Las mejores cosas en la vida pasan por casualidad. A Baby Jesus les descubrí por azar en el confinamiento, en mayo de 2020, con la canción ‘Red Fangs’ de su tercer disco que incluimos en la playlist de aquél mes. Desde entonces, diversos temas de la banda me llamaron la atención y los fui incluyendo en más playlists o capítulos del podcast de novedades ‘¡Por Fin Es Lunes!’. (rebautizado este año como ‘Per Fi És Dilluns!’). Meses atrás, no recuerdo ni cómo ni dónde, escuché un nuevo single, ‘I Can’t Have It’, y me explotó la cabeza. Un pepinazo psych-garaje sucio, grasiento y frenético, con voz desgarrada y psicótica, de esos que te dan ganas de ponerte a saltar encima del sofá y gritar como un demente. Con un sonido retro, sixties, más contundente que lo que había escuchado previamente, deudor de los Sonics, los 13th Floor Elevators o los recopilatorios Back From The Grave o Nuggets, pero también con referentes más contemporáneos como Black Lips, Skegss o incluso los Mando Diao de ‘Bring’Em’In’. Inmediatamente empecé a buscar más información de la banda que me acababa de pasar por encima. Como tantísimos otros grandes grupos, venían de Suecia. Concretamente, de Halmstad, al oeste del país. Y, por supuesto, se fueron directos al podcast y a la playlist del mes de mayo.
Tenían tres discos ya (‘Baby Jesus’ -2015-, ‘Took Our Sons Away’ -2017- y ‘Words Of Hate’ -2020) y estaban a punto de sacar el cuarto, ‘Rock And Roll Music‘, en un sello de Hamburgo llamado La Pochette Surprise Records. Y a medida que fueron avanzando singles en los meses siguientes, se incrementaron las ganas locas de escuchar el álbum: la saltarina ‘These Days’ y el hostiazo protopunk que es ‘Don’t Pass Me By’ tuvieron la culpa. El 18 de agosto el disco confirmó las expectativas y, a día de hoy, es mi bomba de neutrones preferida de lo que llevamos de 2023.
Ante tal revelación divina, mi voz interior me decía que tenía que difundir la palabra del señor bebé, así que me puse en contacto con ellos para saber más de la banda y presentarlos en sociedad a lxs lectorxs de Indie Lovers. Y, de paso, para ver si alguien los trae a tocar por fin a Barcelona, ahora que salen de gira europea. Esta es la charla que mantuvimos con Fredrik Kristoffersson (voz y guitarra); Svante Paisson (guitarra); Elis Jaghammar (bajo); Rasmus Hogdin (batería) y el último fichaje, Joel Segerstav (órgano).

INDIE LOVERS: ¡Muchas gracias por estar con Indie Lovers! Antes que nada, vamos a presentaros ante la audiencia que nos lea desde Catalunya, España o desde cualquier otro punto del planeta. ¿Quién sois Baby Jesus y cuál es vuestra historia como banda?
FREDRIK: Todo empezó en 2012, con Bjorn (que tocaba el órgano y fue uno de los fundadores, aunque luego dejó la banda), Rasmus (el batería) y yo (voz y guitarra). Nos conocíamos de hacía mucho tiempo y siempre supimos que íbamos a hacer una banda juntos. Todos habíamos tocado por nuestra cuenta en otros grupos antes de Baby Jesus, pero ésta fue nuestra primera banda juntos. Empezamos en 2012.
¿Por qué empezasteis la banda? ¿Teníais algún grupo o estilo que os influyera y os estimulara tanto como para hacer que quisierais tener vuestra propia banda?
FREDRIK: Bueno, hacía mucho que nos conocíamos y siempre habíamos tocado juntos en jam sessions. Cuando empezamos Baby Jesus no planeamos tocar un estilo determinado; simplemente empezamos a ensayar, tocamos géneros distintos y nos quedamos con el garaje y el rock’n’roll porque sentimos que era lo más natural. No fue algo premeditado, en plan “vamos a hacer una banda y vamos a tocar este tipo de música” sinó que salió así de manera natural.
Sois suecos, pero leí que había otros dos lugares que habían tenido su importancia en la gestación de Baby Jesus: Oslo y la India.
