La espera hasta el 17 de Noviembre mereció la pena con una sala Ocho y Medio que parecía “la meca” de la escena indie. La multitud madrileña esperábamos con ansia después de más de cinco años a los chicos de La Casa Azul presentando Gran Esfera, su último trabajo. La profecía se estaba cumpliendo y yo formaba parte de ese milagro interestelar.
Gritos y aplausos, emoción y adrenalina es lo que corría por nuestras venas cuando la famosa melodía pegadiza de “Podría ser peor” empezó a sonar. Saltos por allí, bailes por allá.. mientras intentaba hacerme hueco entre el público para inmortalizar el momento sonaban temazos como “Superguay” y nuevos éxitos como “La Gran Esfera” o “El Momento”.
Realmente hacía tiempo que no vivía un concierto tan divertido y enérgico. Si os digo la verdad, más de uno llevaba hora y media esperando “La Revolución Sexual” cuando de repente… ZAS! Llegó. Esos primeros acordes situaron al público en el culmen de la noche y la voz de Guille se fundía con cientos de voces cantando ese credo de la música independiente.
Podrían haber cerrado su primer día del doblete en Madrid de esa forma, y nos habríamos quedado todos mucho más que satisfechos. Pero dejaron solo a Guille en el escenario y este se sentó en su piano para ponerle el broche de oro a la noche cantando “Como un fan”. El amor también tenía que hacerse presente y a mí alrededor las parejas se abrazaban, las familias cantaban y los amigos reían. Dos días después, aún se me ponen los pelos de punta recordando “EL CONCIERTO”.