Se cumplen 10 años de carrera musical de The New Raemon tal como lo conocemos hoy en día. Diez años de discos y letras de esas que remueven y agitan los posos de tristeza que se acumulan en nuestro ser vivencia tras vivencia. The New Raemon le canta a la vida, esa en la que la alegría se mezcla con la nostalgia y el paso del tiempo. Diez años de un artista que anoche piso la madrileña Sala But para repasar con sus seguidores todo lo que ha dado de si una década de canciones.
Avisó The New Raemon que tardaría en volver a Madrid y sus más fieles seguidores no fallaron. No era una noche fácil. Se acumulaban los conciertos en la ciudad – Franz Ferdinand tocaba en La Riviera-, pero valió la pena optar por un concierto en el que Ramón Rodríguez y la banda que le acompaña desde 2015 fueron desgranando una a una (casi) todas las canciones que han convertido al catalán en un referente del indie más intimista de este país.
Himnos ya, ‘La cafetera’ y ‘Sucedáneos’ dieron el pistoletazo de salida a un concierto que comenzó, incluso, 5 minutos antes de la hora prevista. The New Raemon iba por faena. Tenía hasta las 23h -1.30h de concierto- y 22 canciones seleccionadas. Ritmo trepidante, apenas descansos entre canciones y poca palabrería. Lo importante eran las canciones. Todo lo demás sobraba y restaba tiempo. Y el público, entregado, lo celebró. Se escuchaban peticiones y The New Raemon seguía a lo suyo. Tocando y cantando con esa voz que, con permiso de todas las demás, podría considerarse una de las mejores de su generación. A veces una tiene la sensación de que podría cantar sin micrófono y no pasaría nada.
Hubo canciones para todos los gustos. Y de todos los discos, incluso de ‘Lluvia y Truenos’ (2016), el disco fabricado a medias junto a Ricardo Lezón. Flotaba en el ambiente la ilusión de verlos juntos sobre el escenario, pero no fue así. No obstante, sí hubo invitado de lujo: Charlie Bautista. El músico de Egon Soda y productor se subió al escenario para acompañar a The New Raemon tocando la guitarra. Fueron 4 temas los compartidos, todos ellos de ‘Oh, rompehielos’ (2015). No faltaron tampoco canciones de ‘Libre Asociación’ (2011) como ‘Lo bello y lo bestia’ pese a que The New Raemon recordó irónico que “cuando salió no os gustó el disco”.
Se acercaba el cierre. “No haremos bises”, avisaba el catalán. Faltaron canciones como ‘Te debo un baile’, pero la última canción está reservada desde hace tiempo para ‘Tú, Garfunkel’. Y así, en plena comunión con sus seguidores, terminó un concierto rápido, pero intenso que me dejó con una idea en la cabeza. Imposible no disfrutar del talento y la voz de The New Raemon si te consideras amante de la música. Misión, la de no disfrutar y valorarlo, que se me antoja harto complicada. Ah, en septiembre habrá nuevo disco… y desde anoche que ya lo espero.