El Primavera Sound 2022 llega a su fin. A falta del Brunch On The Beach y las fiestas de cierre del domingo en Apolo y Razzmatazz, la 20ª edición del festival barcelonés pone punto y final, en un aniversario agridulce: ultramasificación, servicios insuficientes y problemas organizativos inéditos hasta la fecha, desproporción desmesurada de público internacional respecto a una audiencia local cada vez más minoritaria y arrinconada, y una experiencia musical cada vez más incómoda para el asistente dejan muchísimas sombras sobre el modelo de cara al futuro de un festival que confirmaba en la rueda de prensa de balance final que esta próxima semana se firmará la renovación para continuar en Barcelona hasta, como minimo, 2027. A partir del próximo año, eso sí, se volverá a hacer sólo durante un fin de semana en Barcelona (del 1 al 3 de junio de 2023), y otro en Madrid (del 8 al 10).
En los próximos días compartiremos nuestras reflexiones sosegadas sobre todo lo que ha pasado en un festival en que, una vez más, lo mejor ha sido un cartel espectacular y variado. Y sí, claro, las cifras de récord son para echarse a temblar: a los 220.000 espectadores acumulados en el primer fin de semana hay que sumarle 40.200 en los conciertos en salas de Primavera a la Ciutat, y 240.000 más en este Weekend 2 (79.000 personas el jueves, 81.000 el viernes y 80.000 el sábado). En total, cerca de medio millón de personas acumuladas, en un evento que ha tenido un impacto económico en la ciudad de 349 millones de euros, sólo superado por el Mobile World Congress…

SÁBADO 11
Como hemos ido haciendo en cada jornada del segundo fin de semana en el recinto del Parc del Fòrum, Àlex Vidal, Ruben García y Rosa Cañizares nos explican sobre el terreno lo que está pasando allí en este Weekend 2 del festival barcelonés. Empezábamos esta 11ª y última jornada del festival con los clasiquísimos entre clasiquísimos del Primavera Sound: Shellac, que tocaban por 14º año en 20 ediciones. Como siempre, agradecidos al festival, en un concierto anárquico, enérgico y con guitarras noventeras. Otro de los grandes momentos de este Primavera Sound fue el retorno de Antònia Font, tras más de una década. Con el disco ‘Un Minut Estroboscòpica’ publicado semanas atrás bajo el brazo, estrenaron en directo muchas de sus canciones (la que le da nombre al álbum, ‘Oh La La’, ‘Miquel Riera’, ‘Una Daixona De Pols’, ‘Amants Perfectes’ o ‘Venc Amb Tu’). En una de las pocas oportunidades en todo el festival en que el público local pudo hacerse sentir, los mallorquines hicieron enloquecer a los fieles en un concierto tierno y emotivo que fue de menos a más. Y no faltaron, claro, éxitos de su discografía como ‘Calgary 88’, ‘Me Sobren Paraules’, ‘Clint Eastwood’ o ‘Alegria’.

Los sonidos negros tuvieron su protagonismo con una nueva actuación de Jorja Smith y ese r’n’b que provocó los coros del público británico. Y también con esa perla que es Celeste (te la hemos puesto alguna vez en el podcast de novedades ‘¡Por Fin Es Lunes!‘), que volvía al Primavera 3 años después, y tras cantar la semana pasada en el Jubileo de la reina inglesa. La británica recoge como pocas la herencia del soul clásico y de las grandes divas del jazz (Billie nuestra que estás en los cielos…), y regaló uno de los conciertos más sentimentales y emotivos de todo el festival. Cello, guitarra y una voz sedosa y celestial para hacer volar canciones como ‘Love Is Back’, la inédita ‘This Is Who I Am’, o la maravillosa ‘Strange’. Como para no verter unas cuántas lágrimas…

Los Rolling Blackouts Coastal Fever sigue siendo una de las bandas más refrescantes y excitantes de la escena independiente, y llegaban presentando su nuevo disco, ‘Endless Rooms’. Si bien las nuevas canciones quizás bajen un pelín las revoluciones, sus guitarras tintineantes continúan provocando chispazos de emoción. Una lástima que no hubieran tocado un día antes para coincidir con su compatriota Stella Donnelly y compartir alguna canción, como días atrás en Irlanda o Escocia. Uno de los grandes momentos de la noche llegó con Yeah Yeah Yeahs: Karen O, Nick Zinner y Brian Chase empezaron con su reciente single ‘Spitting On The Edge Of The World’, tocaron otras canciones de su próximo disco ‘Cool Down’ que sale el 30 de septiembre como ‘Wolf’ o ‘Burning’, y remataron con clásicos de su repertorio como ‘Maps’, ‘Heads Will Roll’ o el bis con la sucia ‘Date With The Night’. Y es que, en el fondo, nunca han dejado de ser un poco bastante punks, y lo demuestra Karen (artista total!) con esas poses a lo Iggy Pop, arrancando la cinta a bocados o destrozando el micro.

Mientras los escoceses Mogwai edificaban sus habituales muros de sonido post-rock, Tame Impala ofrecía el segundo concierto en 9 días en los escenarios de Mordor, con parámetros similares: un setlist muy parecido, espectacular juego de luces y rayos led, y un pequeño susto en el público justo antes de los bises con ‘Runway, Houses, City, Clouds’. Unos bises donde esta vez no hiceron el ‘Last Nite’ de los Strokes, cumpliendo su promesa de la semana anterior de que iba a ser algo único. También repitieron Phoenix tras su notable show del miércoles en Poble Espanyol, con un repertorio bastante similar e igual de efectivo. El punk gamberro de Viagra Boys provocó una auténtica orgía hooliganesca y depravada, con pogos descontrolados y una actitud salvaje de un Sebastian Murphy que es una auténtica bomba de relojería. Fue un concierto breve pero muy intenso, con balas como ‘Ain’t No Thief’, ‘Troglodyte’, ‘Ain’t Nice’ o ‘Sports’. Un magnífico broche de una última jornada en la que también tocaron The Weather Station, Pond, Sky Ferreira, Derby Motoreta’s Burrito Kachimba o Soleá Morente, entre much@s otr@s artistas. Y, por supuesto, años después pudimos acabar bailando hasta que se hizo de día con DJ Coco.
