Mi Capitán (La 2 de Apolo, 6-4-2018)

@ivangil
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Son sexis y lo saben. Se gustan, pero sobretodo se lo pasan como niños y eso se transmite en un escenario que se les queda pequeño nada más suenan los primeros acordes de ‘Ayer noche’. No hay mejor fórmula que la suya para deleitar al público con una hora y media de rock sofisticado y sensual: un grupo de muy buenos amigos que en Mi Capitán se olvidan de corsés y normas hasta desinhibirse por completo. Juegan con la música y la elegancia rockera y, con ellos, todos los demás.

Mi Capitán presentaba ‘Un tiro por la salud del imperio’ en La 2 de Apolo de la mano del Festival Mil·leni. Su segundo disco es la confirmación, como decía, de un rock elegante y muy sensual que poco a poco está consiguiendo dejar a un lado todos esos prejuicios tan del indie patrio. Cierto es que el grupo nació como algo entre amigos, pero ha ido cogiendo entidad propia más allá de los nombres como Love of Lesbian, Egon Soda o Standstill que representan sus integrantes. Gonçal Planas, alma máter de Mi Capitán, cuenta con la inestimable compañía de Julián Saldarriaga, Víctor Valiente, Ferrán Pontón, Dani Ferrer, Ricky Lavado y el omnipresente Ricky Falkner. Una suma de talentos incontestable y que, personalmente, la vivo y disfruto entre el deseo de que el grupo crezca y sea reconocido como se merece y el recelo de mantener casi en secreto esta pequeña joya musical. Me atrevería a decir que no soy la única. ¡Gran dilema!

Cuentan las malas lenguas que Mi Capitán no es un grupo de esos que se pasan horas ensayando. Por agenda, por vivir unos en Barcelona y otros en Madrid y por ser como son. Y nadie lo diría. La música fluye como fluyen sus movimientos sobre el escenario. Imposible no dejarse llevar con canciones como ‘Algo inesperado’, ‘La Policía’, ‘Dos mil apuestas’ o ‘El coleccionista’. Un inicio de concierto que fue toda una declaración de principios. Sin descanso, una tras otra fueron sonando canciones de ‘Un tiro por la salud del imperio’ y de ‘Drenad el Sena’, su primer trabajo. Pocos artificios, mucha complicidad y hasta una improvisada celebración de cumpleaños en la que Gonçal descorchó el cava.

Fue el inicio del final de la noche. Ese en el que se llegó al bis y sonaron los esperados acordes de ‘Es Suave la voz’. Fue el primer single de la banda y una canción de esas especiales que te hacen ver que ahí hay talento del bueno. ¿Qué habría pasado si esa canción la firmara un grupo de los anteriormente mencionados? La locura, seguramente. Desde la primera vez que la escuché que me eriza la piel y en La 2 de Apolo volvió a suceder. ¡Canela final! ‘Sal corriendo’, el homenaje al gran e inspirador Calamaro con ‘Alta suciedad’ y ‘Acaba con él’ pusieron el broche final a una noche de rock en el Festival del Mil·leni. Por fin, Mi Capitán presentaba disco en su ciudad y solo se me ocurre decir que la espera mereció la pena.

 

Escrito por

Periodista y alma viajera. Me gusta el movimiento y no entiendo la vida sin música. Conciertos y viajes son mis placeres culpables

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