Disfruto tanto de la música en directo que, de los muchísimos conciertos a los que voy, calculo que debo salir contento entre un 90% y un 95% de las veces. Será por el intercambio de energía con lxs artistas, por la conexión, por el sentimiento comunitario que se genera a veces, o por el simple hecho de evadirte del mediocre mundo cotidiano. Sea por la razón que sea, pocas actividades me provocan tanto placer y capacidad de abstracción. Pero, a veces, no entras. No conectas. No disfrutas. Porque tú tienes un mal día, porque vienes de la exhibición descomunal de Ron Gallo del lunes pasado en Upload y las comparaciones son odiosas, o porque algo falla en el show. Y ese fue el caso del concierto de Temples en la sala Paral·lel 62 de Barcelona, presentando ‘Exotico‘, en un evento organizado por Son Estrella Galicia. Escuchando a la salida las (muchas) opiniones similares de habituales de la escena barcelonesa, llego a la conclusión de que no fue sólo una impresión personal mía.

“Qué mal se oye, ¿no?“. Hicieron falta unas pocas notas de la inicial ‘Liquid Air’ para percibir que algo no iba como debía. Sonido deficiente, sin cuerpo, como en la lejanía, y ni punto de comparación con visitas previas de los ingleses a Barcelona. Cómo olvidar aquél épico show bajo una tormenta en el Primavera Sound 2014, con el excelente debut ‘Sun Structures’; la intensidad y gratísima sorpresa que supuso verles en el primer Secret Vida, en 2018, aún con las canciones de ‘Volcano’; lo bien engrasados que sonaron en el Vida del año siguiente, presentando ‘Hot Motion’; o los elogios que coleccionaron en su aplastante primera visita en sala a la ciudad, también en 2019 en la Upload y en esa misma gira. Con todos esos recuerdos, las expectativas eran muy altas. Y como suele pasar en estos casos, las expectativas acaban siendo muy traidoras.

Viendo que ni con ‘Certainty’ ni con la arábiga ‘Cicada’ aquello mejoraba (y mira que el público le ponía ganas con “lololos” que replicaban las lineas de teclado de Adam Smith), cambiamos de ubicación aprovechando los muchos espacios disponibles, por si el problema era tener los altavoces justo encima. Pero ni detrás en el centro, junto a la mesa de sonido (teórico lugar donde mejor se escucha en una sala), ni en el costado derecho (donde la habitual mala educación de muchxs asistentes tapaba e interfería por completo las canciones de la banda con conversaciones a gritos), ni delante en el lado opuesto al emplazamiento inicial. Te pusieras donde te pusieras, la sensación era la misma: faltaba chicha. Y así no había manera de meterse en el concierto.

Y mira que el virtuoso James Bagshaw intentaba implicarnos (“¿Qué os pasa? ¡Os falta energía! ¡Que es viernes noche!“), mientras el bajista Thomas Walmsley parecía disfrutar a su aire, y al batería holandés Rens Ottink se le veía completamente integrado a una banda con la que lleva ya 4 años girando. Canciones del último álbum como ‘Oval Stones’, ‘Slow Days’ o la celebrada ‘Afterlife’ se combinaban con clásicos de trabajos anteriores como ‘The Golden Throne’, la enérgica ‘Hot Motion’ o esa ‘Paraphernalia’ a la que siempre le he encontrado aires de grandes artistas cañís como Baccara o Las Grecas. Psicodelia, pop espacial y músicas del mundo podrían ser una combinación explosiva, pero la mecha sólo prendió al final: para acabar el set inicial, con esa ‘Gamma Rays’ que destaca muy por encima del resto de canciones del último álbum. Y ya en el bis, con dos joyas de su debut: ‘Mesmerise’ (en el momento de mayor intensidad y conexión de todo el show) y la sinuosa ‘Shelter Song’, con la que dijeron adiós a un público que, por momentos, se acabó viniendo arriba.

Pero en las tertulias post-concierto, el sentimiento era bastante generalizado. Por una parte, había quien tenía sensación de cierto trámite por parte de la banda hasta el tramo final. “Parecía que se escuchaba sólo por monitores pero no por las PAs“, comentaban dos famosos DJs de la ciudad. Pero fuera por lo que fuera, una banda contrastada con un directo magnífico en ocasiones anteriores, esta vez no lo demostró. Todo el mundo tiene derecho a tener una mala noche, sólo faltaría. Pero da rabia que tenga que pasarles justo en tu ciudad, el día que tenías tantas ganas de verles y disfrutarles una vez más. Problemas del primer mundo, ciertamente.

Setlist:
- Liquid Air
- Certainty
- Cicada
- Holy Horses
- Exotico
- The Golden Throne
- Oval Stones
- Keep In The Dark
- Slow Days
- Hot Motion
- Afterlife
- Paraphernalia
- Gamma Rays
Bis:
- Mesmerise
- Shelter Song