Triángulo De Amor Bizarro (Sala Apolo, 06/10/23)

Triángulo de Amor Bizarro (Foto: Jordi Trenzano)

La percepción y la reacción que te puede provocar un concierto no tiene por qué ser necesariamente algo que se explique de manera racional. Puede que influyan hechos extramusicales que te hacen estar más o menos receptivo ese día; o la simpatía que sientas hacia los miembros de la banda en cuestión; o con quién lo vivas esa noche; o incluso el tiempo que hace que no escuchas esas canciones; o hasta que te hayas cruzado, hipotéticamente, con un guiri presuntamente subnormal en el metro, ¿por qué no?; sea como sea, y aunque por la ubicación logística bajo los altavoces laterales de Sala Apolo las voces sepultadas bajo el muro de sonido nos resultaron casi irreconocibles en gran parte del concierto, acabamos el show de Triángulo de Amor Bizarro en un estado de euforia casi salvaje. Contagiados por una fuerza y una energía desbordantes que se expandió por toda la sala y desató a ese público barcelonés con fama (más o menos merecida…) de soso, exigente o, directamente, esnob.

Triángulo de Amor Bizarro (Foto: Jordi Trenzano)

Una buena y primera explicación para llegar a ese punto final fue el efecto sorpresa: era el primer concierto de la gira de salas para presentar el nuevo disco de la banda gallega (ese ‘Sed‘ del que nos explicaron los detalles en esta entrevista cuando salió en junio), y nos esperábamos que el grueso del setlist fueran las canciones de dicho álbum con los 4 hits anteriores de rigor por allí mezclados. Craso error por nuestra parte, porque no es que Triángulo haya sido nunca una banda conformista, autocomplaciente o que haga lo que se supone que se espera de ella. De hecho, que hagan siempre lo que les da la gana es uno de sus grandes atractivos. Y eso perpetraron ya desde el mismo inicio del show: sudar de patrones, deconstruir nuestras ideas preconcebidas y hacerlas saltar por los aires con lo que mejor saben hacer: terrorismo sonoro.

Triángulo de Amor Bizarro (Foto: Jordi Trenzano)

Y es que Isa, Rodrigo, Zippo y Rafa salieron a matar desde el minuto uno. Y dsfrutaron también desde el minuto uno (y eso cuenta como segundo punto de esta exposición que sale a borbotones sin mucha reflexión previa). Con Carlos Hernández Nombela a la mesa de sonido como cómplice necesario para construir esa muralla sónica rotunda, oscura y desafiante. Y con balas afiladas de sus primeros discos y más de una década de edad, pero no por ello menos letales: ‘Robo Tu Tiempo’, ‘Mal Como Efecto De Mala Voluntad’, ‘El Fantasma De La Transición’ y ‘Amigos Del Género Humano’ nos metieron violentamente en un pozo de tiempo sin fondo. Agreste. Agresivo. Espídico. Transfusión no es canibalismo, pero nos estáis devorando a bocados shoegaze, la madre que os parió. Viva ella, joder. Viva las cuatro…

Triángulo de Amor Bizarro (Foto: Jordi Trenzano)

Llegó entonces el primer bloque de canciones del último disco. El de los temas que aún no habíamos escuchado en directo. Con ‘Huele A Colonia Chispas’ y ‘Estrella Antivida’ continuó la agresión; y, ante los sollozos de clemencia de nuestros tímpanos, nos dieron un respiro con ‘Canción De Muerte Del Pez Dorado’, otro nuevo exponente de ese talento innato para hacer baladas sobre un manto de electricidad y ruido tremendamente bello (y cómo me recuerda a Oasis ese punteo de guitarra). Fuera con el noise arisco de ‘El Himno De La Bala’, las guitarras trepidantes de ‘Nuestro Siglo Fnord’, los colchones de distorsión reverberada de ‘La Espectadora’, la violencia industrial de ‘Ruptura’ (menudo puñetazo sonoro…), o el darkwave punk de ‘El Radar Al Servicio De Los Magos’, el ritmo del set era endiablado. Como si estuvieran invocando a las brujas con nuestros oídos destrozados y sangrientos como ofrenda.

