La vida es caprichosa. También la de las bandas y, para muestra, el nuevo disco de Lori Meyers. ‘En la Espiral’ es, probablemente, el trabajo más maduro y elaborado musicalmente hablando de los granadinos. Pero también, el menos espontáneo. El más ‘aburrido’ si se me permite la expresión.
‘En la espiral’ sigue la línea iniciada con ‘Impronta’, pero sin esos hits como ‘Emborracharme’ o ‘Planilandia’ capaces de hacer saltar a miles de seguidores y recordar a los Lori Meyers más auténticos y desaliñados. Aquellos que se ganaron a público y crítica con canciones tan desenfadadas como ‘Mi realidad’ o ‘¿Aha han vuelto?’. El sexto trabajo de los granadinos tiene empaque, suena rotundo y coherente, pero carece de la frescura de antaño y, lo más importante, de grandes canciones que redondeen un trabajo que, tras varias escuchas, te sabe a poco casi cuatro años después de su último trabajo.
Canciones como ‘Pierdo el control’ elevan el tono general del disco con un cierto toque que recuerda a Foals y ‘Siempre brilla el sol’ te traslada, ligeramente, a esos Lori Meyers más melódicos y de estribillos pegadizos. Dos de las mejores canciones de un disco que se pierde en letras excesivamente azucaradas como en ‘Todo lo que dicen de ti’ y en medios tiempos con los que cuesta conectar.
En definitiva, a ‘En el Espiral’ le falta esa pizca de magia que sí tenían los anteriores discos de la banda granadina. No es, no obstante, algo exclusivo que solo le haya sucedido a Lori Meyers. Resulta prácticamente imposible que en una trayectoria tan larga no haya un disco, tal vez, por debajo de la expectativas. Son cosas que pasan hasta en las mejores familias y bandas de rock del mundo. Al fin y al cabo, lo realmente difícil es alcanzar la nada desdeñable cifra de 6 discos.