Hacía semanas que esperaba con muchas ganas este concierto. Los londinenses Sulk volvían a Barcelona para presentar las canciones de su segundo disco, ‘No Illusions’, pero para mi era la primera oportunidad de verles. Hace bien poco que les descubrí, y esas infalibles melodías que no disimulan su adoración hacia los Stone Roses no han parado de resonar en mi cabeza en las última semanas, de manera casi obsesiva. Tras colarnos en su prueba de sonido para charlar con ellos (publicaremos la entrevista próximamente en esta web) y cenar algo más que un mendrugo de pan con pan, la noche de las ‘Barcelona Psych Nights’ la abrieron los locales Stay. Pop psicodélico a veces algo más guitarrero (con dejes vocales a lo Liam Gallagher), y a veces más meloso (o incluso, con sitar), buenas melodías y una sección rítmica contundente (espectacular su batería ido!). Si los mismísimos Owen Morris (Oasis, The Verve) o Andy Bell (Ride) han trabajado con ellos, y si el festival South By Southwest les ha elegido entre las 12 bandas españolas que irán este 2017, por algo será.
Entre temazo y temazo indie noventero sonando en la sala Upload, y con la tontería, se nos hicieron casi las 2 de la mañana cuando Sulk salían a escena. Con la sala llena (según nos dijeron, hubo gente que se quedó en la puerta por aforo completo) y unos cuantos incondicionales en las primeras filas, el quinteto británico empezó a atacar los compases de ‘Queen Supreme’ para meternos de lleno en un viaje nocturno a la psicodelia de sus melodías etéreas. Acompañados de luces sobrias, con una actitud más bien distante, y con Jon Sutcliffe acaparando la atención al frente: al principio con gabardina negra, después con camiseta de idéntico color, y con esas gafas de sol y ese peinado a lo príncipe de Beukelaer que tanta controversia generó esa noche en el sector femenino de la familia Indie Lover… tras ‘The Only Faith Is Love’ y ‘No Illusions’, soltaron la bomba de ‘Flowers’ que provocó el primer gran revuelo en las primeras filas. Menuda canción… flotábamos de ‘Drifting’ a ‘Down’, de ‘Black Infinity’ a ‘Love Can’t Save You Now’, mientras nos comíamos la noche a marchas forzadas. Las guitarras de Tomas Kubowicz y Andrew Needle flanqueaban al frontman en segundo plano, mientras Lewis Jones marcaba el ritmo al fondo y Jakub Starzynski trazaba lineas de bajo casi como si no estuviera allí. La oscura épica de ‘Back In Bloom’ dio pie al otro gran ‘hit’ de su debut, ‘Wishes’, para provocar nuevas fantasías y deja vus de Madchester en Barcelona, 25 años después. ‘Another Man Fades Dawn’ sirvió para cerrar el show…
…y una mierda pinchada en un palo. No habíamos aguantado hasta esas horas para rendirnos tan pronto. Y, no se lo digáis a nadie, ellos estaban flipando con la energía de la gente, y también querían más. Un precioso sueño que sólo podía retomarse con ‘Sleeping Beauty’ y los ojos cerrados. A esas horas de la noche también le dio por presentarse a ‘Marion Shrine’, con vestidos fuzz y un contorneo de bajo de aquellos que te quitan el hipo. Pero como todo lo bueno se acaba, llegó la contundente ‘End Time’. Y no hubo tiempo para más. Me faltaron ‘Diamonds In Ashes’, ‘The Big Blue’ o ‘Past Paradise’. O caras B como ‘Wishful Things’, o ‘There Is A Light In You’, o ‘A Photograph Of You’. Pero nos fuimos con aquella sensación que te dejan las noches inolvidables. Las que te hacen sentir terriblemente vivo. Las que, de aquí a unos años, comentaremos orgullosos con una sonrisa y el ego hinchado: “yo estuve allí”.
Setlist:
- Queen Supreme
- The Only Faith Is Love
- No Illusions
- Flowers
- Drifting
- Down
- Black Infinity (Upside Down)
- Love Can’t Save You Now’
- The Tape Of You
- Back In Bloom
- Wishes
- Another Man Fades Down
Bises:
- Sleeping Beauty
- Marian Shrine
- End Time