Hay conciertos que alteran, que excitan y que te iluminan. Esos en los que la música se te mete dentro y empieza a jugar en tu interior, y tu cuerpo no puede más que seguir la energía sónica que rebota en tus paredes como una bola en un pinball, en total fase de descontrol. Conciertos que convierten un vulgar martes en un día que recordar. Conciertos en los que te giras y la gente de alrededor no puede parar de sonreír, de cantar o de bailar, o incluso todo a la vez. Conciertos que son como un torrente de aire fresco entrando por la ventana en un piso que lleva semanas cerrado por vacaciones. Y justo de esos conciertos vivimos anoche en la sala Razzmatazz 2. Y digo conciertoS, en plural, porque Nation Of Language y Wings Of Desire nos regalaron dos bolazos, uno detrás de otro, en la primera de las fechas estatales de la gira organizada por Primavera Tours que también les lleva a Madrid y Valladolid.

Anunciados como teloneros el día antes del show, Wings Of Desire llegaban a Barcelona por primera vez, justo el día en que estrenaban su nuevo single, ‘A Million Other Suns’ (y que, curiosamente, no tocaron). El proyecto está liderado por James Taylor y Chloe Little de Inheaven, con los que habían tocado en la sala 3 en 2017. Aquí en formato cuarteto junto a batería (Nicholas A. Mills) y bajista (Elliot Morgan), desplegaron un set de escasa media hora, pero de una intensidad sin tregua ya desde el inicio, con la épica de ‘Runnin”. Y seguramente esa es una de las palabras que mejor definen sus canciones, épica, combinando guiños más oscuros con crescendos vestidos con las armonías vocales de James y Chloe. Centraron el set en los dos EPs que sacaron el año pasado, ‘End Of An Age’ (lo tocaron entero) y ‘Amun-Ra’, además de su penúltimo single hasta la fecha: ese ‘Perfect World’ de este mismo 2022 con un piano que parece el de ‘Born To Run’, pero como si lo cantaran Arcade Fire.

Con un magnífico sabor de boca, llegaba el turno de Nation Of Language. Por los altavoces de la sala empezó a sonar Lou Reed entonando el ‘Perfect Day’, como previo aviso de lo que iba a ser este martes musical. Y salieron el matrimonio Ian Devaney – Aidan Noell junto a Alex Mackay de los Cutouts, que en esta gira ha sustituído a Michael Sue-Poi. Los hipnóticos sintetizadores de Aidan le pusieron el colchón perfecto al vozarrón de Ian para empezar con la irónica ‘In Manhattan’. El bajo de Alex ganó protagonismo, y con las bases de ‘Rush & Fever’ empezó la fiesta synth-pop. Ian no paraba de moverse de un lado a otro, contorneándose como Michael Hadreas de Perfume Genius; Aidan saltaba y cantaba a su aire las letras de Ian, moviéndose seductora y sibilinamente. Y Alex se mantenía en un discreto segundo plano, pero marcando el ritmo con el bajo.

Con ‘The Grey Commute’ Ian cogió la guitarra, emulando su pasado en una banda rock (atent@ pronto en esta web a todo lo que nos explicaron en la entrevista que les grabamos poco antes del concierto). Y a medida que pasaba el show te ibas dando cuenta de las múltiples influencias de una banda que ha bebido tanto de O.M.D. como de Kraftwerk, New Order o bandas de krautrock y la New Wave. Y a pesar de todos esos elementos clásicos, suenan frescos y con toda la fuerza de las grandes melodías pop, como la descomunal ‘On Division Street’, ‘September Again’… y toda una colección de canciones que podrían formar parte de grandes bandas de los 80.


La segunda mitad del set la empezaron recuperando una de las primeras canciones de la banda, ‘I’ve Thought About Chicago’, antes de frenar un poco con la magnífica ‘Wounds Of Love’ que tod@s podemos aplicar a nuestras propias experiencias (“I can’t stop this old feeling in my heart. I could never say it enough you don’t belong in my heart … Can I ever get past the wounds of love? No“). Borramos caras que no convienen de nuestra mente, y es que quedaba un tramo final de show que iba a convalidar por 3 meses de gimnasio: los ojos iban locos buscando los movimientos de anguila de Ian y volviendo una y otra vez a clavarse en Aidan, oh nuestra reina de los teclados. La robótica ‘Friend Machine’ nos dejaba a las puertas de uno de los grandes momentos de la noche: “Reeling from the moment. I stumbled on the life we left behind. Crippling innuendo. Unaffiliated but waiting on the side…“. Y vaya que si simulamos una mejor vida con nuestras mentes fracturadas, en eufórica comunión, palmas, saltos, sudores y la excitación de las grandes ocasiones.
El trío se fue, la gente no paró de gritar y corear el ‘Seven Nation Army’, y enseguida salieron a completar el ritual. Encendieron el ‘Automobile’ para coger carrerilla, y agarrémonos que vienen curvas: justo esta semana se cumplen 2 años de la primera vez que pinchaba Nation Of Language en el podcast ‘¡Por Fin Es Lunes!’, y ‘The Wall & I’ sigue sonando igual de apoteósica y majestuosa. Pero la energía extra de un directo cristalino y rotundo la hizo crecer hasta límites insospechados, en plena embriaguez sonora colectiva. Miradas y sonrisas cruzadas con las dos chicas de mi izquierda que no pararon de cantar en todo el concierto, también ebrias de energía sónica. Y sin darnos tiempo para respirar, y con James Taylor nuevamente sobre el escenario, nos pusieron a caminar sobre la fina linea de meta. Hubiérmos querido morir 100 veces para cruzarla en tantas otras ocasiones, pero el show acabó cuando se cumplía una hora del inicio. Me faltó la joydivisiana ‘Indignities’ o cualquier otra de las que no sonaron, pero sonrisas y sudores delataban lo que acabábamos de vivir. “Por una hora he sido feliz“, comentó una amiga al acabar. Y no se me ocurre mejor resumen que ese.

Setlist Nation Of Language:
- In Manhattan
- Rush & Fever
- The Grey Commute
- On Division Street
- September Again
- I’ve Thought About Chicago
- Wounds Of Love
- Whatever You Want
- Friend Machine
- This Fractured Mind
Bis:
- Automobile
- The Wall & I
- Across That Fine Line

Setlist Wings OF Desire:
- Runnin’
- Be Here Now
- Chance Of A Lifetime
- Better Late Than Never
- Perfect World
- Choose A Life
- 001