The Natvral (Sala Vol, 02/05/22)

Empezamos la maratón de conciertos del mes de mayo (bueno, o continuamos la de los 3 últimos meses…), y lo hacemos con The Natvral, el nuevo proyecto de Kip Berman de los grandiosos Pains Of Being Pure At Heart que nos explicaba recientemente en esta entrevista. Nada más llegar a la Sala Vol, ahí está Kip en la parada de merchandising, leyendo tranquilamente un libro y esperando la hora de inicio del que va a ser el concierto de presentación de ‘Tethers’, el que fue disco de debut de esta nueva aventura musical marcada por su doble paternidad que convirtió el shoegaze y el noise pop de los Pains en folk rock de corte clásico y que, personalmente, me recuerda sobre todo a Dylan.

The Natvral (Foto: Ignasi Trapero i Martínez)

Pasan pocos minutos de las 21h cuando Kip sube al escenario, donde le espera su guitarra eléctrica, que le va a dar algo de guerra esta noche. Viene él solo, sin banda de acompañamiento, dispuesto a que las canciones se defiendan por sí solas con mayor desnudez que en el disco. Y empieza con ‘Tears Of Gold’, y esas referencias a la diosa nórdica Freya que funcionan como metáfora de la lejanía con su mujer y sus hijos y las lágrimas doradas que caen por sus rostros. A pesar de esa distancia, Kip se siente en casa en Barcelona, 13 años después de su primera visita con los Pains, y tras haber tocado unas cuantas veces en todo este tiempo (la última, de hecho, él solo también en la Vol, unos meses antes del confinamiento). Justo después, toca con tanto ímpetu uno de los singles de ‘Tethers’, ‘Why Don’t You Come Out Anymore?’, que se le rompe la cinta que sujeta la guitarra, que debe ser sustituída. Berman explica que hace tanto tiempo que no tocaba, que casi vuelve a sentirse un principiante (cosas de la paternidad y de la pandemia).

Tras otros dos singles del disco de debut (‘Sun Blisters’ y la bella ‘New Moon’), llega la primera versión de la noche, de su admirado Billy Bragg: ‘St. Swithin’s Day’, canción de amor del habitualmente reivindicativo cantautor y activista británico. Tras las agridulces (y preciosas) ‘Sylvia, The Cup Of Youth’ y ‘Stay In The Country’, Kip abre el setlist para que la audiencia escoja qué canción de los Pains quiere oír. Mientras un chico no acierta a decir el título que quiere, en mi cabeza se agolpa una catarata de deseos (¿digo ‘Everything With You’? ¿’Higher Than The Stars’? ¿’Say No To Love?’…). Alguien más atrás grita bien fuerte ‘Young Adult Friction’, tod@s l@s presentes compramos la petición, y Kip se arranca rasgando su guitarra y llevándonos a todos a un viaje de algo más de una década atrás. Cuántas veces habremos escuchado aquél fantástico disco homónimo de debut, y cuántas veces fuimos a verles y a que nos hicieran sentir vivos con aquella colección de himnos: sala Bikini, Razzmatazz 2, Primavera Sound… exhausto por el derroche de energía, Kip continúa el deja vu a menos revoluciones, con la que fue cara B de ese mismo single, ‘Ramona’, antes de acabar el set con la primera canción que escribió para The Natvral: ‘Home’, otro alegato a su nueva vida familiar (“I’ve been down, down, down every road, and all I want is to turn back home“).

Tras pedir una cerveza en la barra, Berman vuelve a subir al escenario a completar la noche: cae una tercera canción de TPOBPAH, y es ni más ni menos la primera que sonó la primera vez que le dimos al play al ya citado disco de debut (por entonces, un CD): ‘Contender’. Con la segunda cinta de la guitarra salida y una cuerda rota, Kip ironiza sobre la maldición que le ha caído encima esta noche, y decide ponerle punto y final con otra de las influencias que sobrevuelan ‘Tethers’: un tal Leonard Cohen, y una tal ‘Chelsea Hotel #2’. Por enésima vez sientes el increíble poder de la música para trasladarte a otros lugares y otras épocas, y da vértigo pensar en el vacío que separa a tu YO de 2009 y al de hoy en día. Aunque quizás, en el fondo, sigue siendo el mismo.