Rufus T. Firefly + Nunatak (7/4/18 Let´s Festival, Salamandra)

Es viernes, y como de costumbre, vamos de concierto. Esta semana nos planteaba dilemas; Mi Capitánpor un lado, Bastantepor el otro, y alguna cosa más. Pero me decidí por Rufus T. Firefly y Nunatak en Salamandra dentro de la programación del Let´s Festival. Y aún con la placentera resaca de haberlos disfrutado hace apenas una semana en el SanSan Festival me dirijo a la sala con la convicción de que va a ser una gran noche.

Es la hora, todo está listo y la sala llena. Se abre el telón y entre aplausos aparecen en escena Nunatak, que presentan su tercer trabajo, “Nunatak y El Tiempo de los Valientes”. Empiezan con dos temas del mencionado disco,Nadie Nos Va a Salvar yBestias Sedientas, que son como un soplo de aire fresco, pop dulce y una premonitoria de lo que será el concierto, y es que con las dos primeras ya nos tienen en el bolsillo, inmersos en esas canciones de melodías alegres con matices eléctricos que armonizan perfectamente con letras cargadas de positivismo y esperanza.

Entres bailes, acordes, sonrisas y guitarrazos, despachan también algún tema de trabajos anteriores como Luz En Su Voz (Nunatak y Las Luces del Bosque, 2014) o Después De Todo (Nunatak y El Pulso Infinito, 2016). En un punto álgido y hacia la mitad del show, con los últimos golpes de batería deDisonancia Perfectadesaparecen del escenario, y mentiría si no dijera que se creó cierta confusión. Pero… ¡Sorpresa! Aparecen en fila india y se adentran en la masa humana hasta llegar al centro de la sala donde los rodeamos literalmente. Guitarras acústicas, percusión, pandereta… Crean un momento sumamente íntimo, y con el público en completo silencio, los instrumentos desenchufados y la voz a pulmón, interpretan Solos y Nubesde una manera sencillamente preciosa. Una línea de bajo y una secuencia más eléctrica se empiezan a fusionar con el acústico desde el escenario, es la llamada de sus compañeros. Suben de nuevo, volvemos en sí y el espectáculo continúa sin darnos un respiro. Ha sido maravilloso.

Pero entramos en la recta final y Sigues En Pie y Romper el Cielocierran la actuación de los murcianos. Ha sido un concierto especial, de pop elegante hecho con buen gusto y mucho amor, eso seguro. No hay bis, pero solo puedo decir ¡Bravo!

El telón bajó pero tiene que volver a subir. Cuando lo hace ya me pone nervioso ver esa batería de lado al borde del escenario, las guitarras y el bajo tan pegados a los teclados, todo tan juntito, pequeños dinosaurios y esa pintura en el bombo… Me encanta como forman Rufus T. Firefly.

Y ahí están por fin. Luces, cámara y acción. Tsukamori y El Halcón Milenarioambos incluidos en su último álbum, “Magnolia” (2017) nos golpean de lleno con esos sintetizadores pegadizos y esa voz tan envolvente. Crean una atmosfera hipnotizadora, los cambios de ritmo mezclan potencia y melodía con ritmos eléctricos y baterías implacables. Disparan los temas y van ganando intensidad. El Problemático Winston Smith, Midori,Cisne Negro, Pulp Fiction o Pompeyason algunos de los temas del setilist, suenan rotundas, lisérgicas, de esas canciones que te absorben, tanto por las letras metafóricas como por el sonido denso que se te mete dentro. Conectan con el público, lo atrapan. Desprenden mucha energía. Suenan impecables y compactos,  aunque es inevitable mencionar que es una maravilla ver a Julia tocar la batería. Escupen las canciones de la manera más contundente, lo dan todo y procuramos devolverles lo mismo.

(Y bueno, no me quedo tranquilo si no explico que en un momento del show Víctor dejó su guitarra al público y esta terminó cayendo en manos de un servidor, que como pudo intentó improvisar unos acordes, aunque me puse un poco nervioso y no se muy bien lo que pasó en mitad de todo ese ruido…)

Inevitablemente el tiempo pasa y parece que los últimos fogonazos son Pompeya y Nebulosa Jade, esta última una composición con unos instrumentales y unos reffs que no se te van nunca de la cabeza. Y en medio de la euforia, aplausos, silbidos y algunos amigos, dejan el escenario vacío. Pero esta vez sí hay bis. Rio Wolfpone punto y final al concierto y a la velada.

Parece que tomé una decisión muy acertada.

Alex Panda

Fotos: Oriol Vives

 

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Escrito por

Pseudoartista, diabético y malas pulgas. Rarito y difícil como la propia vida. Algunos me consideran un hombre burbuja. Y de ser cierto ¿Qué? Así es como soy y me gusta. Dios como el arte no existe, pero si Dios existiera sería Banksy. Osos panda, Street Art, guitarra, skate, cine, Barcelona… pero sobre todo música! De Joy Division a Las Ruinas, pasando por The Pixies, Refused, Yo La Tengo, Rancid, Mercromina, Eels o El Niño Gusano entre millones. ¡Ah! Y amo a LAS ODIO. Aunque Weezer salvó mi vida, si esta tuviera banda sonora, sería Los Planetas, Surfin´ Bichos y Chucho a partes iguales.

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