejando un poco apartado y creo que uno va teniendo una edad y o lo vas haciendo o te vas a arrepentir toda la vida. Se trata un poco de coger impulso y espero que ‘Biólogo’ sea, de alguna manera, el principio de algo.
Quién habría dicho que ahora estaríamos hablando de este disco… De pequeño querías ser biólogo, precisamente, pero acabaste estudiando Derecho…
Ser biólogo era el sueño de un niño muy pequeño, ni siquiera un adolescente. Un niño que al que le gustaba estar en el jardín y mirar los bichos. Pero bueno, la vida me llevó por el derecho y ahora soy compositor y toco la guitarra… Y, la verdad, tenía la tarjeta que un día me regaló mi madre de pequeño en la que ponía que era biólogo y al acabar el disco pensé que podía ser un buen título y que podía englobar todo de una manera un poco absurda.
Ejemplo de una evolución…
Por una parte, creo que soy sigo siendo un biólogo que estudia un poco al ser humano, el animal más extraño de la creación. Trato de estudiar las contradicciones del ser humano y sus emociones. Pero también me gusta un poco la relación entre bio y logos, ser una especie de persona que escribe un poco su vida a través de un discurso de canciones.
Para acabar y siguiendo con la evolución, ¿dónde se ve Amaro Ferreiro en el futuro?
¿Dónde me veo? La verdad es que me considero un privilegiado que me dedico a lo que más me gusta y cuando llegas a ese punto ya tienes bastante ganado. Tengo mucha suerte de poder tocar con gente increíble y conocer sitios increíbles a través de la música porque la música es como una especie de agencia de viajes que te lleva a tocar a sitios diferentes. Así que espero verme un poco en el mismo sitio y hacer un poco mejor mi trabajo día a día y aprender un poco cada vez.


