Tras un martes de pop elegante con Warhaus y un miércoles con la contundencia del rock psicodélico de Fuzz y Hooverii, el jueves tocaba fiesta indie rock: y eso es es lo que nos dieron Kakkmaddafakka en una Sala Apolo llena pero sin agobios, quizás por la coincidencia con los conciertos de Pixies o Enric Montefusco que dispersaron al público barcelonés. Y algo que nos gustó: con mucha gente joven tomando el relevo de los también coetáneos allí presentes que vivimos la explosión de la banda noruega con el bombazo que supuso ‘Restless’ en 2011. Hay esperanza para plantar cara a las modas musicales con cero sustancia del momento…

Pasaban 10 minutos de las 21h cuando por megafonía empezó a sonar la suite que el compositor noruego Edvard Grieg compuso para la obra ‘Peer Gynt’ del dramaturgo noruego más famoso de la historia, Henrik Ibsen. Un guiño barriendo para casa del quinteto, que fue saliendo uno a uno al escenario para recibir sus ovaciones personalizadas por parte de una audiencia con ganas de jaleo: el batería Kristoffer Van Der Pas, el teclista Sebastian ‘Kitzz’ Kittelsen, el bajista Stian ‘Black Mamba’ Saevig, el guitarrista Pål Vindenes y finalmente el frontman y guitarrista Axel Vindenes, que se ganó a la multitud desde el primer momento con un “bona nit, Barcelona!“. Por si alguien tenía alguna duda de lo que iba a venir en la próxima hora y media, marcaron terreno con la primera estrofa de la canción inicial, ‘Touching’: “I wanna do something. What you wanna do? DANCE!!!”

‘Baby’ fue el primer paso por ese último disco (‘Revelation’) del que nos contaron los pormenores en esta entrevista con Axel que hicimos meses atrás. Una de tantísimas canciones de pop ligero y letras de amor que suelen gastarse los noruegos, con melodías que se enganchan como un chicle y ritmos bailables y luminosos. Como ‘Sixth Gear’, con esos aires ochenteros que predominan en su último trabajo, en el que demuestran dominar registros cercanos a sus compatriotas A-ha y bandas similares de aquella época. Un tema en el que Axel le cedió el protagonismo vocal a su hermano, y es que Kakkmaddafakka son una banda coral en muchos sentidos. En este en concreto, lo llevan al extremo, ya que también cantaron Kitzz en ‘Wage Slave’ (la primera compuesta por él) o Black Mamba en ‘Good Guy’ (también suya) y en el cover que iban a hacer los bises. Pero no nos avancemos aún…

Como de costumbre, Axel hizo en todo momento de maestro de ceremonias: agradeció al público de Barcelona por la fidelidad, diciendo que tenían muchas ganas de volver ya que aquí se sienten como en casa por las similitudes con su ciudad natal, Bergen (justo antes de interpretar ‘Nieghbourhood’). El día después del 8M, agradeció a las muchas mujeres “libres y empoderadas” que había en el público. Antes de ‘God Got Grace’ se regaló asegurando que Dios estaba presente en la sala dando energía y poder a la noche (ahí no coincidiremos en la vida…). Y en el tramo final repitió lo que nos decía en la entrevista antes citada, instando a la gente a no hacer caso del gobierno y sí a nuestras mentes libres. Y también clamó por cuidarnos l@s un@s a l@s otr@s, especialmente a l@s más débiles.

Y seguramente esa es la esencia de los conciertos de Kakkmaddafakka: esa bandera (literal) que enarbolan en cada show simboliza libertad, baile, hedonismo, luz, empatía y respeto por el prójimo. Como un paréntesis, una burbuja protectora y quizás un tanto naïve en un mundo hostil que no entiende de muchos de estos conceptos. Un lugar seguro donde enterrar nuestras miserias y nuestras tinieblas y sacar la versión luminosa, ni que sea durante una hora y media. Y cantar como locos ‘Is She’; y bailar como posesos ‘Heidelberg’; y creer en chicos buenos y en chicas enamoradas; y, por supuesto, en botar hasta el techo con ese himno impepinable de la historia del pop independiente que es ‘Restless’. La escuchas y no puedes dejar de cantarla durante horas…

Y llegaron los bises. Y tocaron ‘Naked Blue’, y todo bien. Y, de repente, rompieron la cintura de más de uno, con un cover que llevan haciendo durante más de una década cada vez que se dejan caer por aquí: el ‘Bailando’ de los barceloneses Astrud para levantar una sala Apolo que, literalmente, temblaba entre los saltos y bailes de la audiencia. Ya con el público rendido, remataron con ‘Forever Alone’ antes de que por altavoces empezara a sonar Barry White mientras saludaban al público y hacían el payaso (léase en sentido positivo) con esa calidez y cercanía de una banda que sabe ganarse a la audiencia. Veníamos a por fiesta y nos dieron fiesta. Takk, folkens!

Setlist:
- Intro (Peer Gynt Suite Nº1: In The Hall Of The Mountain King)
- Touching
- Baby
- Sixth Gear
- Neighbourhood
- Get Go
- Frequency
- Is She
- Young You
- God Got Grace
- Wage Slave
- Heidelberg
- Storm
- Good Guy
- Runaway Girl
- Your Girl
- Restless
Bis:
- Naked Blue
- Bailando (cover de Astrud)
- Forever Alone
- Outro (Barry White: You’re The First, The Last, My Eevrything)