Marialluïsa (La 2 de Apolo, 11/11/21)

Marialluïsa (Foto: Ignasi Trapero i Martínez)
Marialluïsa (Foto: Ignasi Trapero i Martínez)
Marialluïsa (Foto: Ignasi Trapero i Martínez)
Marialluïsa (Foto: Ignasi Trapero i Martínez)
Marialluïsa (Foto: Ignasi Trapero i Martínez)
Marialluïsa (Foto: Ignasi Trapero i Martínez)
Marialluïsa (Foto: Ignasi Trapero i Martínez)
Marialluïsa (Foto: Ignasi Trapero i Martínez)
Marialluïsa (Foto: Ignasi Trapero i Martínez)
Marialluïsa (Foto: Ignasi Trapero i Martínez)
Marialluïsa (Foto: Ignasi Trapero i Martínez)
Marialluïsa (Foto: Ignasi Trapero i Martínez)

Llego a la sala Apolo, y una pareja joven delante mío decide cómo entrarles a los miembros del grupo Marialluïsa cuando acabe el concierto, para mostrarles la importancia que tienen en sus vidas: una de las opciones que verbalizan es explicarles que hacen el amor con sus canciones de fondo, y casi me dan ganas de decirles que si fuera músico me encantaría que me revelaran eso. Y realmente no me extraña que lo hagan, porque la música de la banda de Igualada funciona como una burbuja para protegernos de la hostilidad del mundo exterior, y llevarnos a una zona de confort donde se imponen el amor, la calma o la armonía. Cuando suenan sus canciones, hasta parece que la vida pueda ser bella y serena. Ellos se decantan por decir que ‘La Vida És Curta Però Ampla’, su último disco (Bankrobber, 2021) que vienen a presentar esta noche, en el primer concierto de una gira que les llevará próximamente a tocar en casa (19 de noviembre), Zaragoza (21), Castelló (22) o Manresa (20 de diciembre).

Marialluïsa (Foto: Ignasi Trapero i Martínez)

Marialluïsa salen a escena con el nuevo formato de quinteto: Pau Codina (voz), Carles ‘Litus’ Guilera (guitarra), Pol Mitjans (batería), Andreu Dalmau (bajo) y el último fichaje, Joan Vallbona (segunda guitarra, y colaborador de Lluís Cabot) se presentan vestidos para la ocasión: todos con camisetas rojas y pantalones blancos, sencillos per elegantes. Y me llama la atención la bajísima media de edad de los asistentes, lo cual es una alegría. Que no muera nunca el gusto por el pop y las guitarras, y que se renueve el público de las salas para mantenerlas latiendo y llenas de vida y sangre nueva. Resulta inevitable mirar por igual a los artistas sobre el escenario como a las primeras filas, llenas de caras con la alegría de las primeras veces y esa emoción casi virgen de directos, en sonrisas que llegan de un extremo al otro de la sala enlazadas las unas con las otras.

Marialluïsa (Foto: Ignasi Trapero i Martínez)

Desde los primeros compases de ‘Turmells Al Riu’, la banda se muestra compacta, sonando de maravilla, y con un Pau que acapara la atención y las miradas. Se le notan sus dotes de actor, porque se siente cómodo y seguro en ese papel de encantador de masas, jugando con miradas, medias sonrisas y comentarios pícaros. Ahora pica de palmas, ahora nos dice que estamos tod@s guapísim@s, ahora hace un gritito en falsete, ahora baja del escenario y se abraza a los espectadores de las primeras filas mientras sigue cantando. Todo el ‘Estrès’ o la ‘Mala Sang’ que pudiéramos traer de casa se han quedado fuera de la sala, porque aquí no hay espacio para eso. Melodías, ritmos y atmósferas invitan a quererse, y és que ‘Tot És Dolç Quan Fem El Que Tu Saps’. Y Pau proclama que en los conciertos deberíamos podernos tocar l@s un@as a l@s otr@s. Me parece una idea fantástica, pero que no hayan sillas y podamos bailar y beber ya me parece un buen punto de partida de mínimos. Aunque la birra cueste 5 eurazos…

Marialluïsa (Foto: Ignasi Trapero i Martínez)

Las canciones se suceden dulcemente, cantadas letra por letra por los fieles seguidores reunidos en La 2 de Apolo. Un chico en las primeras filas le dice a sus amigos que no-sé-quién ha sido burro por no venir a un concierto que habría disfrutado como todos los allí presentes. Estar allí es motivo de gozo, de eso no hay duda. Y no deja de sorprenderme también que hasta haya momentos para corear ‘lolololos’ como en un estadio deportivo en canciones como ‘Veig La Sort’ o esa climática ‘Cauen Flors’ que nos regalaron cuando vinieron a visitarnos al programa desde L’Estudi de l’Apolo hace unos meses, justo en la sala de al lado de donde estamos ahora.

Marialluïsa (Foto: Ignasi Trapero i Martínez)

Tras tres cuartos de hora de set inicial donde también hay espacio para un par de canciones de su EP inicial (‘Pren’t-ho Amb Calma’, 2019), el quinteto vuelve a salir con los compases de la preciosa ‘Oh My Love (Ho Tens Tot Per Fer)’, que vuelve a provocar unos cuantos ‘ooooohhhh’ entre esas decenas de personas con tanto por hacer y tantos amores y desamores por vivir. En mitad de la euforia vital, hay quien pide que el concierto vuelva a empezar, pero la triste realidad dicta que tiene que acabar. Y lo hace con una canción cuyo título define perfectamente lo que ha pasado en esta sala durante los últimos 60 minutos: ‘Que Guai Quan Estem Bé’.

Marialluïsa (Foto: Ignasi Trapero i Martínez)

Setlist:

  • Turmells Al Riu
  • La Vida És Curta Però Ampla
  • Nord
  • Estrès
  • Què Farem Demà?
  • Mala Sang
  • Moments
  • Tot És Dolç Quan Fem El Que Tu Saps
  • Miracle
  • Gira-sol
  • Drama O Calma
  • Veig La Sort
  • Cauen Flors

Bis:

  • Oh My Love (Ho Tens Tot Per Fer)
  • Que Guai Quan Estem Bé
Marialluïsa (Foto: Ignasi Trapero i Martínez)
Escrito por

Rarito como un tema de Sonic Youth; me excito con el ‘Psycho’ de los Sonics; si me cabreo, Pistols, RATM, Sandré, riot grrrls o Los Punsetes; me ponen igual soul, r’n’b, ye-yé, garaje, punk, r’n’r, indie o brit-pop. De mayor quiero ser Patti Smith, Iggy o John Waters. Ateo hasta que conocí a PJ HARVEY. Fui negro en otra vida… y hago el impostor como periodista musical y deportivo en radio, TV, webs y revistas varias.

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