Warhaus (La Nau, 07/03/23)

Warhaus (Foto: Ignasi Trapero i Martínez)
Warhaus (Foto: Ignasi Trapero i Martínez)
Warhaus (Foto: Ignasi Trapero i Martínez)
Warhaus (Foto: Ignasi Trapero i Martínez)
Warhaus (Foto: Ignasi Trapero i Martínez)
Warhaus (Foto: Ignasi Trapero i Martínez)
Warhaus (Foto: Ignasi Trapero i Martínez)
Warhaus (Foto: Ignasi Trapero i Martínez)
Warhaus... ¿o Balthazar? (Foto: Ignasi Trapero i Martínez)

Tal y como ocurrió en su visita a Sidecar a finales de 2017, Warhaus agotó entradas este martes noche en La Nau, en el concierto de presentación de su último disco, ‘Ha Ha Heartbreak’ (PIAS, 2022). Algo que no deja de sorprender (gratamente), teniendo en cuenta que los belgas no son una banda que arrastre masas ni que sea extremadamente popular (en 2016 suspendieron un show en Razz 3 por venta escasa de entradas), pero que tampoco es tan extraño si pensamos que quien ya les hubiera disfrutado antes iba a querer repetir seguro, y los fans de Balthazar tres cuartos de lo mismo porque son casi los mismos componentes. Y es que su solvencia y magnetismo sobre el escenario volvieron a brillar en una actuación más que notable, tremendamente elegante y, por qué no decirlo, sensual tirando, por momentos, a sexual. Se trataba de una nueva velada del ciclo ‘Vida Records & Friends‘ que organiza el Vida, justo el día que el festival de Vilanova agotó los abonos para la edición de este próximo verano.

Warhaus (Foto: Ignasi Trapero i Martínez)
Warhaus (Foto: Ignasi Trapero i Martínez)

Salieron los belgas en formato quinteto con Maarten Devoldere al frente y dispuesto a cantarnos esa ruptura abismal que le ha tocado vivir por primera vez desde el lado de la víctima, y que se ha traducido en su último álbum. Aunque, eso sí, el show empezó con las sinuosas lineas de bajo de ‘Control’, de su disco anterior, una de las canciones que más se balancean hacia terrenos del rock árido de la diosa Polly Jean. El funk sugerente de ‘Desire’ empezó a elevar la temperatura ambiental, antes de que los vientos cogieran protagonismo en ‘Beaches’, con Maarten a la trompeta y Tijs Delbeke dejando el teclado para soplar el trombón, mientras la guitarra de Jasper Maekelberg y la batería de Michiel Balcaen se retaban en un duelo estridente. Con la iluminación totalmente apagada, Maarten se hizo con un foco multicolor con el que ponerle luz a la oscuridad, que diría aquél, y de paso también a sus compañeros de banda.

Warhaus (Foto: Ignasi Trapero i Martínez)

A medida que el concierto avanzaba empecé a tener visiones: se me pasaron Marvin o Barry derritiendo corazones en ‘When I Am With You’; sacó la cabeza Leonard en la cavernosa voz de Maarten durante la preciosa ‘Love’s A Stranger’ (atención, autobombo! Aquí va la versión que nos hicieron en exclusiva en su visita en 2017); y, claro, Serge, siempre omnipresente, nos sobrevolaba por encima de las cabezas, lanzando hechizos de seducción con los que dejarnos boquiabiertos y obrando el milagro del silencio en diversas ocasiones. Un silencio que se convirtió en tormenta sónica en ‘Shadow Play’, en uno de los momentos de clímax de la velada. Y digo clímax, literal, por lo eléctricamente sexual del momento.

Warhaus (Foto: Ignasi Trapero i Martínez)

Además de regalarnos el parte metereológico, Maarten explicó que en la noche del inicio de la gira europea, dos días antes en Porto, una pareja rompió durante el concierto, y preguntó acto seguido a las allí presentes si querían hacer lo mismo. Y acto seguido atacó él sólo con la acústica la maravillosa ‘Fall In Love With Me’ (“I can never let you. You know that I can never be. You know that I can never let you fall in love with me“…). Y el crooner se intercambiaba por el diablo, y de susurrarte al oído sus miserias como si fueran palabras amorosas (“How can something that connected, break with the blink of an eye?“) pasaba a sacar la rabia y el orgullo entre capas sonoras dignas de unos Bad Seeds (“Cause someone should have left me like you did. Someone, someone else instead. But it had to be you. I’m gonna get clean. For the glory of love I’m gonna get clean“). Mundos locos internos para olvidarnos del mundo tarado que nos espera puertas afuera, y un apuesto Adonis belga bajando entre el público con un foco entre manos, buscando esa luz que a todos se nos funde cuando perdemos a alguien que realmente nos importa. Tinieblas que dejan de serlo cuando aparece otra luz que parece brillar en el fondo…

Warhaus (Foto: Ignasi Trapero i Martínez)

Y aún quedaba tiempo para el bis, y para más ritmos acompasados de los que invitan a mover la cadera y la pelvis en juegos de seducción recíprocos. Como los de la pareja de delante, dejándose llevar y fusionándose entre notas, compases y palabras. Y volviendo otra vez a Gainsbourg para ponerle punto y final, los recuerdos se escapan en forma de canción agridulce por una ventana abierta por la que, en sentido contrario, entra el aire fresco. Y, mientras, Maarten canta esperanzado: “Girl, it’s in the future we belong“.

Warhaus (Foto: Ignasi Trapero i Martínez)

Setlist:

  • Control
  • Desire
  • Beaches
  • Leave With Me
  • When I’m With You
  • Love’s A Stranger
  • Shadow Play
  • Fall In Love With Me
  • Machinery
  • Time Bomb
  • It Had To Be You
  • Mad World

Bis:

  • Best I Ever Had
  • Open Window
Warhaus… ¿o Balthazar? (Foto: Ignasi Trapero i Martínez)

 

Escrito por

Rarito como un tema de Sonic Youth; me excito con el ‘Psycho’ de los Sonics; si me cabreo, Pistols, RATM, Sandré, riot grrrls o Los Punsetes; me ponen igual soul, r’n’b, ye-yé, garaje, punk, r’n’r, indie o brit-pop. De mayor quiero ser Patti Smith, Iggy o John Waters. Ateo hasta que conocí a PJ HARVEY. Fui negro en otra vida… y hago el impostor como periodista musical y deportivo en radio, TV, webs y revistas varias.

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