Liam Gallagher (3Arena, Dublín, 23/11/19)

Liam Gallagher (Foto: @neilbedz)
Todos conoceréis los repetidos intentos de Liam Gallagher por intentar reunir de nuevo a Oasis, y las correspondientes negativas de su hermano Noel. Basta con pasarse por el Twitter de ambos y asistir a un habitual cruce de insultos fratricidas. Pues bien, si nada cambia en un futuro próximo, el bolazo que Liam Gallagher se marcó en el dublinés 3Arena será seguramente lo más próximo a ver a Oasis que se puede disfrutar en la actualidad. Basta decir que ¡11! temas del repertorio (de un total de 19) fueron del desaparecido y añorado grupo. Y 8 de ellos de sus dos primeros y míticos elepés. Pero no sólo eso, sino que también participó un invitado muy especial: nada menos que Paul ‘Bonehead’ Arthurs, guitarrista original y miembro fundador de Oasis junto a los Gallagher. Toda una declaración de intenciones.

 

Pero volvamos un poco para atrás. La velada comenzó pronto: a las siete y media de la tarde ya sonaban unos teloneros inesperados: los enérgicos Twisted Wheel, aunque pocos temas pudimos disfrutar de su rotundo set. Pasadas las ocho de la tarde, fue el turno de Miles Kane (la mitad de The Last Shadow Puppets), que ofreció una contundente ración de brit rock con predominancia de su último y gran elepé, ‘Coup de grace’. El 3Arena se iba llenando hasta la bandera de un público variopinto e intergeneracional: desde cincuentones con o sin hijos, pasando por adolescentes ávidos de escuchar los clásicos de Oasis. Porque si en un principio Liam Gallagher, con su proyecto Beady Eye, apenas tocaba temas de su primera banda, poco a poco ha entendido que, por mucho que sus dos discos en solitario estén muy bien, la gente quiere escuchar a Oasis. Y punto pelota.

 

Liam Gallagher llamando a Noel… (Foto: @chrisscott764)
Pasadas las nueve y cuarto, empezó la fiesta. La instrumental ‘Fuckin in the bushes’ enlatada pero a todo trapo, dio paso a la primera bomba de la noche: ‘Rock N’ Roll star’. Y se desató la locura. La pose del menor de los Gallagher al micro era la habitual de siempre: cabeza apuntando ligeramente hacia arriba, manos entrelazadas a la espalda y piernas un poco flexionadas. Saludó a los presentes y de hecho durante la velada estuvo bastante comunicativo, ocurrente y agradecido. Aunque su cerrado acento de Manchester fue una pesadilla para este cronista, que apenas se quedó con muy pocas de sus palabras…

 

Siguieron dos temazos de su nuevo disco, la beatliana ‘Halo’ y la rockera y demoledora ‘Shockwave’. Detrás de Gallagher, que estuvo arropado por una numerosa banda (dos guitarristas además de la colaboración puntual del mencionado Bonehead, bajista, batería, teclista, tres coristas y su hijo a la percusión -“Dos Gallagher por el precio de uno” dijo para presentarlo), un amplificador estaba decorado con una palabra en letras enormes: ‘Rock N’ Roll’. Y fue el turno de los dos únicos temas de su primer disco en solitario que tocaron: las más reposadas ‘Wall Of Glass’ y ‘Come Back To Me’. Todo esto con un sonido óptimo y unas proyecciones muy efectivas en una inmensa pantalla situada detrás del escenario. Pero el auténtico apocalipse estaba a punto de empezar: nada más sonar los primeros acordes de ‘Morning Glory’, entre el abigarrado público de pista se prendió una (o varias) bengalas, que convirtieron el recinto en un pequeño infierno por unos momentos. Al siguiente tema, ‘Columbia’, otro hitazo de Oasis como el anterior tema, Gallagher tuvo que advertir a los tarados presentes que parasen con las bengalas…

 

Liam Gallagher (Foto: Hugo De Cominges)
Y dio paso a un bloque de cuatro temas de su nuevo disco: ‘Once’, ‘Why Me?, Why Not’, ‘Be Still’ y ‘The River’, que calmaron un poco los ánimos. A partir de ahí, ya sólo sonaron temas de Oasis. Primero dos temas menores, ‘Gas Panic!’ y ‘Lyla’ (el cachondo de Liam dijo que es entonces cuando tendrían que haber sacado las bengalas), y el resto una batería descomunal de clásicos: una esperadísima ‘Wonderwall’ coreada a pleno pulmón por todos los presentes; la queridísima y rockera cara B ‘Acquiesce’ (que bien merecería estar en uno de sus dos primeros discos); la efectiva ‘Roll With It’; la inconmensurable ‘Supersonic’; la preciosa balada al piano ‘Champagne Supernova’; y, como segundo bis para poner fin a una velada gloriosa, la adecuadísima ‘Cigarretes & Alcohol’. Liam, consciente de su éxito, se quedó unos minutos solo en el escenario, con los brazos abiertos y con la capucha de su parka bien enfundada, dejándose adorar. Al día siguiente repetiría en el mismo local, y con las entradas agotadas. Esta crónica, de tener título, bien podría ser ‘El retorno de unos pletóricos Oasis’. Veremos…

 

Fuente: @oasismania_uk
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El rock, especialmente si es de los 90s, es una de mis pasiones, junto al cine, los viajes y los videojuegos. Tampoco le hago ascos al indie, por descontado, y si tuviera que quedarme con tres grupos, algo muy complicado por otro lado, estos serían Jane´s Addiction, Pixies y Guns N´Roses. El periodismo musical no me da de comer pero alimenta al plumilla que llevo dentro.

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