Father John Misty (Razzmatazz, 18/11/17)

Father John Misty @ Razzmatazz (Foto: Irene Segalés)

Nada mejor que un concierto para devolverte la vida, sobre todo después de una semana en la que, para una, todo ha girado justamente alrededor de su opuesto. Y si este concierto es de Father John Misty, la redención está asegurada. Sábado noche. Father John Misty, el nombre elegido de Joshua Tillman, es el pastor, y el público que llena la sala Razzmatazz de Barcelona, los fieles a su cargo.

Puntualmente, el norteamericano sale al escenario luciendo un porte glamuroso, conocedor de su arte de la seducción. Casi dos metros de altura vestidos de negro: sus piernas largas y delgadas metidas en unos elásticos negros con roturas en las rodillas; botas de piel y americana también negras; rompen tal oscuridad unas flores blancas en la camisa, desabrochada hasta el pecho. Culmina ese trabajado look, el cabello largo peinado inamovible hacia atrás, y una barba poco poblada. Ese chico guapo y de buena planta se acerca al micro, que antes ha sido meticulosamente medido para ajustarlo a su altura, y nos recuerda que ha pasado ya un tiempo desde la última vez que tocó en Barcelona. Fue en 2012, en la sala City Hall, para presentar ‘Fear Fun’, su primer trabajo como Father John Misty.

Father John Misty @ Razzmatazz (Foto: Irene Segalés)
Father John Misty (Foto: Irene Segalés)

La nieve de un televisor mal ajustado aparece en la pantalla de proyección y el ruido da paso a la voz de un presentador de un late show. Unos dibujos de unos simples muñecos de distintas generaciones desfilan por la pantalla: ‘The comedy of man starts like this’. Suenan las primeras notas de piano de ‘Pure Comedy’, el tema que da nombre al último álbum de Father John Misty, y que da comienzo a un concierto de hora y media durante la cual este hombre de 36 años repasará, con el público coreando, diecinueve de los temas más significativos de sus últimos tres discos.

Sin guitarra, las manos de Tillman están libres para dibujar en el aire este discurso de denuncia de la hipocresía religiosa que es ‘Pure Comedy’. A la educación evangélica que el de Rockville recibió de pequeño le salió el tiro por la culata. Se ve que en algún momento de su niñez se le pasó por la cabeza que de mayor quería ser pastor. Pero por suerte de los que algún día lo descubrimos, la verdadera revelación le llegó de una guitarra y Josh Tillman decidió cambiar la que se le había revelado como falsa fe hacia Dios por la mágica esperanza hacia la música.

Así que, después de atacar a la religión, Tillman va esgrimiendo su homilía según el orden concebido en el disco. Carga irónicamente en contra del atontamiento que propaga el entretenimiento (‘Total Entertainment Forever’), denuncia los daños provocados por el hombre a la naturaleza (‘Things It Would Be Helpful To Know Before The Revolution’) y se abandona al narcisismo para lamentarse de tener que morir algún día (‘Ballad of the Dying Man’). Aunque buena parte de ‘Pure Comedy’ fue escrito y grabado antes de la elección de Donald Trump, para Father John Misty la actualidad en Estados Unidos ‘It’s just a bad comedy’.

Y aunque todo pueda parecer muy serio, el show encima del escenario va in crescendo. Es cuando se desprende de sus guitarras que Father John Misty se desata, tirando literalmente el instrumento a su ayudante musical durante ‘Nothing Good Ever Happens at the Goddamn Thirsty Crowd’. El escenario se convierte en una pista de baile que él solo es capaz de llenar, pavoneándose seductoramente con el pie de micro a sus espaldas, dando vueltas cual majorette con el mismo micro y enloqueciendo al público cuando se tira de rodillas y se contorsiona hacia el suelo. El ex batería de Fleet Foxes sigue a la perfección el ritmo de la percusión y los sintetizadores de ‘True Affection‘ y el público finalmente se entrega al baile con los tonos de country-rock de ‘I’m Writing A Novel’. Y con toda esta coreografía, la voz privilegiada de Joshua Tillman oscila sin dificultad desde los graves a los falsetes, evocando des de Loudon Wainwright III, a Elton John o al también ‘misty’, George Harrison.

