Desde hace un par de años Madrid se está convirtiendo en un hervidero de festivales y nuevas propuestas musicales. Esta vez, de la mano de Ballantine’s y su True Music Festival los madrileños pudimos disfrutar de 140 conciertos repartidos en 2 jornadas y 17 salas distintas y estilos desde lo más íntimo y acústico a los DJs más cañeros. Sin duda organizarse y priorizar artistas parecía indispensable si no querías gastar un dineral en taxis o emplear más tiempo callejeando que disfrutando de la música.
Así Najwa, Antílopez, Joan Miquel Oliver o Georgia, entre otros, fueron los encargados de dar el pistoletazo de salida a la tarde del viernes. Tras ellos, un sinfín de conciertos más. Ante las dudas de saber si el aforo de las diferentes salas se llenaría rápidamente (y a pesar de que en la app del festival se iba avisando de la asistencia a cada uno de ellos), decidimos ir a Súper 8 para no perdernos el show de Yelle. Con poco más de 50 personas y 10 minutos de retraso aparecía Julie Budet escoltada por los otros dos miembros que forman Yelle, los Djs Gran Marnier y Tepr. Tras el frío recibimiento y un inicio de concierto algo destemplado, poco tiempo hizo falta para que la sala se llenase, Yelle se adueñara del escenario y los decibelios y la temperatura subieran como la espuma. No faltaron a la cita los grandes hits como “Completèment fou” o “Je veux te voir” ni tampoco el nuevo tema de la banda con a penas 2 meses de vida “Interpassion”. El derroche de energía de Julie junto con las coreografías cuidadas al detalle del sector masculino del grupo hicieron que toda la sala no paráramos de saltar a lo largo de los 60 minutos de concierto. Si el resto de festival iba a ser así de intenso, más nos valía coger energías para el siguiente.

Ante el aforo completo que se anunciaba en el concierto de The Vaccines, decidimos cruzar Malasaña a toda prisa para llegar a la sala Clamores, en la que Second había empezado a tocar 15 minutos antes. Tanto el local como el ambiente nos invitaban a hacer un cambio de chip, de la excitación de Yelle a la intimidad del grupo murciano. Como bien describe el título de su penúltimo disco, el concierto se convirtió en una montaña rusa de emociones. Canciones lentas como “Más suerte” o su nuevo sencillo “Invierno Dulce”, que ya cantaban al unísono los 200-250 fans allí presentes, se alternaban con otras mucho más bailables como “Rodamos” y “las serpientes”. El broche a un gran concierto, como no podía ser de otra manera, lo puso la versión más acústica y sentida de “Rincón exquisito”. Un 10 para Second.
Finalizada la actuación en Clamores, la duda del festival se hacía mayor: correr para poder ver unas pocas canciones de Cycle, alimentarnos bien para encarar las 4 horas de DJs que esperaban por delante o descansar para la segunda jornada de festival. Finalmente tras comprobar que los ritmos electropop de Cycle eran capaces de conquistar a todo tipo de público, decidimos guardar fuerzas para un sábado que prometía grandes conciertos…y carreras a toda prisa.
