Excelente noche de soul la que vivimos este martes en La 2 de Apolo, en el estreno del club mensual Excitements Favourites, en el que la popular banda barcelonesa presenta a sus bandas favoritas: en este caso, Hannah Williams & The Affirmations. Pero la noche tenía también otro gran aliciente: y es que ésta era la última actuación en Barcelona de The Excitements con Koko-Jean Davis al frente. Cuesta pensar en esta banda sin una frontwoman tan carismática como la mozambiqueña, pero habrá que ver cuáles son los caminos que siguen ella sin la banda, y la banda sin ella. Sea como sea, guardaremos en el recuerdo las noches de torbellino soul que hemos vivido al ritmo frenético de esta enorme banda. Esta noche fue la guinda del pastel.

Como es habitual en la banda y en los preceptos clásicos del soul, empezaron calentando el ambiente en formato instrumental, y mientras sonaba ‘Chicken Pickin”, Adrià Gual introdujo a la gran protagonista de la noche, Koko-Jean Davis, para atropellarnos por última vez con esa energía huracanada y sexy que siempre nos hace pensar en cómo debió ser vivir los conciertos de la joven Tina Turner cuando incendiaba los escenarios junto a su marido Ike Turner. Temas de su último álbum ‘Breaking The Rule’ como ‘Back To Memphis’ o ‘Hold Together’ ocuparon la parte inicial de un show en el que hubo momentos para canciones frenéticas o baladas de erizar la piel, y para canciones de toda la trayectoria de los Excitements (‘Tell Me Where I Stand’, ‘I’ve Bet And I’ve Lost Again’, ‘Let’s Kiss & Make Up’, o la más reciente ‘The Mojo Train’), o también para clásicos del género, como el ‘I Can’t Please You’ popularizado por Jimmy Robins. La banda sonó compacta como siempre, y Koko cantó, saltó, bailó y abrazó y besó a los fans, en una de esas despedidas en que se mezclan la alegría del momento con la nostalgia del pasado y la esperanza de que sea sólo un ‘hasta pronto’. Te echaremos de menos y estaremos atentos a tus próximos proyectos, Koko!

Y de una despedida a una bienvenida: la de Hannah Williams & The Affirmations. La británica ya había actuado en la ciudad con formaciones previas como The Tastemakers, y en esta ocasión venía con su última banda, presentando el que hasta ahora es su último disco ‘Late Nights & Heartbreak’ (2016). Una propuesta también con mucha clase y elegancia, y con una puesta en escena igual de intensa pero más sobria en cuanto a energía huracanada sobre el escenario. Pero eso sí, Hannah provoca terremotos emocionales con ese portento vocal que logra hacerte estremecer o moverte sin parar, según el tipo de canción que cante. Y en su show en La 2 de Apolo hubo espacio para temas de mover las caderas o también de remover las entrañas. Desde el inicio con ese ‘Sinner’ que estrenó este año, hasta el último de los bises.

Perfectamente arropada por una banda que se mostró impecable, Hannah fue jugando con su voz y vistiéndola para la ocasión en cada momento, desde el funk de ‘Fool’, al soul de ‘Another Sunrise’; de ese ‘Tame In The Water’ que es pura Aretha Franklin a sonidos clásicos como ‘Look Into My Eyes’. También hubo tiempo para solos y para instrumentales como ‘7 AM To Seville’, o para la versión del ‘Dazed & Confused de Led Zeppelin incluida en su último álbum. Y el momento más emotivo de la noche llegó con ‘What Can We Do?’, cuando explicó que cada 4 de diciembre era una fecha muy especial para ella, porqué 22 años atrás perdió a su padre, pastor y melómano, gran amante de Catalunya y de su lengua y cultura, y uno de los grandes ‘culpables’ de su amor por la música desde bien pequeñita, cuando empezó a cantar en el coro de una iglesia a los 6 años. La noche concluyó con un par de bises con mucha reivindicación en los que cayeron temas como ‘Woman Got Soul’ o ese ‘Freedom’ en el que hiceron picar de palmas a un audiencia entregada, sonriente y sintiendo esa felicidad que te insufla el soul. Como su propio nombre indica, nos la calaron hasta el fondo de nuestras almas.
