Qué nos dice… EL PETIT DE CAL ERIL

El Petit De Cal Eril ha ido trazando su camino como una hormiguita, mica en mica s’omple la pica. Pero han pasado ya 14 años desde su disco de debut (‘Per Què Es Grillen Les Patates?’, 2007), y es que el tiempo vuela. O a veces se hace eterno, y da igual que lo mesuremos con la misma unidad de medida. De eso habla bastante en su octavo disco que sale este viernes en Bankrobber, ‘N.S.C.A.L.H.‘. Un acrónimo que esconde el título de la última canción del álbum, ‘No Sabràs Com Acabarà La Història‘. Un trabajo fugaz, de 21 minutos que te dejan con ganas de repetir, y con textos brillantes, sonido reconocible pero con matices distintivos a sus discos anteriores, y una portada que habla por sí misma y que calla tanto o más de lo que dice. Aprovechando la presentación en Ultra-Local Records, nos fuimos hasta la tienda de Poble Nou a compartir reflexiones y cervezas con un Joan Pons que irradia entusiasmo y lucidez ante este mundo hecho a base de mentiras y fábulas colectivas.

INDIE LOVERS: ¿Cómo estás, Joan?

JOAN PONS: Muy bien, muy contento (risas)

Supongo que con aquella excitación del nuevo disco que acaba de nacer…

Totalmente, sí. Es un momento que pasan tantas cosas de golpe que te da miedo no vivirlas. Pero bueno, esto es la vida, y de eso habla el disco: de la relatividad del tiempo, y de que a veces no te das cuenta que las cosas pasan volando. Y ahora estamos en ese momento que pasan tantas cosas que… ¡ay, ay, ay!! Pero bien, contentos.

‘No Sabem Com Acabarà La Història’. ¿Pero cómo empezó la historia de este álbum? ¿Cómo se gestó?

Nosotros tenemos intención de hacer discos a menudo, cada año si puede ser. Este disco lo queríamos hacer antes, pero con toda la movida del coronavirus no pudimos. Hicimos un single que ya salió, y el disco nace de intentar hacer algo nuevo y dar un poco de ventilación al set del directo, que es un poco nuestro leit motiv. Si no tocáramos no haríamos discos. Hacemos discos para tocar, no al revés. 

El sonido se reconoce enseguida que es El Petit De Cal Eril, pero hay diferencias…

Sí. Estamos siempre en el mismo río, pero vamos cambiando de barca (risas). A veces vamos en lancha, a veces en velero… y éste creo que es un rápido, una canoa. Yo lo veo así. Intentamos seguir haciendo nuestro estilo, sin buscar cosas muy complicadas. Música que nos gusta hacer y con la que nos sentimos cómodos, pero sí que intentamos que cada disco suene bastante diferente al anterior. 

¿Y por qué tocaba esta barca ahora?

No lo sé. Las canciones mandan un poco en este sentido. Y las canciones son todas muy cortas. Han salido 9, pero tenía 16. Las que no han salido igual es porque no eran buenas. Y eran todas como muy cortas, resúmenes. Enseñaba las canciones y era como “¿ya está? (risas). Y algunas intentamos alargarlas y hacer otra estrofa… ¡y no, no, no! No funcionaba. De forma natural eran como resúmenes. Antes escuchaba a Dani, el bajista (Dani Comas -ndr), que decía que es como una pastilla de concentrado de pollo del Petit De Cal Eril (risas). Para hacer la paella… es todo concentrado, y necesitábamos un barco rápido para movernos. Es como fresco, y las canciones pasan rápido.

Es curioso que se haya concebido durante la pandemia, que era un tiempo más pausado y de reflexión, y en cambio os haya salido así.

Sí. A ver, el disco tiene alguna canción más rockera pero… sí, es que al final cuando me pongo a hacer las canciones intento evadirme totalmente de mi momento presente. Intento buscar un poco más allá de mi vida. Intento encontrarme como si estuviera en medio de la nada, en un nuevo sitio, sin ropa, buscándome la vida en un nuevo sitio, y desde allí intento hacer las canciones. Por eso no tienen referencias muy concretas de tiempo, las letras son bastante atemporales. Casi las podría cantar un trovador de la Edad Media (risas), porque siempre hablan de cosas bastante etéreas. O concretas, pero no temporales. Es que es eso: no lo había pensado, pero una canción mía la podría cantar un trovador medieval y seguro que lo hubieran entendido. 

