Chk Chk Chk (Sala Apolo, 12/12/19)

Hay días que es mejor no levantarse de la cama, que parece que todo va mal, que no tienes ánimos ni para salir de casa, pero entonces acabas en un concierto y hay bandas que son capaces de transportarte a otro mundo, en donde reina la alegría, la energía y sobre todo mucho baile. Y te devuelven durante un buen rato la sonrisa. Pocos grupos conozco capaces de contagiar con su arrolladora potencia como !!!, también conocidos como Chk Chk Chk. Es evidente que no debieron pensar mucho en la era de internet y los buscadores a la hora de buscar nombre.

Llegamos temprano para poder ver un rato a la jovencísima telonera Izaskun González, conocida artísticamente como RRUCCULLA. La realidad es que nos encontramos con un panorama desolador. Apenas contábamos un par de decenas de personas y nos esperábamos un señor pinchazo en cuanto a aforo, teniendo en cuenta que en la sala de al lado de Apolo, tocaba La Bien Querida con sold out. RRUCCULLA nos sorprendió con su curiosa y extraña mezcla de estilos, entre los que podemos encontrar desde jazz, drum & bass y sobre todo mucha electrónica experimental. Se podía apreciar entre el publico asistente caras de todo tipo, desde los que estaban disfrutando de la propuesta hasta los más descolocados que no entendían nada de lo que estaba pasando. A parte de su música, podemos destacar sus muy cuidadas proyecciones que hacían mucho mas completa la experiencia.

Nuestros miedos en cuanto a aforo se disiparon en cuanto llegaron las 9. Parece que los fans de !!! no destacan por llegar temprano y había una entrada cercana al lleno. Los de Nueva York se hicieron de rogar unos minutos hasta que aparecieron por el escenario de Apolo, curiosamente sin las protecciones que suelen rodear el escenario, lo que hacía que todo el mundo tuviera acceso a primera fila del escenario. Nic Offer apareció, como no podía ser de otra manera, con un traje con pantalones cortos (otra cosa hubiera sido una decepción) y su compañera Meah Pace le acompañaba con un mono de lentejuelas en la que ya se podía anticipar la groove party de la que seríamos partícipes.

La banda centró su concierto en su nuevo disco ‘Wallop’, lanzado este mismo agosto, y empezó ni más ni menos que con 4 canciones seguidas de éste. Aunque se notaba que el público no conocía especialmente estas canciones, eso no fue impedimento para que el carisma del líder de la banda hiciera disfrutar desde el principio gracias a sus característicos bailes y su cercanía al público. Entonces, con su quinta canción, llegó el éxtasis con su primer gran hit ‘All My Heroes Are Weirdos’ sacado de su álbum más popular, ‘Myth Takes’ y pareció que Apolo se venía abajo (y una servidora se quedó sin voz). Después de este impasse, la banda siguió desgranando sus nuevas canciones con alguna pequeña concesión a recientes hits como ‘Freedom! ’15’ o ‘Dancing Is the Best Revenge’ entre bailes, coreografías y muchas bajadas del escenario de Nic Offer a menearse con la multitud, que solo quería más y más de él. Ni rastro de temas de sus dos primeros álbumes ni de gran parte de sus hits, los cuales se echaron un poco en falta, aunque la banda los suplió con actitud y mucha pero que mucha fiesta. Mención especial para Allan Wilson, su teclista, el cual aprovechaba la mínima ocasión para acercarse al público y marcarse unos bailes con nosotros.

El bolo terminó después de una hora y cuarto extenuantes en que acabamos encontrándonos en una atmósfera propia del verano. Todo el mundo estaba sudando, con una humedad en la que costaba respirar, pero con la misma sensación de felicidad que te dan los primeros días de agosto. En el fondo !!! son algo parecido a lo que comentaban de Lola Flores en el New York Times en 1953: Nic Offer no canta especialmente bien, no baila especialmente bien, pero por favor, no se los pierdan.