El pasado domingo concluía una nueva edición del Festival Internacional de Benicàssim. Una edición por la que han pasado a lo largo de los cuatro días unos 177.000 asistentes aproximadamente, según los datos facilitados por el festival durante su rueda de prensa. En ella, Melvin Benn, Director General de Maraworld, hablaba de una “nueva era dorada para el Festival”, que se ha vuelto a situar entre uno de los mejores tanto a nivel nacional como internacional.
A ello han ayudado grupos de gran renombre como Liam Gallagher y los Red Hot Chili Peppers, que actuaron durante la jornada del sábado. El ex vocalista de Oasis fue el primero en atraer a las grandes masas hacia el escenario Las Palmas, tal y como era de esperar. Pese a sus escasas intervenciones con el público, el británico no dejó indiferente a nadie gracias a canciones como Slide Away, Wall of Glass y Wonderwall. Casi una hora después, los Red Hot ofrecían en Benicàssim el que sería su único concierto en España. La banda californiana liderada por Anthony Kiedis, desplegó todo su arsenal de solos de batería y guitarra, acompañados de una gran puesta de escena. Hits como Californication, Under the Bridge y By the Way maquillaron muy bien las escasas energías con las que salieron los de Anthony y las variaciones repentinas de volumen.
Otra de las bandas más esperadas por los fibers fue la de Kasabian. A pesar de tocar pasada la media noche, los de Tom Meighan salieron desde el primer momento a comerse el escenario principal del FIB. Ill Ray (The King) fue la canción escogida para abrir un concierto en el que quedó claro que los británicos saben perfectamente no sólo cómo combinar el rock de sus guitarras con sonidos más psicodélicos, sino también hacer saltar a cualquiera que estuviera presente.
Dejando de lado a los cabezas de cartel del sábado y del domingo, no podemos olvidarnos de aquellos grupos cuyos géneros siempre tienen cabida en el Festival de Benicàssim. Mala Rodríguez actuaba el sábado por la tarde en el escenario Visa acompañada de sus bailarines y de un sonido mucho más electrónico del que nos tiene acostumbrados. Unas horas más tardes y sobre el mismo escenario, Mura Masa nos ponía a todos los fibers temas como Mr. Brightside, Shut Up and Let Me Go y Not In Love. También triunfó con su electropop la joven británica Dua Lipa, que supo aprovechar el escenario Las Palmas durante la última jornada del festival.
Por otro lado, destacar también la actuación de Love of Lesbian. La banda liderada por Santi Balmes hizo saltar y disfrutar a los fibers nacionales que prefirieron quedarse en el escenario Visa y escuchar temas como Allí donde solíamos gritar, Bajo el volcán y Club de fans de John Boy en vez de acudir a Years & Years. Los que también se encargaron de traer buen rollo fueron Crystal Fighters. Pese a salir con casi veinte minutos de retraso, el cuarteto británico puso el broche final por todo lo alto a la vigésimo tercera edición del FIB.
Un FIB que, seguramente, será recordado por batir récords de asistencia, así como por el gran despliegue de seguridad que ha habido durante los cuatro días del festival y por la actuación de grandes bandas internacionales. No sabemos si nos encontramos ante una nueva etapa dorada, tal y como destacaba el Director General de Maraworld, ya que, a pesar del gran número de espectadores que hicieron que el recinto se quedase pequeño y a que el cartel apuntara muy alto, éste no se puede comparar a aquellos del 2009, 2010 y 2011. No obstante, sí que podemos decir que tal y como sucedió con la edición del 2016, el FIB vuelve a ser El FIB.
Fotos: @Ben_bcm