Decías que es un disco que gira en torno al concepto del tiempo. ¿Es algo buscado, o te va saliendo así?

No, ya me gustaría, porque siempre pienso cosas y me digo: “hostia, esto molaría!“. O gente que te dice “tendrías que hacer una canción de esto“. Y pienso: “¡no sé cómo! (risas). No puedo escoger los temas de las canciones. Las canciones escogen salir o no, eligen su camino. Y yo soy una especie de traductor de las ideas, las pienso, las canto, les busco una melodía… pero no puedo decidir si voy cantar sobre este tema o el otro. Y todo el tema del tiempo lo he detectado dentro del disco. Por eso tiene este título. Iba a tener otro que estaba preconcebido, y era un error porque no tenía nada que ver con el disco. Sí que tenía que ver con una cuestión más estética, pero no con las canciones. Y al escuchar las mezclas pensé que había un mogollón de referencias al tiempo, a la historia, a los momentos, a cosas que pasan y no volverán… y pensé en buscar una frase dentro del disco que englobara esto. Y encontré esta frase de ‘No Sabràs Com Acabarà La Història’. 

¿Y cómo acabará la historia…?

No tengo ni idea (risas). Nadie sabe cómo acabará la historia de la humanidad, y nadie sabe cómo acabará su propia historia. Es curioso, y divertido, y excitante… ¡y es lo que te hace estar vivo! 

Y, de hecho, no sabemos ni siquiera si esa historia que nos han explicado es cierta o no…

¡No! ¡No es cierta, esto sí que lo sabemos! La historia es como la gran serie de Netflix, la más importante de la historia de la televisión y de la literatura. Nadie podrá superar una fábula como la historia de la humanidad. Es como imposible. Si te das cuenta de que tú cuando vives, en paralelo están habiendo millones de vidas y de historias. Y cada uno tiene la suya, y se escriben cosas que van trascendiendo. Y la gente cree en cosas, pero es una historia totalmente inventada que es fantástica. Es una historia colectiva muy creativa. Y sin fin, es increíble. 

Y luego está en el individuo creerte lo que quieras y lo que no…

Hay cosas que te las crees porque las das por hechas, siempre han sido así. Tú como individuo que naces en una sociedad, si no estás bastante p’allá, ya te la crees y convives con esto. Hay muchas cosas que damos por supuestas que ya veremos si son así o no. Como por ejemplo, el tiempo. Tenemos la idea de que el tiempo es matemático, los segundos, y tal… bueno, es una manera de fraccionar. Pero yo veo que a veces el tiempo te pasa muy rápido y a veces muy lento, y el reloj no lo refleja. El reloj no se adapta a tu manera de vivir el tiempo, y yo lo pongo en duda. Creo que este disco pone en duda que el tiempo sea como nos lo han explicado. El tiempo es diferente a lo que tenemos preconcebido, creo.

El tiempo puede ser una buena herramienta para manipular a la gente también. Por ejemplo, en esta vida tan acelerada que vivimos, no nos dan tiempo a pensar. O eso quieren…

Sí. En este momento de la humanidad hay mucho interés en generar dinero. La sociedad capitalista. Un sistema para conseguirlo es esta contención del tiempo y distribución del tiempo según sus criterios. Pero es una moda de la sociedad capitalista. Seguro que si hubieras nacido hace 500 años sería diferente. El tiempo y los sistemas para controlar a la gente eran diferentes, pero ahora sí que somos bastante esclavos del reloj y de los móviles, que también controlan el tiempo. 

Incluso vivir en la ciudad o en el pueblo también parece que sean tiempos diferentes.

Sí, pero cada vez menos, eh?

Ya…

…pero sí, es diferente, es normal. Por eso el reloj debería ir diferente, no cuadra (risas). Es como el dinero: ¿vale igual en todos los sitios? Tampoco, porque la vida en algunos sitios es más barata. Todo es mucho más relativo y minúsculo. Generalizar siempre tiene estas consecuencias que a veces son terribles.

