Primavera Sound 2022 (04/06/22)

Nick Cave & The Bad Seeds (Foto: Sergio Albert)
Nick Cave & The Bad Seeds (Foto: Sergio Albert)
Nick Cave & The Bad Seeds (Foto: Sergio Albert)
Idles (Foto: Clara Orozco)
Bauhaus (Foto: Gaelle Beri)
María José Llergo (Foto: Gaelle Beri)
Einstürzende Neubaten (Foto: Sergio Albert)
Jenny Hval (Foto: Èric Pàmies)
Ferran Palau (Foto: Kimberley Ross)
Porridge Radio (Foto: Christian Bertrand)
Tim Burgess (Foto: Christian Bertrand)
Jawbox (Foto: Christian Bertrand)
Caroline Polachek (Foto: Christian Bertrand)

Pues ya está. Tres años esperando y el primer fin de semana del Primavera Sound 2022 en el Parc del Fòrum ya es historia (puedes consultar todas las crónicas diarias aquí). Han sido 3 días + 1 disfrutables en lo musical, pero que han dejado más dudas que nunca en lo organizativo y en un modelo de festival ultramasificado de manera desmesurada y pensado casi exclusivamente para el público extranjero: según cifras de la organización, han sido 66.000 espectadores el jueves + 74.000 el viernes + 80.500 el sábado = 220.500 acumulados, lo que supone récord absoluto en la historia del festival (en 2019 tambien fueron 220.000, pero acumulados en 4 días, ya que hubo jornada gratuita el miércoles). Lo que tenía que ser la gran fiesta del 20 aniversario del Primavera está siendo, quizás, el inicio del fin, y la primera palabra que me viene a la cabeza al pensar en estos 4 primeros días es ‘divorcio’. También servirían ‘desengaño’, ‘exclusión’ o incluso, quizás, ‘adiós’. Supongo que con el paso de los días las emociones se templarán y valorarán en más justa medida todo lo vivido, pero por primera vez en 20 años acabo el paso por el Parc del Fòrum con sensaciones negativas y muchísimas dudas.

Mavis Staples (Foto: Èric Pàmies)

Nuestra idea era empezar la jornada con Porridge Radio (por problemas logísticos, Dana Margolin tuvo que hacer un set en solitario), pero nuestra logística también impidió llegar a este show de primera hora. Así que empezamos la jornada del sábado, por fin, en l’Auditori. Con intriga hasta el final y apurando las últimas 50 plazas disponibles, pero después de intentos previos en balde, finalmente pudimos acceder para recibir con los brazos a abiertos a una leyenda viva de la historia del rock: Mavis Staples. A punto de hacer 83 años, mrs. Staples defendió una presencia escénica y una voz envidiables, y nos levantó de las sillas con su entusiasmo, su buen humor y canciones propias o de Staples Singers como ‘Friendship’, ‘Respect Yourself’, ‘I’ll Take You There’ o la versión del ‘For What It’s Worth’ de Buffalo Springfield. Y bromeó con llevarnos a todos en autobuses a grabar un disco porque cantábamos muy bien, poniendo nombre y todo a la aventura: Barcelona A Capella Choir. Quizás sustituir Barcelona por Londres, Roma o New York sería más acertado, viendo el panorama… el momento con todo L’Auditori del Fòrum levantado, cantando y aplaudiéndola es, sin duda, una de las fotografías mentales más memorables que me llevo de este fin de semana.

Black Country New Road (Foto: Clara Orozco)

Con un gran sabor de boca nos fuimos a buscar a una valor seguro (y diría que la única artista estatal que he visto en cuatro días de festival): María José Llergo deleitó al escaso público local y sorprendió al internacional con su propuesta de flamenco actualizado, vestida en un imponente vestido rojo, como simbolizando la pasión y el amor que desprende sobre un escenario. Ese “Us estimo molt” ha sido una de las pocas oportunidades que hemos tenido estos días de escuchar nuestra propia lengua en nuestra propia casa… tiene narices… el concierto de Black Country, New Road fue un perfecto ejemplo para comprobar por enésima vez la colonización del Primavera: público mayoritariamente inglés y joven banda inglesa haciéndose el concierto los unos para los otros, con sus bromas internas, y uno sintiéndose extranjero en su propio festival. Tenía muchas ganas de verles tras sus dos primeros discos, pero he de admitir que me aburrieron, quizás porque el contexto no era el más adecuado para disfrutarles, y quizás porque la banda no ha podido reemplazar el vacío dejado por Isaac Wood tras su marcha.

