Asistir a un concierto de Micah P Hinson es disfrutar de dos shows en uno: el propiamente musical, y también el humorístico. Y es realmente admirable que una persona que las ha pasado tan putas como el “artista” (con comillas incluidas, como él se autoproclama) de Memphis tenga esta actitud vital. En las próximas semanas le podrás escuchar en nuestro programa ‘Common People’ en Radio Primavera Sound, y también podrás leer en esta web la entrevista íntegra que le hicimos antes del concierto de anoche en la sala Sidecar de Barcelona, incluido un regalito acústico exclusivo. Algunas de esas historias las contó después en un bolo de casi dos horas de duración, pero que fue emocionante y dinámico a la vez, gracias al potencial emotivo y catártico de sus canciones, y también al carisma, la verborrea y el gracejo natural de un Micah que es todo un personaje, tan genuino como espontáneo y entrañable.

Con puntualidad británica, el larguirucho crooner del Averno salió a las 22h solo y con su guitarra atrotinada con su nombre en el lomo superior de la misma, pegatina de ‘Fuck You I’m Batman‘, y dos carteles torpemente enganchados en el frontal de su instrumento, con las inscripciones ‘Choose Vanity Over Wisdom‘ y ‘This Machine Kills Fascists‘, como hizo Woody Guthrie 78 años atrás. En el taburete puso su libreta aún más atrotinada con fichas de las diferentes canciones, una manzana, una botella de cerveza, y la de leche que se había comprado a media tarde justo antes de encontrarnos con él (hace 8 años, en aquél show en Apolo con el brazo en cabestrillo y tocando el ‘Trompe Le Monde’ de los Pixies junto a Tachenko, se cascó una botella de Minute Maid). Y como buen genio y figura que hace lo que le viene en gana, empezó con su “hit” por excelencia, ‘Beneath The Rose’, enviando a tomar por viento todos los protocolos y formalismos del show business. ‘I Am Looking for the Truth, Not a Knife in the Back’ fue el primer acercamiento a su último disco, ‘When I Shoot You With Arrows, I Will Shoot To Destroy You’. Entre canción y disco suman 24 palabras. ¿Y por qué no?

Navegando entre el country y el folk, disperso, risueño y tambaleante, y fumando sin parar (“Me estoy quitando la vida poco a poco ante todos vosotros” (…) “me lo puedo permitir por el simple hecho de ser “artista”, aunque el resto no podáis“), Micah P Hinson fue trazando un camino de idas y venidas por toda su trayectoria (incluso recuperó algunas de sus canciones más antiguas, como ‘The Leading Guy’, o ‘The Last Charge Of Lt. Paul’), que cumple 15 años desde la publicación de su primer disco. Antes de esa ‘Oh Spaceman’ dedicada a uno de sus hijos, explicó la historia de su supuesta esterilidad (o eso le decían los médicos, antes de tener 2 hijos y esperar a una tercera, prevista para el 1 de mayo). Religión y naturaleza humana pasearon por las letras de canciones como ‘God Is Good’ o ‘Fuck Your Wisdom’ (o por ese cinturón con La Última Cena de Leonardo Da Vinci en la hebilla frontal), mientras Micah aprovechaba el espacio entre canción y canción para maldecir graciosamente a políticos o a los habitantes de Texas con carnet para comportarse como idiotas todo el tiempo, como si fuera un trovador castigador de las mediocridades de sus coetáneos(y también las propias) del siglo XXI. También hubo espacio para esa bonita versión de la canción popular ‘Kiss Me Mother Kiss Your Darling’, o para reírse de las señoras que le dicen que alguna de sus canciones es súper romántica y él asegura que está escrita desde el punto de vista de un depravado violador. Y también para descojonarse solo tras decir que él es quien lleva los pantalones en casa. Tras una hora y media de canciones y speeches, empalmó ‘2’s And 3’s’ con la repetición de un fragmento de ‘Oh Spaceman’ para irse al camerino antes de los bises.

Y éstos fueron igual de generosos que el resto del repertorio, aunque pareció acelerar alguna de las canciones del tiempo extra mientras miraba a su reloj, quizás pensando en las horas de carretera que le esperaban hasta su próxima parada de esta gira estatal: Bilbao. Sea como sea, empezó los bises con una cruda y enérgica versión del ‘Small Spaces’ de su último álbum, para recuperar el tono más pausado y bello con la bonita ‘The Sleep Of The Damned’ (ese inicio me recuerda al ‘Can’t Help Falling In Love With You’ de Elvis), la versión del ‘Not Forever Now’ de los Centro-Matic de Will Johnson (del que rajó tras su gira juntos de hace unos años), la preciosa ‘A Million Light Year’, o la final ‘My Blood Will Call Out To You From The Ground’. En total, dos horas menos cinco minutos para disfrutar de la música y reír a pierna suelta con alguien que hace espectáculo de sus extravagantes rutinas alucinógenas y de su complicada trayectoria vital y artística. Un Micah que provocó una sentida ovación de toda la sala cuando acabó agradeciendo de todo corazón a todos los presentes por haber llenado Sidecar hasta el sold out (“Soy pobre, y vosotros me ayudáis a pagar mi hipoteca, el seguro médico y la comida de mi familia“). Y te habríamos pagado algún vinilo también si no hubieras desaparecido después del show, dejando la mesa de merchandising vacía con gente haciendo cola y algún que otro listillo sin escrúpulos ni empatía ni sentido del agradecimiento hurtando alguno de tus discos. Micah P Hinson, genio y figura. Imposible no quererlo desde el fondo de tus entrañas.

Setlist:
- Beneath The Rose
- I Am Looking for the Truth, Not a Knife in the Back
- On The Way Home (To Abilene)
- The Leading Guy
- Oh Spaceman
- God Is Good
- ??
- Fuck Your Wisdom
- Take Off That Dress For Me
- It’s Been So Long
- Caught In Between
- Kiss Me Mother Kiss Your Darling
- The Last Charge Of Lt. Paul
- Drift Off To Sleep
- 2’s And 3’s / Oh, Spaceman
Bis:
- Small Spaces
- The Sleep Of The Damned
- Not Forever Now
- A Million Light Year
- My Blood Will Call Out To You From The Ground