Hay grupos con nombres impronunciables y luego está !!! (chk chk chk). Debo confesar que las primeras veces que los nombraba me refería a ellos como “los de las tres exclamaciones” o “los cehachekacehachekacehacheka”, así, todo junto… ay, pobre ingenuo… Bueno, sea como fuere, el 25 de octubre nos visitan en Barcelona. Pero no estarán solos, antes, a modo de entrante, teloneando a los californianos, estarán Playback Maracas. Y yo, como buen Indie Lover, los visito a ellos en la sala Apolo.
Es miércoles y la sala está medio vacía. El escenario oscuro. Playback Maracas arrancan. Son Eloi (Batería) y Alex (bajo-guitarra), un dúo de Mataró. Electrónica con camisas hawaianas. Atacan con cajas de ritmos, sintetizadores, teclados, samplers, vocoder… Y de ese compendio de maquinitas y aparatitos electrónicos surge una mezcla muy experimental y caótica de house, pop, ritmos latinos y psicodelia, que resulta bailable, pero que a mi me confunde en gran medida. La batería suena salvaje en comparación a los loops tropicales de bajo y guitarra. Es una de esas guitarras con dos mástiles que hace las veces de bajo y de guitarra, y que estéticamente nunca me gustó, me temo. En parte de la actuación los acompaña un saxofonista que aporta un rayo de luz entre los crudos reefs de guitarra y las composiciones robóticas. En mi opinión, una propuesta que entusiasmará al público del Sónar.
Sigue siendo miércoles, pero ahora la sala está llena. Llenísima. Todo listo para !!! (chk chk chk). Veremos como defienden las canciones de su último disco, “Shake The Shudder”, en directo. Aunque después de haberlos visto varias veces, estoy seguro de que no van a defraudar. El Escenario se ilumina. Aplausos. Silbidos. Sale primero la banda, Mario Andreoni (guitarra), Tyler Pope (guitarra, sintetizador), Justin Vandervolgen (bajo), John Pugh (batería) y Allan Wilson (teclados). Mientras ocupan sus posiciones, Lea Lea, la voz femenina de la banda, sale con muletas, parece que una escayola envuelve su tobillo y tendrá que cantar desde la silla, pero eso no es impedimento para disfrutar de su voz y de su energía. Luces, bola de discoteca y ¡empieza la fiesta! Tras los primeros compases Nic Offer, vocalista, showman y líder, aparece en escena y se desata una orgía sonora de funky, dance y rock al más puro estilo Chicago que hace que toda la sala enloquezca.
Empiezan con NRGQ uno de los temas nuevos, que suena muy funky, y ya nos tienen en el bolsillo. De aquí en adelante Nic y los suyos ofrecen temas variados, One Girl/One Boy, Freedom’15 o Our Love (you can get), y lo hacen in crescendo, y es que el frontman, con sus shorts y su americana, atuendo ya característico, sabe llevar la actuación en línea ascendente sin flaquear ni un momento a través de una vorágine rítmica de puro disco. Y es que el cantante es todo un líder. Si Nic te dice que bailes, tú bailas; si Nic te dice que levantes las manos, tú las levantas. Es así. Mientras tanto siguen tirando temas, The One 2, que abre el disco y en directo suena más electro y más bailable, o Dancing Is The Best Revenge, también del nuevo disco.
Hacen bailar a todos, desde la primera a la última fila. Hasta Nic baja a bailar con el público mientras el resto de la banda sigue regalando ritmo. Pero el show va acercándose a su fin, y con Slyd se acaban las ondas del espacio exterior. Una hora y cuarto que se hace corta. Agradecen la asistencia y se despiden del público, del Apolo y de Barcelona. Se van con la convicción del que se sabe ganador.
Aún es miércoles y la sala ya está vacía. Me quiero ir pero no puedo, Nic no me ha dicho que me vaya…
FOTOS: Judit Jaumà