Y si queríamos más explicaciones mínimamente racionales a la catarsis colectiva final, un tercer elemento fundamental fue la generosidad. ¿A cuántos conciertos vamos habitualmente (muchos) en que la banda acabe tocando 28 canciones? Casi a ninguno, claro. De todos los discos y de todas las épocas. ‘Clásicos’ (o casi) del grupo (‘Fukushima’), temas nuevos (‘Estrella Solitaria’) o canciones teóricamente ‘secundarias’ que ya querrían haber escrito otras bandas como el gran hit de su carrera (‘O Isa’). Trallazos para ponerte el píloro a la altura del tobillo (‘Cómo Encontró A La Diosa’) y delicias de romanticismo hiperbólico que desemboca en desamor visceral (‘Asmr Para Ti’). Con ‘La Condena’, última del último disco, parecía que iba a llegar el final antes del bis. Pero ni bis ni hostias. “Nos quedan tres canciones“, dijo Isa, pero quien dice tres dice cinco. La primera le recordaba a Barcelona. Y aún no éramos conscientes del puño de hierro en capa de plata que se nos venía encima…

Triángulo de Amor Bizarro (Foto: Jordi Trenzano)

Podrá bailar el carnero y podrán colgarnos a todas pero es imposible que baile Sumeria y no empieces a saltar enajenado/a y gritar desde lo más hondo de tus entrañas que la ciencia es mentira sin ti. La frase más memorable que haya dado en este siglo el pop de este Estado plurinacional, deforme y con mal aliento. Y si les ves arrancarse la piel en directo y disfrutar como si fuera su primer concierto, ¿cómo narices no va a funcionar? Pequeños sacrificios para grandes recompensas… ¡y sonríe, hostia! ¡Sonríe, hostia! Y aunque te falte el aire y grites mientras ves a la multitud creando el caos, súbete a la barca quemada y que te lleve en volandas donde te tenga que llevar. Déjalo todo y ven conmigo, dejate llevar una noche más, una noche más, una noche más… métete en el pogo, salta, brinca, besa, vive, escupe al aire y que te caiga encima, lanza tu cerveza al aire o haz lo que se suponga que no puedes hacer. Y si aún te quedan fuerzas ante semejante meneo terminal, recuerda que todo es mentira, empezando por esa monarquía de borbones ladrones y acabando por las criptocracias invisibles que juegan con nosotros como ratas de laboratorio. Y que la única verdad es esto que acabamos de vivir y la conga que se ha montado, ya sin la banda en escena, mientras por la megafonía Isa nos marca el camino: “Sem parar de beber. Sem parar de berrar. Com uns borrachos que viviam no bar. Eu quero voltaaaaar. Eu quero voltaaaaar. Eu quero voltaaaaaaaar“.

Setlist:

  • Dinosaurio
  • Robo Tu Tiempo
  • Mal Como Efecto De Mala Voluntad
  • El Fantasma De La Transición
  • Amigos Del Género Humano
  • Cómprate Un Yate
  • Sed
  • Huele A Colonia Chispas
  • Estrella Antivida
  • Canción De Muerte Del Pez Dorado
  • El Himno De La Bala (180 bpm)
  • Nuestro Siglo Fnord
  • La Espectadora
  • Ruptura
  • El Radar Al Servicio De Los Magos
  • Fukushima
  • Estrella Solitaria
  • La Carretera
  • Asmr Para Ti
  • Canción De La Fama
  • Cómo Encontró A La Diosa
  • O Isa
  • La Condena
  • Baila Sumeria
  • Estrellas Místicas
  • Barca Quemada
  • Vigilantes Del Espejo
  • De La Monarquía A La Criptocracia
Escrito por

Rarito como un tema de Sonic Youth; me excito con el ‘Psycho’ de los Sonics; si me cabreo, Pistols, RATM, Sandré, riot grrrls o Los Punsetes; me ponen igual soul, r’n’b, ye-yé, garaje, punk, r’n’r, indie o brit-pop. De mayor quiero ser Patti Smith, Iggy o John Waters. Ateo hasta que conocí a PJ HARVEY. Fui negro en otra vida… y hago el impostor como periodista musical y deportivo en radio, TV, webs y revistas varias.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *