Quizás sea síndrome de Peter Pan o alguna disfunción cerebral similar, pero uno siente una pequeña alegría cada vez que escucha nuevas bandas con componentes jóvenes que siguen apostando por las guitarras. No tanto por una necesidad de aprobación de los propios gustos (lo que nos gusta nos gusta y punto, y no necesitamos que nadie nos diga si está bien o no porque tenemos nuestro propio criterio, firme y asentado por la experiencia de décadas escuchando música diversa sin parar); pero quizás haya algo de no entender ni digerir, o incluso una repulsa visceral, hacia nuevos géneros escuchados mayoritariamente por gente joven que nos dejan el alma más fría que una sepia de una tienda de ultracongelados. Y, por extensión, no querer que se nos asocie a la intolerancia que podían tener las generaciones adultas ante las corrientes musicales idolatradas por la juventud en cada momento de la historia. Todo lo esto lo digo en plural mayestático, pero básicamente hablo por mí, está claro…
Este rollazo inicial viene a cuento de mi experiencia con Carrera, joven banda madrileña que forman Hanna Grande, Carla Silván, Gonzalo Barbero y Tomás Avilés. Una de tantas que descubrimos durant el confinamiento, con un EP homónimo con sonidos de crudo y oscuro shoegaze que nos llamó la atención y nos puso sobre su pista. Meses después empezaron a compartir singles como ‘Feliz No Cumpleaños’ o la contundente ‘Anticasting’, con textos llenos de desencanto vital y un sonido más pulcro pero igualmente intenso y desgarrado. Y es que, a pesar de todos los inconvenientes generados por la pandemia, pudieron grabar en Granada el disco de debut que sale este viernes, ‘Cabeza En Rutina‘ (TBC Records, 2022), y con el que aspiran a lograr tu atención sonora, entre la ultrasaturada oferta de la industria musical postpandémica.
INDIE LOVERS: Primero de todo, explicadnos quién sois Carrera, de dónde venís y a dónde vais…
HANNA: Carrera somos Carla, Tomás, Gonzalo y Hanna. Somos 4 amigas de Madrid que llevamos tres años y pico tocando juntas. En este 2022 estrenamos nuestro primer disco, que se llama ‘Cabeza En Rutina’. Estamos muy contentas y tenemos muchas ganas de presentarlo. Lo grabamos en marzo del año pasado. Llevamos con el disco en la recámara bastante tiempo, y sale este 6 de mayo.
Ahora entraremos en detalle con el disco. Antes de Carrera, habíais estado en otras bandas, ¿no?
TOMÁS: Sí, yo había estado en Noise Nebula, Hanna y Gonzalo compartían Homegirl, y Carla había estado en Mayo. Ese es el resumen más sintético que podemos hacer.
¿Y cómo os conocéis y cómo surge el proyecto de Carrera?
TOMÁS: Empezó con la idea de intentar hacer un grupo con unos Casio de juguete. Fui a un ensayo de Homegirl, les vi, y me apetecía mucho montar una banda con la que tocar en el local. Fue quedar con Gonzalo y con Hanna y, poco a poco, empezar a hacer las canciones. Salió como muy natural en el local de ensayo. Es verdad que era como un reto escribir en castellano. Luego, de primeras, nos entendimos súper bien musicalmente y salieron ya cosas que metemos en este disco, y otras que formaron parte del EP anterior. Casi en los dos primeros ensayos.
Tú, Carla, te incorporaste un poco más tarde, ¿no?
CARLA: Sí, justo el año pasado, en diciembre.
¿Los conocías previamente, o cómo fue todo?
CARLA: Sí, a Hanna ya la conozco de hace tiempo. Y coincidía también con Tomás en el local. A Gonzalo es al único que me faltaba por conocer, pero sí que nos íbamos viendo poco a poco, y me iban enseñando las maquetas que iban haciendo.
Buscando en otras entrevistas, me ha hecho mucha gracia que cada vez que hacéis una os buscáis una etiqueta diferente (por la cosa ésta que tenemos los periodistas de estar siempre poniéndolas o clasificándolo todo para intentar explicar con palabras el tipo de música que hace un grupo). El día en que estamos grabando esta entrevista, ¿cual sería la etiqueta que pondríais para explicar lo que hacéis a alguien que no conozca a Carrera?
HANNA: ¿Puedo decir la que dije ayer que me gustó mucho?
TOMÁS: (risas) ¡Sí, yo estaba esperando que respondieras tú!
HANNA: Vale, pues a dia de hoy, Carrera es un grupo de pop para gente que se lava los dientes cada vez que come.
(risas) ¡Tenéis mucho público potencial ahí! Aunque también hay mucho que no, ¿eh…?
HANNA: Porque hay gente que se los lava dos, tres veces al día. Pero también hay gente que cada que come se los tiene que lavar.
A mí me pasa, ¿eh? (risas) Soy como muy quisquilloso con esto…
HANNA: Pues eres nuestro público objetivo.
(risas) ¡Ahora entiendo por qué me ha gustado el disco, vale!
(risas)
Venga, pues explicadme un poco cómo fue la grabación del disco, porque ya veníais del EP previo y algunos singles, y este álbum estaba ahí en la nevera, que no salía, que no salía, y al final lo tenemos aquí.
CARLA: Bueno, yo no sé desde cuándo contabais con las maquetas que habías grabado en el local, pero ya había como una idea previa de los temas.
HANNA: Sí, como decía Tomás, hay temas de este disco que los tocábamos casi desde el inicio de Carrera, y desde antes de las canciones del EP. Existían desde hace mucho, pero la oportunidad de grabar se nos dio muy poco antes de hacerlo, en realidad. Y, desde que Carla entró en la banda, pasaron 2 meses hasta que entramos a grabar. Fue entrar ella y se hizo la luz.
CARLA: (risas) Cambiamos ‘Feliz No Cumpleaños’, y luego hicimos ‘Anticasting’, ‘Cabeza En Rutina’ y ‘La Primera De Muchas’.
¿Fuiste un punto de inflexión para la banda, Carla?
CARLA: (risas) No sé, yo creo que hay canciones más tranquilitas desde entonces.
(risas) Os iba a preguntar algo de eso luego, pero explicadme antes la experiencia en Granada, grabando el disco…
HANNA: Sí, fuimos al estudio de Carlos Díaz.
¿Por qué le elegisteis a él y cómo fue una vez allí?
HANNA: Pues Raúl Lorenzo, que es nuestro amigo y técnico de confianza, nos propuso la oportunidad de grabar con Carlos. Ellos habían trabajado juntos varias veces y nos pareció una idea súper guay que Raúl pudiera formar parte del proceso activamente, que es lo que ocurrió. Fueron Carlos y él mano a mano. Al final fue él quien nos dio la oportunidad y nos gustó desde el principio porque nos permitía desconectar unos días y estar en un estudio donde se pudiera dormir y estar juntas, que nunca lo habíamos hecho. Nos gustó mucho, no nos lo pensamos mucho.
¿Hubo muchas diferencias respecto a la grabación del EP homónimo?
HANNA: Todas las posibles, supongo.
TOMÁS: Sí, porque el anterior EP lo grabamos en 10 horas, y para este disco tardamos 4 o 5 días. Bueno, fueron 4, porque si quitamos los viajes de ida y vuelta… pero vaya, pasar de grabar 4 canciones en 10 horas a hacer 8 y un interludio en 4 días, aún siendo poco tiempo, es muchísimo más (risas). Lo del primer EP fue un desastre, porque tampoco podíamos buscar otra opción en ese momento, ya estaba bien.
Lo que me llama la atención al escuchar el disco, así como primera impresión, es que el EP sonaba a shoegaze más crudo, y en este disco el sonido está más pulido, más cuidado…
TOMÁS: Sí, ha quedado más redondito, ¿no? Creo que suena como muy gordito, a mí me gusta (risas). Aunque a primera vista no lo parezca, hay canciones que se parecen a las anteriores, pero los elementos están mucho mejor integrados y da una forma como más agradable. No sé cómo lo veis vosotras…
CARLA: Sí, además hemos tenido la oportunidad de meter otros elementos, como teclados, piano…
HANNA: Sí, fue todo diferente en la grabación, y se nota en el resultado final.
