Recuperar la canción popular y desproveerla de autorías y egos para dejarla en su esencia más pura. Ese vendría a ser el objetivo de ‘Coros de Medianoche‘, el ejercicio artístico que Enric Montefusco plasmó en un EP de 5 canciones en 2018, y que anoche trasladó por tercera y última vez sobre un escenario: el de L’Auditori de Barcelona, que tomó el relevo de los dos shows previos en el Teatre Grec en 2018 y en los Teatros del Canal en 2019. Montefusco reunió a sus cómplices nocturnos, un auténtico all-star de voces que han llevado elementos de la tradición popular a la escena independiente: Maria Arnal, Nacho Vegas, Niño De Elche, Albert Pla y Los Hermanos Cubero. Para completar la decena de artistas, los ya habituales escuderos de Enric: Ramon Rabinad a la batería, Jaime Del Blanco al sausófono y violín, y Bernie Sánchez a teclados, guitarra o trompeta.

El diseño escénico nos trasladaba a las cálidas noches de verano, en una especie de patio ajardinado presidido por una gran mesa llena de comida y bebida, gravilla en el suelo, y unas guirnaldas de luces dándole el toque estival. El maestro de ceremonias salió solo a explicar la velada, y enseguida se le unieron Ramon, Jaime y Bernie para atacar a capella un ‘Adiós’ que en realidad era un hola de bienvenida, en el primer momento del juego de espejos que iban a culminar una hora y cuarto después con la única verdad irrefutable de nuestra existencia: ‘Todo Es Mentira’. Pero no nos avancemos…

Empezaron a llegar los invitados del ágape. Niño de Elche trajo un melón y ‘Toda La Fuerza’; esa que le sale de pulmones y vísceras para dejarnos embobados sin grandes esfuerzos. Maria Arnal puso ‘El Baile’ y unas fresas rojo intenso, y tiñó de luz la oscuridad que da miedo a los que abren camino sin patria ni rey, ni sombra, ni techo. Albert Pla puso el verde en la mesa, y culminó ‘La Casa Museo’ lanzando una alcachofa al público, porque él se lo puede permitir. Nacho Vegas no eligió ser el camino difícil, aunque la zarzaparrilla se tornó canto de sirena o flautista de Meridiana. Antes de que llegaran los ultimos invitados, Albert Pla le puso magia a la preciosa ‘La Pena Y La Nada’ de Nacho y Bunbury, en el primero de los intercambios y préstamos musicales en que también consistía el juego.

Los últimos en llegar fueron Los Hermanos Cubero, que pusieron el vino que precede al buen canto colectivo sin tapujos ni vergüenzas. Tonadas negras y deseos para todos, y cantos comunales convertidos en obras maestras de la fugacidad y del instante. Mires donde mires, cuánta riqueza y cuánta miseria, cuánto miedo y cuánta histeria. Y cuánta magia brotando de unos labios que piden mentiras al borde del precipicio, bajo la atenta mirada y aprobación del Niño autor de esas letras. El duende ilicitano cogió el testigo y se apropió de la maldita urraca de los Cubero, llevándosela a su terreno, antes de que saliera el sol y el vino forzara el canto de la esperanza de grandes días por venir. Y como a estas alturas de la película sabemos sobradamente que la vida es mentira, optamos por celebrarla cantando, comiendo y bebiendo… y todo lo que pueda derivarse de esta suma de elementos protectores contra el gran circo del miedo social. Sea con desalojos, empleos precarios, una pandemia o un tarado demagogo y violento invadiendo países soberanos en ésta, nuestra miserable Europa. Todo es miedo, siempre miedo.

Setlist:
- Adiós
- Toda La Fuerza (con Niño de Elche)
- El Baile (con Maria Arnal)
- Quien Abre Camino (con Maria Arnal)
- La Casa Museo (con Albert Pla)
- Contra Los Románticos (con Nacho Vegas)
- Flauta Man (con Nacho Vegas)
- La Pena Y La Nada (con Albert Pla)
- Tonada Negra (con Los Hermanos Cubero)
- Todo Para Todos (con Los Hermanos Cubero)
- Miris On Miris (con Maria Arnal)
- Obra Maestra
- Miénteme (con Maria Arnal)
- Maldita Urraca (con Niño de Elche)
- 1, 2, 3, Sol
- Todo es Mentira