Hablemos de la portada, que me encanta! ¿Cómo se gestó? ¿Qué hay ahí detrás?

La pensamos bastante con Edu Vila, que ha hecho todas las portadas del grupo. La banda y yo mismo queríamos aparecer todos. Y yo quería que fuera algo pintado y que tuviera un toque muy barroco, pero a la vez, que no supieras bien en qué momento de la historia puede haber pasado eso. Entonces empezamos la búsqueda de quién podía pintarla. Y apareció David De Las Heras, que cayó del cielo en un instante preciso increíble. En la mierda esta de Instagram vi una story que había hecho con nuestra música y pensé: “¡Hostia! ¡Increíble!“. Y le escribí diciéndole que teníamos esta idea y le pregunté si le gustaría hacerla. Le pareció una buena idea, y nos pusimos a hablar. Le ha dado un rollo al disco increíble. Para mí es la mejor portada que tenemos (risas). Lo que me gusta es que tiene muchas lecturas detrás. Hay muchas miradas, muchos detalles en los que te puedes perder escuchando el disco. Puedes perderte en la portada.

Es como un cuadro renacentista, con multitud de detalles y de misterios e historias escondidas, que cada uno se la va a hacer suya, ¿no?

Exacto. Que es un poco lo mismo que hacemos con las canciones, que no son muy cerradas. Para mí sí que lo son y tienen una emoción muy concreta, pero después cada uno se las puede hacer a su manera. Y la portada es bastante en esta linea. 

Te miro ahí con la túnica y tiene un punto de actualidad, porque te veo como posible sustituto del Bisbe de Solsona, eh?

(risas) ¡Yo le conozco! 

¿Sí?

Sí, porque yo viví en una rectoría de La Segarra que es del Bisbat de Solsona. Y antes de ser el obispo era el que gestionaba los alquileres. Y estuve con él en casa, y firmamos el contrato… (risas) Así que lo tengo controladísimo! (risas)

¿Has hablado últimamente con él?

¡No! 

Está ocupado, ¿no?

No habla con nadie, creo, ¿no? 

Creo que no…  (risas)

Es increíble, y súper divertido. A mí la Iglesia siempre me ha parecido… hay una oscuridad ahí adentro, y cosas que son terribles, pero tiene algo que me llama mucho la atención ya desde pequeño: toda la mística, supongo que en parte viene del misterio de no conocer… y joder, aún aguantan con esto que el jefe le ha dicho que no puede hablar, y no habla. ¡Aún me parece increíble! ¡A ellos sí que les pasa el tiempo diferente! Ellos sí que saben marcar sus tempos. Tienen sus cosas buenas en este sentido. A veces deberíamos aprender de las cosas que no nos gustan pero de las que puedes sacar cosas que te dejan en plan “¡guau!” Habría que pensar en estos detalles…

En el disco hay una canción en italiano, ‘Non Tornerai’, y una en castellano, ‘Las Cosas Que Creo’. ¿Cómo salieron ambas?

De una manera muy casual. La primera canción del disco que hice fue ‘Las Cosas Que Creo’, y la primera frase que escribí fue “Intuyo que fui…“. ¡Cuando lo escribí no sabía ni si era correcto en castellano! (risas) Y la canción salió toda seguida, que es muy guay cuando pasa. No ocurre siempre, pero cuando pasa es muy divertido ver cómo se construye sola hasta que ya está. Y me dije: “¡Hostia! Curioso que sea en castellano“, porque no había hecho ninguna antes. Pero pensé que tenía su gracia, y me hacía sentir un poco diferente a mí y a la música que hacemos. Primero tenía algunos prejuicios en hacer un disco con diferentes idiomas, me parecía un poco raro… y después pensé “bueno, me gusta la canción, creo que encaja, y ya está“. Y a todos les pareció una buena canción y una buena idea de meterla.

¿Crees que te puede abrir más público en España, por ejemplo?

No lo creo. Ya me gustaría, pero no creo. No sé cuántas canciones tenemos… ¿120? Y tenemos 119 en catalán… (risas)

¡118!