Father John Misty @ Razzmatazz (Foto: Rubén Garcia)
Father John Misty @ Razzmatazz (Foto: Rubén Garcia)

Después de su tercer álbum, Father John Misty se permite decir y hacer lo que le apetezca. No se esconde detrás de un personaje, domina el espectáculo y encuentra la complicidad del público cuando lo mira directamente a los ojos con este iris azul transparente que resalta incluso a diez metros de distancia. Y es que Joshua Tillman gusta y se gusta, hasta el punto de liarse consigo mismo en ‘The Night Josh Tillman Came To Our Apt.’, el videoclip de la cual se proyecta mientras la interpreta en el escenario.

Las pocas palabras que el compositor dirige a la ambientada muchedumbre son nada más que para decir “hola” y “gracias” y para anunciar que el concierto no se puede alargar más allá de las once porque a aquella hora la sala tiene que dar paso a la sesión de discoteca.  Ante la reprobación del público Josh asegura que no hay problema, que él puede encargarse de propinar “sesenta horas de megamix de tropicalia y house music”. Ojalá.

Father John Misty @ Razzmatazz (Foto: Rubén Garcia)
Father John Misty (Foto: Rubén Garcia)

Entre denuncia, baile y exhibición de galantería, ocurren las explosiones de amor, del amor sencillo de ‘Chateau Lobby #4 (in C for Two Virgins)’, de la divinamente llevada al directo por su banda -aunque sin orquestra- ‘I Love You, Honeybear’ y del amor real que abre el bis (‘Real Love Baby’). Finalmente Tillman atiende las demandas de sus fans y nos regala la reclamada ‘Holy Shit’ que transcurre de la delicadeza inicial al estallido final de batería y luces, demostrando que este artista calificado indie folk también sabe del rock más puro, aquél que le permite la máxima expresión de las lamentaciones, el arrepentimiento y los duros reproches hacia sí mismo.

Después de un concierto como éste, todo luce más brillante. Y hay luz para el 2018 porque Tillman está preparando un nuevo disco del cual habló esta semana en una entrevista a la revista Uncut. Father John Misty sigue sirviendo “al propósito de la música de hacer que el dolor y el aislamiento sean menos dolorosos y menos aislantes”.

 

Setlist:

  1. Pure Comedy (Pure Comedy)
  2. Total Entertainment Forever (Pure Comedy)
  3. Things It Would Be Helpful To Know Before The Revolution (Pure Comedy)
  4. Ballad of the Dying Man (Pure Comedy)
  5. Nancy From Now On (Fear Fun)
  6. Chateau Lobby #4 (in C for Two Virgins) (I Love You, Honeybear)
  7. Nothing Good Ever Happens at the Goddamn Thirsty Crow (I Love You, Honeybear)
  8. Only Son of the Ladiesman (Fear Fun)
  9. True Affection (I Love You, Honeybear)
  10. When You’re Smiling And Astride Me (I Love You, Honeybear)
  11. This Is Sally Hatchet (Fear Fun)
  12. The Night Josh Tillman Came To Our Apt. (I Love You, Honeybear)
  13. Bored in the USA  (I Love You, Honeybear)
  14. I’m Writing A Novel  (Fear Fun)
  15. Hollywood Forever Cemetery Sings (Fear Fun)
  16. I Love You, Honeybear (I Love You, Honeybear)

—– BIS —–

  1. Real Love Baby (sencillo)
  2. Holy Shit (I Love You, Honeybear)
  3. The Ideal Husband (I Love You, Honeybear)

 

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La vida cobra un sentido distinto con música de fondo, ya sea caminando, conduciendo, yendo en autobús o en el metro a tope, a cualquier hora del día. Todo tiene más color y se mueve diferente. En casa, a todas horas hay música. Me encantan las radios de Spotify basadas en todo tipo de artistas, para descubrir nueva y antigua música. ¡Qué maravilla de invento, el mejor del mundo! Podríamos discutir con los músicos si también lo es para ellos... Curiosa de nacimiento, periodista de profesión y aficionada al audiovisual y a la fotografía, últimamente he descubierto cómo engancha la fotografía de conciertos. Tengo mono.

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