Lo que sí se mantiene es ese desengaño que emana de las canciones y que, personalmente, creo que os representa bastante. En eso sí que hay más continuidad…
TOMÁS: Sí, es todo un retrato de un determinado periodo en el que estaban todos esos sentimientos muy a flor de piel. Y, probablemente, a día de hoy me cuesta mucho más plasmar algo bajo la idea que ya creo que tenemos de Carrera como banda. Y eso está muy mal porque deberíamos ser capaces de pensar más allá de lo que ya hemos hecho. Pero a la hora de trasladar una idea al grupo siento que ya no está esa razón de desahogo por la que lo hacía en un principio. Y trato de adaptar los pensamientos que tengo a cómo serían interpretados por Carrera, cuando realmente la banda es lo que nos dé la gana hacer o ser. No sé si se me entiende. Es lo que salió por la época en que se compusieron, y surgieron este tipo de sentimientos: desengaño, o como se pueda ver. Pero es como una capa, en realidad, en cuanto a la lírica. El registro de un momento.
Sí que tengo la sensación de que es algo común en buena parte de la nueva generación de bandas jóvenes, supongo que también por la situación general: no ves un futuro, todo es súper negro, una pandemia, una guerra, no hay curro… parece que el ‘No Future’ de los Pistols y el punk de finales de los 70 vuelve a estar aquí de otra manera…
HANNA: Sí, a veces hablábamos entre nosotras de esas cosas, no de manera mega pesimista, sinó como aceptando la realidad.
CARLA: Sí, banalizándola un poco.
HANNA: Todo tiene un transfondo y somos las personas que somos, pero analizando la realidad.
De ahí un poco el “No habrá una recompensa” que cantáis en ‘Anticasting’, ¿no? Es una frase que se engancha muchísimo y suena a himno generacional: cuantísima gente se tiene que sentir identificada con eso…
TOMÁS: Eso va mucho más allá incluso de cómo lo podamos interpretar nosotros. En el fondo, cuando alguien lea esa letra, se puede identificar gente de nuestra generación, de este momento, es inevitable. Pero lo guay de las canciones es que tú estás contando una cosa tuya de un momento concreto y luego parece que estás hablando en nombre de muchas personas. Y si lo has hecho, incluso lo habrás hecho sin querer. A mí me gusta que la gente se sienta identificada como me puedo sentir yo escuchando las letras de otros grupos, pero a la hora de escribir tampoco es que tenga un propósito de hablar en nombre de más gente. Simplemente, estamos contando sentimientos.
CARLA: Y pasa también con ‘Feliz No Cumpleaños’: nace de una experiencia personal tuya, y parece un himno total.
TOMÁS: Sí, parece que estoy jodido porque el covid nos ha dejado en casa, y en realidad no tiene nada que ver con eso. No recuerdo quién era que reseñó esta canción como ‘el himno del covid’, o algo así. Sabía que iba a pasar, en el fondo me lo esperaba, pero no iba por ahí. Y no lo digo de malas, ¿eh? Me parece súper bien.
(risas) Ya que hablamos del covid, ¿cómo ha sido eso de empezar una banda y que a los pocos meses os pillara toda la pandemia? Supongo que ha sido un putadón, tanto a nivel de tener que aguantar la salida del disco, como por lo conciertos…
HANNA: Total. Ha sido súper raro y bastante desmotivante, porque también al final nos hemos puesto sin querer una presión sobre la fechas. Y luego, pensándolo, nos hemos dado cuenta de que sentimos que llevamos años con esto, pero en realidad ha habido un parón gigante. Entonces, estamos siguiendo los pasos orgánicos de una banda, sólo que ha habido ahí un paso gigante de estar paradas.
¿Habéis tenido la oportunidad de tocar estos dos últimos años, ni que fuera con la gente sentada?
HANNA: Hemos vivido algún que otro concierto de gente sentada, pero tampoco mucho.
Todavía no os he podido ver en concierto, pero los que sí que lo han hecho comentan que en vivo la experiencia incluso gana aún más, y sois un grupo con muy buen directo. ¿Cómo os veis vosotras o cómo definiríais vuestros directos para los que no os hemos visto todavía?