Nick Cave & The Bad Seeds (Foto: Sergio Albert)

Y, tras escuchar buena parte del show de Jorja Smith mientras esperábamos, llegó el gran momento de la noche, y uno de los de todo el festival: sinceramente, admito que tenía dudas sobre cómo iba a estar Nick Cave tan sólo un mes después de perder a su segundo hijo. Pero la duda se disipó al instante, con esa inicial ‘Get Ready For Love’ en que salió a comerse el escenario como es habitual en él. Acompañado por los Bad Seeds, con Warren Ellis como endemoniada mano derecha y con tres coristas, el artista australiano pareció hacernos partícipes de un exorcismo sonoro en que la rabia y el sarcasmo fueron escudo protector contra los dolores de las tragedias vitales: y es que hubo vísceras en ‘From Here To Eternity’, ‘Tupelo’ o ‘Red Right Hand’ (Cave bromeó con que, por primera vez, logró entonarla en directo), hubo juego e ironía con el público en sus habituales baños de masas e interacciones (insistió una y otra vez con el “boom, booom, boom! Cry, cry, cry!“, se metió con alguna de las personas de las primeras filas…), y hubo sentimiento en ‘Waiting For You’ o ‘I Need You’, que dedicó a sus dos hijos fallecidos. El bis con la preciosa ‘Into My Arms’ (canción hecha desde la lágrima y que completa su ciclo hecha lágrima), ‘Vortex’ o ‘Ghosteen Speaks’ (“esta canción es jodidamente increíble“, dijo provocando las risas del público) completaron el setlist de uno de los grandes artistas contemporáneos, y que volvió a demostrar el por qué.

Gorillaz (Foto: Primavera Sound)

Gorillaz hicieron las delicias de sus seguidores en un concierto con un Damon Albarn entregado, y en el que se acompañaron de Slowthai (que había tocado en el festival horas antes, donde también toco ‘Momentary Bliss’), De La Soul (‘Feel Good Inc’), Mos Def (‘Stylo’ y Sweepstakes’), Bootie Brown (‘Dirty Harry’), Sweetie Irie (‘Clint Eastwood’)… corriendo pudimos pillar el final de Idles, a quienes ya habíamos visto en marzo: nos explican que todo el concierto fue igual de salvaje que en Razzmatazz y que hubo dedicatoria para la reina de Inglaterra en el día del Jubileo (en forma de hostia verbal, sobra decirlo). Vistos desde arriba del anfiteatro, los pogos en círculo resultaban espectaculares y el final con ‘Danny Nedelko’ y ‘Rottweiler’ (“this is an antifascist and an antimonarchy song!“, espetó Joe Talbot) nos dio una buena idea de por dónde fueron los tiros.

Beach House (Foto: Sergio Albert)

Cambiando completamente de registro, no fuimos a ver por enésima vez de Beach House. Por la repetición y la costumbre, y porque un festival no es el mejor contexto para disfrutarles, no nos emocionaron como en ocasiones anteriores, pero no por ello dejamos de disfrutar su dreampop ensoñador muy bien apoyado visualmente. Y, claro, cuando suenan nuevas canciones como ‘Once Twice Melody’ o ‘Superstar’, y clásicos como ‘Lazuli’, ‘Space Song’ o ‘Myth’, uno aún siente ese cosquilleo recorriendo la espina dorsal. Corremos para pillar también el final del show de otro de los muchísimos artistas ingleses que ofrecía el menú del sábado: Shame. Otra de los nuevas jóvenes bandas que está dejando la escena británica, y que se sitúan a medio camino entre el post-punk de Fontaines D.C. y el punk más rabioso de Idles. Apenas pudimos pillar dos canciones y media, pero fueron suficientes para captar la energía de una banda que muerde a la realidad en la que le ha tocado vivir. Antes de ponerle punto y final al día y al fin de semana en el Parc del Fòrum, aún nos dio tiempo de comprobar y disfrutar del inicio de la actuación de Boy Harsher y su pop de sintetizadores oscuros y bailables. Y sí, ese es el maldito encanto del Primavera: que aunque la cabeza te diga que este festival ya no hay por donde cogerlo, con tanta oferta te tocan la fibra musical para hacerte dudar de tus propias palabras.

Escrito por

Rarito como un tema de Sonic Youth; me excito con el ‘Psycho’ de los Sonics; si me cabreo, Pistols, RATM, Sandré, riot grrrls o Los Punsetes; me ponen igual soul, r’n’b, ye-yé, garaje, punk, r’n’r, indie o brit-pop. De mayor quiero ser Patti Smith, Iggy o John Waters. Ateo hasta que conocí a PJ HARVEY. Fui negro en otra vida… y hago el impostor como periodista musical y deportivo en radio, TV, webs y revistas varias.

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