Primavera Sound 2019 – Sábado 1 de junio

Jarvis Cocker (Foto: Dani Cantó / Primavera Sound)

Jarvis Cocker mira a un espejo a modo de retrovisor. Y no sabemos si cualquier tiempo pasado fue mejor, pero sí que fue anterior (como decían Les Luthiers). A las puertas de cumplir 20 años, el Primavera Sound llega a su recta final de esta edición de 2019, y además de muchísimas emociones, nos deja también muchas reflexiones en la cabeza. La realidad es la que es y así hay que asumirla: el festival ha vivido de la mano de toda una generación, pero este año ha sido definitivamente el del relevo que ya se apuntaba en años anteriores. Y eso no significa que haya un cambio total de público y estilos musicales en su cartel, sino que hay una ampliación y obertura a escenas impensables en un pasado en el que el Primavera fue signo inequívoco de guitarras, experimentación y apuesta por propuestas musicales que se salían de lo mayoritario y lo comercial. ¿Ha perdido su esencia el festival? La respuesta es algo muy personal de cada uno. Yo lo prefería sin reggeatón ni divas del pop, pero el fondo de armario del Primavera es tan grande que ‘The New Normal’ no me impide seguir disfrutando al 100% de un recorrido por los centenares de conciertos de toda esta semana montándome un cartel que seguirían envidiando el 90% de festivales de música independiente todo el planeta. A partir de aquí, puedes despotricar y dejar de venir, o puedes adaptarte y seguir disfrutando. Yo opto por la segunda opción.

Foto: Paco Amate

Otra cuestión son los sorprendentes números presentados ayer por la organización, y que no acaban de cuadrar con la sensación acumulada en los días previos en Parc del Fòrum, tal y como te explicábamos en las crónicas de esta edición de 2019. Según explicaron en la rueda de prensa de balance final, el Primavera Sound habría batido su afluencia de público acumulado, con un total de 220.000 espectadores (el año pasado anunciaron que habían sido 210.000). Desgranados por días en el Parc del Fòrum (habría que sumarle los conciertos celebrados en la ciudad y en la sala Apolo), el miércoles habrían asistido 23.000 personas, 53.000 el jueves, 60.000 el viernes y más de 63.000 ayer sábado, cifra que representaría el récord absoluto en un sólo día en todas la historia del Primavera. Y sí, ayer el recinto estaba abarrotado, pero no fue esa la sensación que tuvimos los 3 días previos (algo que agradecimos porque la experiencia fue mucho más cómoda que en años anteriores).

El Primavera Sound ya ha anunciado 4 de los 5 grandes acontecimientos con los que celebrará las 20 ediciones que se cumplirán el año que viene: el 8 y 9 de noviembre de este año en Benidorm, el Primavera Weekender. La semana del 1 al 7 de junio de 2020, el Primavera Sound de Barcelona, en el que tocarán 20 bandas emblemáticas de la historia del festival. La primera ya confirmada es Pavement, que sólo dará dos conciertos de reunión: el del Parc del Fòrum barcelonés, y el del Nos Primavera Sound de Porto, del 11 al 13 de junio de 2020. Otra de las grandes novedades será la del Primavera Sound Los Ángeles, que se celebrará en la ciudad californiana el 19 y 20 de septiembre de 2020 (este viernes se ponen a la venta las entradas): Y habrá también una quinta localización, que por la foto difuminada de una noria que se puede ver en la web del festival podría ser… ¿Londres? ¿Viena? ¿Copenhague? Habrá que esperar el anuncio oficial…

SÁBADO 1: ¿TÚ ERES MÁS DE JARVIS O DE ROSALÍA?

Empezamos la sexta jornada del Primavera Sound 2019 con otra banda de culto del indie rock de los 90: Built To Spill. Seguramente a la sombra del mayor éxito de sus coetáneos Pavement (con los que tanto les compararon), los de Doug Martsch celebraron los 20 años de su aclamado ‘Keep It Like A Secret’ con una demostración como para que el secreto deje de serlo. Sin Shellac no hay Primavera, así que nos pasamos a ver el inicio del show del trío comandado por historia viva de la música, Steve Albini. Sólo por el saludo inicial (“Here we are again”) y las rasgadísimas guitarras con las que nos cortan piel y alma, ya vale la pena pasarse por allí, antes de otro de los shows de más rabia que hemos visto este año: el ex Gallows Frank Carter, acompañado por The Rattlesnakes, esputa frustraciones, canta aguantado por el público, y nos insta a buscar el amor de las buenas personas, y evitar a toda esa gentuza a la que cantarles bien fuerte “I Hate you!” (o “Te odio!”, en esta ocasión en Barcelona).