HANNA: Creo que son bastante fieles a las canciones. Estamos muy contentas que digan de nosotras que somos un grupo de directos porque nos encanta dar conciertos. También creo que al ser, literalmente, las cuatro con los elementos que suenan, es todo bastante fiel a lo que es al final el disco. Y sobre todo las canciones antiguas con lo que fue aquél EP. Creo, incluso, que podemos decir que ahora sonamos mejor en directo que en las canciones del EP primero (risas)
Claro, porque en aquél caso grabastéis las canciones tocando las cuatro a la vez. No sé si es el caso también de este disco…
CARLA: Sí, igual, las cuatro a la vez. Igual hay alguna toma que repetimos alguna parte.
No sé si os sentís mejor haciéndolo así porque al final vuestro sonido es ese: cuatro personas tocando juntas en una misma sala. Realmente Carrera es eso y no buscar tanto el artificio de “haz tú esta pista, luego hago yo la mía y la juntamos y hacemos un overdub y no sé qué…”
HANNA: De momento sí, es lo que nos está interesando y nos gusta.
Os quería preguntar también por toda esta generación de bandas como Hickeys, La Paloma, La Trinidad, Diamante Negro, Belako y tantísimas otras… parece que hay ahí una savia nueva que, desde un punto de vista de los que nos gustan las guitarras, es como un alivio: gente joven que no sólo piensa en reguetón o trap, todavía hay esperanza para las guitarras… (risas)
TOMÁS: ¡Me apetece hablar sobre esto!
¡Venga!
TOMÁS: Le estuve dando vueltas al coco hace no mucho, y creo que la diversidad de géneros que existen a día de hoy no corresponde con modas, sino que es ya exponencial. Dentro de 200 años de verdad creo que seguirá habiendo grupos de shoegaze, de garaje… esto ya no va a desaparecer porque ya ha quedado huella y seguirá habiendo amantes de estos géneros. Luego, la música seguirá evolucionando y seguirán apareciendo más géneros, pero no creo que haya la posibilidad de que algo deje de existir, porque siempre va a haber algún apasionado que se dedique a hacerlo. Y habrá festivales concretos que apoyen ciertos géneros a lo largo del tiempo y eso perdurará. También existe mucha demagogia sobre “joder, el puto trap, se están cargando no sé qué…“. Al final en la radio y en los medios sí que va a sonar la música que más se esté llevando en ese momento. Contra eso tampoco se puede competir. Pero que siga habiendo festivales y grupos que hagan esos géneros será para siempre. Me encantaría que viniera un grupo del futuro y me dijesen “estos van a tocar shoegaze y va a sonar exactamente igual que el de los 90” (risas) ¡Total, es bien sencillo! (risas)
HANNA: ¡Tomás futurista!
(risas)
TOMÁS: ¡Sí, sí, pero me encantaría! “Esto va a sonar dentro de 200 años…”
(risas) En el fondo es una señal más de la democratización que ha habido de la música, desde el punto de vista del que la escucha, con la llegada de las plataformas digitales, ¿no?. Todo el mundo tenemos muchísimo más acceso a la música y se acaba reflejando toda la diversidad que hay en la sociedad. Y, por suerte, mucha gente tiene el acceso a música que antes era inaccesible y ya no ha quedado tan relegada. Un grupo de shoegaze en los 90 era muy minoritario, y ahora mucha más gente puede conocerlo. Y lo mismo con cualquier estilo, acaba pasando con todos…
HANNA: Sí, total. Por suerte las cosas se van democratizando y lo positivo de la época musical que vivimos es que las lineas ente los estilos se van borrando. Y al final las cosas te van sorprendiendo menos y te van gustando cosas más diversas.
En ese sentido creo que sois una generación más abierta de mente que las anteriores. Antes o eras punk, o era heavy, o eras rocker o lo que fuera…
HANNA: Menos puretas
(risas) ¡Exacto! “Aunque te gusten Los Planetas como a todos los puretas…”
(risas)
Acabo. ¿Próximos conciertos? ¿Dónde os vamos a poder ver?
HANNA: En el Festival Brillante en septiembre, el Monkey Weekend en mayo, Santander, en el Montseny…