FREDRIK: Sí, Bjorn y yo vivimos juntos en Oslo. Escribimos un disco allí, tocamos en un pub… empezamos a escribir nuestra propia música en Oslo. Después nos fuimos de mochileros a la India como hippies, aunque yo personalmente no sentía ninguna conexión con los hippies. Escuchaba grupos de garaje-punk de los 60 y sentía que todo ese rollo hippy era una gilipollez. Eran muy amables, por supuesto, pero no creía en la movida hippy. Tocamos mucha música en la India, hicimos jams. Y luego volvimos a Halmstad y, una semana después de regresar a nuestra ciuad natal fundamos Baby Jesus.
¡Leí que un cura de Halmstad también había tenido algo que ver con vosotros en los inicios! ¿Qué pasó exactamente?
FREDRIK: Sí, el primer disco que grabamos lo hicimos junto a un tipo que nos hizo la producción. Pero decidimos tirar todo el álbum a la basura porqué nos pareció que no sonaba lo suficientemente bien. Así que el primer disco (ndr – ‘Baby Jesus’, 2015) lo grabamos de manera digital en directo en nuestra sala de ensayo. Para el segundo disco decidimos grabarlo en cintas, pero ninguno de nosotros sabía cómo hacerlo y tuvimos que aprender de cero. Pero antes necesitábamos comprar una máquina grabadora. Encontramos un anuncio en internet de alguien que vendía una y le escribimos. Era un tipo que estaba de paso por Halmstad y resultó ser un cura, con su collarín y su vestido de sacerdote. Nos vendió la grabadora y nosotros encantados. Todo cuadraba, ya que nos llamábamos Baby Jesus (risas)
¡Sí! ¡No sé si sois religiosos, pero en vuestra historia todo parece apuntar a la religión! (risas)
FREDRIK: ¡Sí, no somos religiosos para nada, pero quizás es una señal de que deberíamos serlo!
(risas generales)
Me parece a mí que vuestros dioses los encontraremos más bien en recopilatorios como ‘Back From The Grave’ o ‘Nuggets’ que no en el cielo divino…
ELIS: ¡Totalmente!
Teníais tres discos hasta ahora, y en agosto habéis estrenado el cuarto, ‘Rock And Roll Music’, de título diáfano y clarísimo. Explicadnos la historia del disco y las diferencias respecto a grabaciones anteriores, porqué suena como un trueno! Es contundente, poderoso, redondo…
RASMUS: Supongo que lo más importante que pasó con este disco es que, en los tres anteriores lo hicimos todo nosotros, la grabación, la mezcla… todo el proceso, siguiendo la premisa del Do It Yourself. Y esta vez lo hicimos con un amigo nuestro de la sala de ensayo que tenemos al lado de la nuestra y que tiene un estudio de grabación (ndr- se refiere al músico y productor Anton Wernebäck). Sentíamos que necesitábamos salir de nuestra zona de confort y ver qué pasaba con otra mente pensante metida en el proceso. Al final cuando lo haces todo por ti mismo te quedas metido en una especie de burbuja, así que sentimos que necesitábamos a alguien externo para darle un meneo. Nosotros nos centramos más en la música y él se focalizó en los aspectos técnicos: microfonía, mezclas, etc. Eso nos dio más tiempo y más libertad para elaborar más los harmónicos, los solos, las melodías… o para reescribir algunas letras. El proceso fue completamente distinto. En los discos anteriores era entrar a grabar, tocar la canción y ya casi estaba acabada. En éste ha habido mucha más sangre y lágrimas (risas)
FREDRIK: Sí, en este nos hemos tomado mucho más tiempo. Recuerdo que cuando decidimos grabar con él nos dijimos: “venga, tenemos tiempo, vamos a escribir unas cuántas canciones y las grabamos“. Teníamos varios temas ya acabados y a punto para grabar, pero el resto del disco lo escribimos allí o en las semanas previas a grabar.
ELIS: Participó como productor real del disco: nos propuso poner un órgano por aquí, un piano por allá… nos abrió las mentes para probar cosas nuevas.
Joel, tú eres el más nuevo en la banda. ¿Participaste en la grabación del disco o llegaste a la banda después?
JOEL: La voz de la intro la hago yo: les presento al público en la primera canción (ndr – esa intro al más puro estilo soul, funk o r’n’b que hay en el primer tema del disco, ‘The Crawler’)
¿Cómo les conociste y cómo entraste en la banda?