¡Bueno, no! Hay una en italiano, y una en francés. Y ninguna nos ha abierto ninguna puerta de momento… (risas) Pero tenemos mucha gente que nos escucha fuera del territorio catalanohablante y es increíble. Tenemos mucha gente que nos escucha en Mexico, en Perú, en Nueva York… y nos mandan mails diciendo “¿cuándo vendréis acá?” ¡Es increíble! Y en Madrid, y en Zaragoza… ya hay gente que escucha nuestra música que no es catalanohablante y nos encanta, porque en realidad nosotros cantamos en catalán porque es como pensamos. Pero no tenemos ningún prejuicio en ese sentido.

¿Y ‘Non Tornerai’? ¿Sabías italiano? ¿Es cosa de Valentina? (Risi, de Valentina & The Electric Post, que colabora en la canción -ndr)

Valentina ayudó en la traducción, la corrección y en los coros. Y no, no. Salió como la otra. Salió el estribillo “non tornerai“, y ya construí las otras frases con el diccionario. Algunas frases no, pero otras sí que tenía que buscarlas. Mi pronunciación es muy mala (risas)

¿Y qué tal los primeros conciertos? Os vimos en el Vida, pero presentasteis ya el disco este miércoles en el Mercat de Música Viva de Vic.

Ayer fue como el primer estreno del disco, y lo tocamos entero con todo lo que supone para nosotros: repertorio nuevo y tal. Pero fue fantástico. Y la gente no había escuchado el disco porque aún no había salido, y fue muy interesante ver cómo recibían el disco, y cómo las canciones se presentaban al público. Increíble. Las canciones ya están ahí, y descubrirlas en directo es también muy especial. Para la gente que estaba es una manera muy curiosa de entrar en el disco. 

Y ahora tendréis un montón de fechas más…

Sí, sí, ahora tenemos todo el otoño la gira. Y ya en invierno estaremos también en Madrid, Donostia… hay un montón de fechas para disfrutar del directo, que es lo que más nos gusta, y conocer gente.

Un par de cosas fuera del disco. Hace unos meses tuvimos en nuestra programa de radio a una banda que conoces bien y a los que ‘apadrinaste’: Marialluïsa. ¿Cuándo ves a bandas jóvenes que parecen haber surgido a vuestra estela o la de Ferran Palau y a los que habéis influido tanto, cómo os sentís?

Nos cuesta un poco ser conscientes de esto. La gente me lo ha dicho, y les escucho y sí que hay algunas cosas que igual me puede recordar, pero de entrada no pienso en que se parezcan a lo que hacemos. No, pienso que me gusta la música que hacen. Escuché la maqueta antes de que sacaran nada porque son de Igualada y les dije “¡es muy guay! Tenéis que mandarlo a tal y a tal, porque es un disco muy inspirado”. Y sí, siendo consciente de que puedas haber marcado o que puedas abrir algunas ventanas a gente, me siento súper orgulloso de que seamos inspiración para alguien. Para mí lo ha sido mogollón de gente, o sea que es como un ciclo. Hemos cogido mucho, así que también está bien que demos.

¿Y el Festival de Pop Metafísic que se tuvo que cancelar cómo lo tenemos?

El Festival de Pop Metafísic está en pausa porque no se puede hacer como nos gustaría hacerlo. Y hasta que no se pueda hacer como nos gustaría, no lo haremos. Esperemos que sea en el 2022 porque todos tenemos muchísimas ganas. Pero no lo vamos a hacer a medias. Es un festival donde, básicamente, lo que importa es el contacto con la gente. O sea que no se puede hacer de otra forma que súper explícito. Así que vamos a esperar hasta que se pueda hacer bien. 

Moltes gràcies, Joan, i a veure com acabarà la història…

Això, a veure com acaba… 

Escrito por

Rarito como un tema de Sonic Youth; me excito con el ‘Psycho’ de los Sonics; si me cabreo, Pistols, RATM, Sandré, riot grrrls o Los Punsetes; me ponen igual soul, r’n’b, ye-yé, garaje, punk, r’n’r, indie o brit-pop. De mayor quiero ser Patti Smith, Iggy o John Waters. Ateo hasta que conocí a PJ HARVEY. Fui negro en otra vida… y hago el impostor como periodista musical y deportivo en radio, TV, webs y revistas varias.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *