Royal Blood (Sant Jordi Club – 30/11/2017)

Royal Blood @Sant Jordi Club, Barcelona

Con puntualidad británica, el duo de Brighton Royal Blood, formado por el bajista y vocalista Mike Kerr y el batería Ben Thatcher, iniciaron en el barcelonés Sant Jordi Club la que sería una actuación antológica. Servidor no llegó a tiempo de ver a los teloneros Black Honey, pero tengo que reconocer que el pabellón se le quedó un poco grande al grupo: el clásico telón negro que lo partía por la mitad no consiguió disimular los numerosos huecos existentes (algo de agradecer para la comodidad de los asistentes, por otra parte). Vamos, que en una sala como Razzmatazz hubiesen arrasado (su anterior visita, hace dos años y medio, fue en el Apolo).

Empezaron con ‘How did we get so dark?’, primer tema de su flamante segundo y nuevo álbum. La sorpresa es que el dúo iba acompañado de un par de coristas, a las que por cierto sólo se distinguió en este tema. Posteriormente volverían puntualmente a escena, pero su papel sería testimonial, pues los atronadores bajo y batería cubrían todo el espectro de sonido…

El escenario estaba aderezado por dos muros en angulo recto repletos de leds, que proporcionaron un muy efectivo juego de luces. Pero la verdadera estrella del cotarro fue Mike Kerr: alternando entre tres bajos distintos, a cada cual más molón, fue capaz de extraer de éstos los sonidos alucinantes que pueblan sus dos álbumes, y que se asemejan a guitarras con toneladas de distorsión. También muy correcto en la parte vocal, en cuanto a su faceta de entertainer se mostró más reservado: algunas escuetas palabras para saludar al personal, animarle a pasarlo bien, o reconocer que estaba borracho (no lo parecía)…

Por su parte, Ben Thatcher también cumplió con creces su labor percusiva, aunque en mi opinión el volumen de su batería se podría haber amplificado un poco más. El grupo fue alternando los temas de ambos elepés, que tocaron casi por completo. Al final del contundente ‘Little monster’ no faltó un solo de batería (afortunadamente, no demasiado largo), mientras que en el inicio de ‘Hole in your heart’ se incorporó un teclado tocado por Kerr.

De los temas nuevos, destacaron la muy groovie ‘She’s creeping’, así como los potentes singles ‘I only lie when I love you’ y ‘Hook, line & sinker’. Y en cuanto a los tres temas finales, fueron clásicos de su debut: la arrolladora ‘Figure it out’ y las no menos atronadoras ‘Ten tonne skeleton’ y ‘Out of the black’, esta última alargada en una enérgica jam final. En resumen, un inmejorable bolo de rock alternativo de casi hora y media, a cargo de dos músicos que parecían el doble. Menos es más.

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El rock, especialmente si es de los 90s, es una de mis pasiones, junto al cine, los viajes y los videojuegos. Tampoco le hago ascos al indie, por descontado, y si tuviera que quedarme con tres grupos, algo muy complicado por otro lado, estos serían Jane´s Addiction, Pixies y Guns N´Roses. El periodismo musical no me da de comer pero alimenta al plumilla que llevo dentro.

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