Frank Carter & The Rattlesnakes (Foto: Èric Pàmies / Primavera Sound)

Y de ahí, a todo lo contrario. En su día me enamoró ‘Los Ángeles’. Y todavía con el recuerdo del emocionante concierto junto a Refree en el Vida Festival 2017, pero con el recelo de la desproporcionada campaña de márqueting que ha acompañado a ‘El Mal Querer’, asistía al concierto de Rosalía con una mezcla de curiosidad y escepticismo. La explanada de Mordor estaba llenísima de gente ávida de ver a la de Sant Esteve Sesrovires, en un show que había levantado grandísima expectación. Y la sensación una vez acabado fue precisamente de eso: de un espectáculo visualmente vistoso y a la altura de las grandes divas del pop, con una artista que nada que tiene que ver con la de 2017, y que tiene muy claro lo que quiere. El talento y potencial de Rosalía son innegables, tiene presencia y personalidad sobre el escenario, y sigue emocionándose y contagia esa emoción en la audiencia (no paró de decir de manera realmente sentida “T’estimo, Barcelona”). Y si a su potencial le suma la aportación de El Guincho, está en disposición de jugar en la misma liga que Beyoncé, Rihanna, Janelle Monáe (por citar a una de las presentes este año en el festival), etc. Pero claro, todo esto ya lo hacía Madonna hace 30 años, y todas siguen bebiendo de lo mismo, cambiando el envoltorio pero repitiendo clichés y las maneras de hacer que la Ciccone se inventó tres décadas atrás. La catalana lo hace acompañada de bailarinas y de un coro flamenco, vestida de manera llamativa y sexy, con uñas kilométricas, y un show muy cuidado y coreografiado que Rosalía sabe llevar muy bien al terreno del flamenco. Y al final la clave de todo (como siempre) es si conectas emocionalmente o no con su propuesta. Y por lo que respecta al repertorio, cayeron canciones de su último disco (‘Pienso En Tu Mirá’, ‘Di Mi Nombre’…), su recién estrenada ‘Autre Cuture’, o versiones como el ‘Te Estoy Amando Locamente’ de Las Grecas o, como era de esperar, el ‘Barefoot In The Park’ acompañada de James Blake.

Rosalía (Foto: Primavera Sound)

Y después de Rosalía, no podía haber mejor manera de continuar y volver a la tierra que con el enorme e inigualable Jarvis Cocker. Y aunque se presentaba al festival bajo la etiqueta de su nuevo proyecto Jarv Is, el de Sheffield pasó por diferentes etapas de su (prolongada) trayectoria artística. Su único single publicado hasta ahora de esta nueva aventura, el irónico ‘Must I Evolve’, sonó impetuoso, y quizás otros temas como ‘Children Of The Echo’ o ‘Am I Missing Something’ formen parte de nuevas grabaciones. Pero también cantó canciones de sus discos en solitario (‘Further Complications’, ‘Homewrecker!’…) o incluso el ‘His’n’Hers’ de Pulp, preguntando a los presentes cuántos de nosotros habíamos estado en su concierto en el Primavera en 2011 (presente!). Esos bailes de pato mareado fueron el mejor antídoto terrenal tras el show del que veníamos, y a servidor le hizo pensar que éste es el Primavera Sound con el que he crecido, y éstos los personajes que me han acompañado durante dos décadas de vivencias, euforias y derrotas personales. Me gusta la gente que no se toma en serio y sabe reírse de sí misma con ironía (o también del “Prime Evil Festival”), y eso Jarvis lo sabe hacer a la perfección. Como Brett Anderson la noche anterior en ese mismo escenario, Jarvis demostró seguir en plena forma sin importarle la edad, y saltó, se arrastró por el suelo, o bajó al foso a preguntarle a un par de espectadores qué les daba miedo en la vida, en una ceremonia de “terapia colectiva” que el crooner gafapasta lideró como quiso.

Jarv Is (Foto: Dani Cantó / Primavera Sound)

Lamentablemente, y mal que me pese, no puedo decir lo mismo de Primal Scream. Los escoceses han sido siempre sinónimo de energía y fiesta desbordante, pero anoche fueron una mala versión de su pasado. Y eso que presentaban su reciente recopilatorio de hits y tiraron de éxitos como ‘Movin’ On Up’, ‘Jailbird’, ‘Swastika Eyes’… pero Bobby Gillespie parecía estar sin baterías y no consiguió conectar con el público más allá de las primeras filas. Ni tan siquiera el final con ‘Country Girl’ y la celebrada ‘Rocks’ nos quitaron el mal sabor de boca de un concierto desangelado y muy lejos de su mejor estado de forma. Mejor fue el reencuentro con los Stereolab de Laetitia Sadier y compañía, que nos hicieron bailar con sus hipnóticos loops de melodías retrofuturistas, afrancesadas y chicle sabor intenso. ‘French Disco’, ‘Miss Modular’, ‘Metronomic Underground’, ‘Ping Pong’… nos robaron el alma para llevar a aquellos maravillosos 90 de “parapaparas”, camisetas de colores eléctricos y chicas con clips en el cabello. Con un par de canciones al piano de James Blake pusimos fin a la penúltima noche del Primavera 2019 y última en el Parc del Fòrum. Hoy, última jornada en el CCCB y sala Apolo. Ya se nos empieza a caer la lagrimilla…

Stereolab (Foto: Sharon López / Primavera Sound)
Escrito por

Rarito como un tema de Sonic Youth; me excito con el ‘Psycho’ de los Sonics; si me cabreo, Pistols, RATM, Sandré, riot grrrls o Los Punsetes; me ponen igual soul, r’n’b, ye-yé, garaje, punk, r’n’r, indie o brit-pop. De mayor quiero ser Patti Smith, Iggy o John Waters. Ateo hasta que conocí a PJ HARVEY. Fui negro en otra vida… y hago el impostor como periodista musical y deportivo en radio, TV, webs y revistas varias.

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