JOEL: Conozco a Svante desde el instituto y soy amigo del hermano mayor de Elis, así que empecé a salir con ellos sobre 2018. Fui a una escuela de música y toco muchos instrumentos. Hacía años que Svante intentaba convencerme para entrar en la banda y me pidieron que entrara para tocar el órgano y lo que haga falta.
¿Sentís ahora que la banda tiene la formación perfecta? Porque antes eráis un cuarteto y ahora sois cinco, y con un organista.
RASMUS: Sí. Bueno, al principio llegamos a ser seis, con un saxofonista y una pandereta. Luego lo redujimos a cuatro, si es que ‘reducir’ es la palabra correcta. Pero vaya, que pasamos de ser muchos a ser un poquito menos. Tener un organista otra vez es volver un poco a nuestros orígenes, a esos ‘Baby Jesus old school’. Llevamos tocando más de 10 años y el órgano ha sido siempre una parte importante de nuestro sonido y de los orígenes. Está genial volver a tenerlo.
Le da un toque muy clásico, muy de las bandas de garaje de los 60. ¡Es perfecto!
RASMUS: Sí, y añade otro elemento.
El título del disco lo dice todo, ‘Rock And Roll Music’, pero hay muchos estilos mezclados y en convivencia en el disco: hay garaje, hay protopunk, hay r’n’b, hay rock’n’roll, hay country o incluso algún pasaje surf.
ELIS: Sí, como decía antes Fredrik, empezamos a tocar lo que queríamos, y creo que en cierto modo aún lo hacemos. Siempre estamos en la órbita del garaje rock de los 60 pero jugando con otros elementos: tengo este ritmo krautrock pero lo convierto en krautrock garajero y sesentero. Esto es lo que se nos da bien (risas)
La verdad es que el disco suena muy fresco. No sé si es difícil mantener esta frescura después de 11 años tocando juntos.
ELIS: Si hablo por mí, cada vez tengo más y más energía sobre el escenario. Nunca había bailado tanto sobre el escenario como ahora (risas)
RASMUS: Sí, y creo que también responde al hecho de que no sentimos límites cuando tocamos, sea lo que sea, y eso lo mantiene fresco.
FREDRIK: Disculpe que le interrumpa, señor batería (risas) Todo se reduce a lo que sentimos que es bueno para nosotros. No es algo pensado, simplemente lo sentimos, y si algo nos parece bien, así tiene que ser. Eso es lo más importante para nosotros…
¡Al final se trata de ser abierto de mente y de oídos!
FREDRIK: Sí, porque cuando acaba el día o estás de gira, tocando un montón de conciertos lejos de casa, y te sientes cansado, triste o solo, necesitas tener esa almohada sobre la que reposar: la buena música que quieres tocar. Si no tienes eso, todo va a hacerse muy duro.
El día 15 de septiembre empezáis una gira europea. ¿Cuáles son vuestras sensaciones previas?
FREDRIK: Personalmente me siento muy emocionado. Nuestra última gira fue en abril de 2022, así que ya ha pasado un tiempo. Creo que será muy divertido estar juntos de nuevo en la carretera tocando, un concierto tras otro. Nos divertimos mucho juntos cuando salimos a tocar. Pero también está la otra parte: la mayoría de nosotros tenemos hijos. Mi corazón sangra cuando estoy fuera de casa lejos de mi hija. Hay un poco de todo, pero seguro que será genial y muy divertido. Uno tiene que cerrar el canal emocional y dejarse llevar.
Por ahora no tocáis en Barcelona ni tampoco en España. No sé si tenéis planes al respecto en un futuro a corto o medio plazo…
FREDRIK: ¡Nos encantaría! ¡La única vez que hemos tocado en España fue en Sevilla, en el Monkey Week, y fue la bomba! (ndr – en noviembre de 2018) Nos encantaría tocar en España, ni que fuera en un par de ciudades. ¡Absolutamente!
¡Por aquí estamos hablando muy bien de vosotros con gente de salas de Barcelona; a ver si sale alguna cosa, porque tenemos muchisimas ganas de veros en directo!
FREDRIK: ¡Nos encanta escuchar eso, muchas gracias!
Me imagino que vuestros directos deben ser tan enérgicos y contundentes como este último disco, que parece que lo hubiérais grabado en directo.
