Rayland Baxter (Sidecar, 06/10/18)

Rayland Baxter (Foto: Ignasi Trapero)

El otoño caliente musical continúa. Si en la última semana en esta web ya te habíamos explicado los conciertos de Beach House, Low o José González & The String Theory, el pasado viernes teníamos cita en la sala Sidecar con el protagonista de uno de los discos más soleados de los últimos meses: el artista de Tennessee Rayland Baxter, que con su tercer álbum (‘Wide Awake’) ha confirmado y acentuado el talento que se le presumía en sus dos entregas anteriores. Tras su actuación en el Summer Pie Festival de Mallorca en 2016, Baxter debutaba este fin de semana en Barcelona y Madrid, y lo hacía en formato trío, dentro de las celebraciones por el 20 aniversario de Houston Party. Y que vengan 20 años más…

Rayland Baxter (Foto: Ignasi Trapero)

Pero el artista nerd de la gorra salió a escena en solitario para empezar el show de manera íntima con un triplete de canciones delicadas: la de abertura de su disco de debut, ‘The MTN Song’, la preciosa ’79 Shiny Revolvers’ de su último álbum, y un clásico de su repertorio en directo, ese ‘Bad Things’ de aires bluesy que aparecía en el EP ‘Ashkelon’ de 2013. Con la aparición de bajista y batería (Chip Kilpatrick, que según explicó el cantante, vive en Altafulla, Tarragona), el show despegó hacia otros territorios más cercanos al folk, el country y ese pop deudor de los Beatles que predomina en el último disco: el trovador romántico repartió amor entre la luminosa ‘Angeline’ y  ‘Sandra Monica’, preguntándose si estaba soñando. ‘Strange American Dream’ (cómo me recuerda a los Jayhawks esta canción…) cerró esta fase centrada en su último álbum, dando paso a un ‘Mr. Rodríguez’ dedicado al protagonista de ‘Searching For Sugar Man’. A caballo de sus dos primeros discos, ‘Dreamin’ y la también bluesy ‘Young Man’ sirvieron para cambiar nuevamente de tercio.

Rayland Baxter (Foto: Ignasi Trapero)

Rayland volvió a quedarse solo sobre el pequeño escenario de Sidecar para declararle su amor inacabable a ‘Olivia’, y es que bajo esa gorra se esconde un corazón inconformista y tras ese bigote esperan cientos de besos agazapados y dispuestos a saltar a otros labios ávidos de cariño. Imposible no sentir empatía hacia nuestro antihéroe a estas alturas de la película. ‘Oh My Captain’ se convertía en bisagra justo antes de la aparición nuevamente de sus dos acompañantes, dispuestos a afrontar la recta final del show.

Chip Kilpatrick (Foto: Ignasi Trapero)

Y era momento de sacar a relucir alguna de las versiones de su repertorio, como el ‘Love Sick’ de Bob Dylan. ‘Hey Larocco’ o ‘Casanova’ devolvían el protagonismo a los medios tiempos de estribillos pegadizos de ‘Wide Awake’. La agridulce ‘Yellow Eyes’ era la última incursión en ‘Imaginary Man’, antes de culminar con otra mujer de ambigüedad amorosa, ‘Amelia Baker’. Y es que la vida es eso que pasa entre canción y canción de Rayland Baxter, o de cualquiera que se atreva a escribir, con más o menos gracia, sus aciertos y desaciertos emocionales.

Rayland Baxter (Foto: Ignasi Trapero)
Escrito por

Rarito como un tema de Sonic Youth; me excito con el ‘Psycho’ de los Sonics; si me cabreo, Pistols, RATM, Sandré, riot grrrls o Los Punsetes; me ponen igual soul, r’n’b, ye-yé, garaje, punk, r’n’r, indie o brit-pop. De mayor quiero ser Patti Smith, Iggy o John Waters. Ateo hasta que conocí a PJ HARVEY. Fui negro en otra vida… y hago el impostor como periodista musical y deportivo en radio, TV, webs y revistas varias.

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