Tras cinco meses de espera –el directo debería haber tenido lugar en febrero pero circunstancias pandémicas lo impidieron– Dean Wareham y su banda acudieron a Barcelona para presentar su último disco y repasar a fondo el álbum más emblemático de los Galaxie 500. El norteamericano de origen neozelandés vino a defender las canciones del brillante ‘I Have Nothing to Say to the Mayor of L.A.’ (2021) y a interpretar los temas que compuso junto a Damon Krukowski y Naomi Yang, en un ya lejano 1989.

Previamente, la audiencia que se acercó a La Nau –sala acogedora que ofrecía una buena entrada– disfrutó de una actuación tan estimulante como arrolladora: la del telonero Ryder the Eagle. El concierto de Adrien Cassignol fue una sorpresa para la vista y los oídos. El francés salió al escenario con un micrófono inalámbrico y los sonidos pregrabados para cantar un conjunto de baladas pop tan afectadas como irónicas. Un monólogo delirante alrededor de su divorcio y sus posteriores tribulaciones amorosas hizo que los espectadores se desternillasen en un espectáculo que tenía algo de sesión terapéutica colectiva.

A partir de aquél momento se infiltró entre el público, saltó, bailó y cantó, con más criterio de lo esperado, un seguido de canciones melodramáticas. A algunos les recordó los aires expresivos de Adam Green, a otros el espíritu situacionista de Ian Svenonious o la intensidad melódica de John Maus. ‘The American Dream’, ‘The Divorce’ y ‘Follymoon’ sonaron brillantes y dejaron momentos para el recuerdo. Tras su fulgurante performance muchos nos hicimos fans.

A las nueve y cuarto Dean Wareham subió al escenario acompañado de la bajista Britta Phillips, el guitarrista Derek See (de los Rain Parade) y el baterista Roger Brogan. El líder de los Galaxie 500, artífice de la discografía de Luna y escritor de las emblemáticas memorias ‘Postales negras’ (Libros de Ruido, 2012) decidió tocar sólo cinco temas del último disco. Fue una lástima porque ‘Under Skys’, ‘As Much as it Was Worth’, ‘Cashing In’, ‘The Last Word’ y ‘Robin & Richard’ dan cuenta del carácter literario adquirido por un compositor conspicuo que en breve hará 59 años.

Si como defiende el crítico musical Simon Reynolds, el rock es por naturaleza retromaníaco, la nostalgia de un pasado no contemplado es una de sus consecuencias lógicas. Dicho de otro modo, la mayoría de gente vino a rememorar las canciones de Galaxie 500 y la banda es justamente lo que ofreció. El cuarteto desgranó la totalidad del disco “On Fire” sin seguir la ordenación de la grabación. Abrieron con ‘Blue Thunder’ y cerraron con ‘Strange’, quizás los dos temas más celebrados de un segundo bloque en el que no faltaron ‘When Will You Come Home’ y ‘Snowstorm’. Entre ellas sobresalió ‘Another Day’, cantada delicadamente por Britta Phillips. La cadencia melancólica de los acordes de guitarra y los cánticos de Dean Wareham marcaron la pauta de un repertorio esplendoroso, gemas de un pop independiente a menudo etiquetado como dream pop.

Con los bises llegaron dos versiones que en su día los Galaxie 500 registraron para el EP ‘Blue Thunder’: ‘Victory Garden’ de los primeros The Red Crayola y ‘Ceremony’ de Joy Division, generalmente asociada a New Order. La intensidad de la segunda sirvió para cerrar una velada entrañable –de poco más de hora y veinte minutos– que por momentos sonó tan poderosa como la que tuvo lugar al aire libre en el Primavera Sound de 2011. Fueron versiones que hicieron pensar en las certeras interpretaciones de clásicos como ‘Season of the Witch’ de Donovan y ‘Sweet Child o’ Mine’ de Guns N’ Roses a cargo de los Luna.
Setlist:
- Under Skys (cover de Lazy Smoke)
- As Much As It Was Worth
- Cashing In
- The Last Word
- Robin & Richard
Galaxie 500 ‘On Fire’
- Blue Thunder
- Tell Me
- When Will You Come Home
- Snowstorm
- Decomposing Trees
- Another Day
- Plastic Bird
- Leave the Planet
- Isn’t It a Pity (cover de George Harrison)
- Strange
Bis:
- Victory Garden (cover de The Red Crayola)
- Ceremony (cover de Joy Division)