ELIS: Sí, ese es el espíritu que queríamos conseguir con este disco. Sólo empezar, puedes escuchar esa intro que hace Joel como si nos estuviera presentando sobre el escenario. Todo el disco está tratado como si fuera en directo, aunque no lo sea. Pero eso es lo que queríamos transmitir. Personalmente creo que toco mejor en directo, no me gusta estar en el estudio. Prefiero estar sobre el escenario y bailar.
Precisamente os quería preguntar por eso: ¿para vosotros el estudio es simplemente el sitio donde ensayar, como una especie de entrenamiento para lo realmente importante, que es salir al escenario? ¿Como un equipo que entrena con el fin de jugar los partidos…?
ELIS: Sí.
FREDRIK: He pensado sobre ello a veces y creo que cuando ensayamos es casi lo mismo que tocar en un concierto. Es como hacer un concierto sin público. Cuando ensayamos es algo muy real, muy intenso, damos el mismo nivel de energía. A lo mejor suena pretencioso, pero nos encanta tocar nuestras canciones. Disfrutamos mucho y no creo que seamos capaces de hacerlo a medias, al 50%. Siempre tocamos al 100%, incluso en la sala de ensayo. A veces, en los días previos a un concierto, me quedo ronco en los ensayos.
Es la mejor forma de ensayar, ¿no? Al 100%. Como decía algún entrenador, la manera en que entrenas es la manera en que luego jugarás el partido.
FREDRIK: ¡Sí, estoy de acuerdo!
Habéis publicado el disco con un sello de Hamburgo, La Pochette Surprise Records. ¿Cómo os conocisteis y cómo fichasteis con ellos?
FREDRIK: Conocimos a Velvet, su fundador (ndr – Velvet Bein) y a su banda, Sick Hyenas (ndr – te los hemos puesto en alguna playlist mensual, también te los recomendamos un montón) sobre 2015, creo. Fue en un festival beat en Copenhague, el Beat Circus. Tocamos allí en un evento sixties. Había un montón de bandas mod, gente vestida a la moda de los 60… y nosotros no encajábamos con esa estética. No nos oponemos a ella, nos parece divertida. La cuestión es que salimos por allí, le conocimos, mantuvimos el contacto y las dos bandas nos apoyamos mútuamente. Necesitábamos un sello para editar ‘Rock And Roll Music’ y él fue quien se lo llevó. ¡Le estamos muy agradecidos!
Acabo: sois suecos, y no sé qué narices pasa en vuestro país que hay tantísimas buenas bandas. No sólo ahora, sino históricamente. ¿Por qué creéis que pasa eso? ¿Y tenéis alguna recomendación que debamos escuchar?
FREDRIK: ¡Sí! Sé que he hablado mucho, pero quiero recomendaros Pärson Sound, y especialmente la canción ‘Tio Minuter’ (ndr – ese disco de 1967 se llama igual que la banda, cuyos miembros formarían después otros grupos como Harvester o Träd, Gräs och Stena). Es una banda psicodélica pionera de los 60-70, de lo que aquí en Suecia llamaron Prog Rock, aunque no fuera exactamente rock progresivo. ¡Pero es un disco increíble!
SVANTE: Yo propongo otra banda de esa misma época, Made In Sweden, que hicieron también un disco homónimo muy bueno. Y también Pugh Rogerfeldt y el disco ‘Ja dä a dä‘.
ELIS: Y podemos añadir algo local de Halmstad, como Jean Lundens Orkester.
¿Por qué creéis que en un país que no tiene tanta población hay tantísimos músicos y grupos talentosos?
RASMUS: Siempre he escuchado que la lengua sueca es muy musical, cuando hablamos es casi como si cantáramos. ¡Quizás el buen gusto por las melodías venga de ahí, pero honestamente, no lo sé! (risas) Es realmente increíble para un país tan pequeño.
Siento mucha envidia. ¡Conzoco a montones de bandas suecas que sois muy buenas!
ELIS: Tambien estamos muy deprimidos (risas generales)
¡Quizás sea esa la razón! (risas)
ELIS: Si tu corazón está triste, sale buena música.
¡Aquí en Barcelona hace sol y siempre estamos en la calle y no nos queda tiempo para practicar!
(risas generales)
Pues chicos, muchísimas gracias por compartir este rato con Indie Lovers. Tenemos muchísimas ganas de veros por aquí en un futuro no muy lejano. ¡Y felicidades por este pedazo de disco!
TODOS: ¡Muchísimas gracias!