Llega la tercera jornada del Primavera Club en Barcelona, la del domingo que cierra el festival. Y con la resaca de las dos noches anteriores enfilamos de nuevo la Sala Apolo convertida en laberinto. Aunque ya había recorrido sus caminos en numerosas ocasiones el viernes y el sábado, puesto que mi sentido de la orientación es prácticamente nulo, vuelvo a tener problemas para llegar al escenario y me quedo sin primera fila. Pero he llegado y eso es lo que importa.
Empezamos en la 2 con los barceloneses Keems, que nos presentan los seis temas que dan forma a sus dos EPs Tartle (2016) y The Shape of Things to come (2017). Poseen un sonido intenso de ese que se te mete por los poros y te cala hondo. Un sonido que sigue de cerca el post-rock y el noise-pop. Quizá sea arriesgado decirlo, pero a ratos me recordaban a Sonic Youth, y en otros momentos a mis queridos Polar. En cualquier caso, se me hizo corto. Y eso siempre es bueno.
Toca ir a la sala principal donde ya suenan los primeros acordes de la guitarra acústica de Núria, que también pone voz a la banda barcelonesa: Intana. Enseguida caes rendido ante esa preciosa voz, y te enamoras perdidamente de esas melodías, que basculan entre un folk americano muy en la línea de bandas como The Grand Archives y un pop de tintes minimalistas, interpretadas con una perfecta delicadeza y elegancia. Algo muy íntimo que comparten con cierta timidez. Una actuación que te lleva a un dulce letargo del que no querrás salir.
Avanzamos para cambiar de registro y adentrarnos en algo totalmente diferente, la electrónica de Happy Meals. Un dúo de Glasgow que nos traen un directo a base de voces pop mezcladas con la electricidad del acid-house o el electro más minimalista. En líneas generales, pop analógico, que sinceramente no me emocionó demasiado…
Es el turno ahora del cuarteto de Oxford, Low Island, en su primera visita a España. Y lo hacen en el escenario de la sala principal. Empiezan y me parece que están en la onda de los anteriores Intana, pero según avanza la actuación, hacen un viraje, que no un cambio de rumbo, hacia otros sonidos. Si los tres primeros temas dejaban entrever influencias como The Cure, de aquí en adelante hacen menos uso de las guitarras y más de los teclados y toman un paralelismo con Radiohead que es imposible pasar por alto. En definitiva un concierto para disfrutar con todos los sentidos.
De vuelta en la 2, me encuentro con la tempestad después de la calma… La antítesis de lo que acababa de experimentar. Desde Bélgica, Cocaine Piss. Glam. Punk. Caos. Ritmos eléctricos que convierten las primeras filas en un hervidero de saltos y convulsiones. La vocalista desprende una energía y una fuerza contagiosa que crea una conexión tremenda con el público. A mi alrededor solo veía esas medias sonrisas que preceden a la carcajada. Y cuando parecía que el show ya no podía ir a más, se baja del escenario, y mientras la banda descarga punk-rock furioso sobre nosotros, ella canta los tres últimos temas mezclada con el público, disparando una voz penetrante mientras recorre la sala de un lado a otro como un rayo en medio de la tormenta. Un final que no dejó a nadie indiferente.
Era el momento de una banda que me despertaba mucho la curiosidad, los londinenses Superorganism, que cerraban la velada y el festival. Llevan chubasqueros de colores, panderetas con serpentinas, gafas 3D, purpurina… una estética divertida pero muy cuidada. Arrancan y descubrimos un dream pop suave, muy espacial que te transporta a un mundo de ciencia ficción. Como meter en una centrifugadora a Stereolab, Pizzicato Five y Everything But the Girl, aunque más bailables quizá. No puedo dejar de mencionar que todo el show iba perfectamente coreografiado, todo estudiado al milímetro. Y acompañando a la música unas proyecciones que hacían que todo funcionara como los engranajes del reloj más preciso del mundo. Pero todo tiene que acabar y se despiden de nosotros y del festival.
Ha sido una velada muy buena y ahora solo espero encontrar la salida del laberinto y no permanecer aquí perdido hasta el próximo Primavera Club.
(Puedes encontrar también en esta web las crónicas y fotogalerías del festival del viernes y la del sábado)