Hay veces en que la gran hija de perra que es la vida se muestra especialmente caprichosa. Ayer, después del curro, llegué a casa cansado pero con cosas que hacer. Y mirando en las estanterías de CDs que presiden mi sala de estar, después de cierto tiempo decidí escuchar a mi grupo favorito (con permiso de Backyard Babies) de aquella fantástica hornada de bandas de rock escandinavo de finales de los 90: The Hellacopters. Incluso estuve especulando en mi cabeza con la posibilidad hipotética de que, ya que se vienen al Azkena, quizás podrían hacer algún concierto también en Barcelona. Y me vinieron recuerdos de aquella última vez en que les vi, un 18 de septiembre de 2008 en Razzmatazz 2…
…cuando ya había acabado de sonar ‘High Visibility’ en mi reproductor, y ya estaba yo enfrascado en mis tareas, un colega nos dio la mala noticia a través del grupo de whatsapp de menesteres rockeros: Strings había muerto. No hacía ni media hora que los Hellacopters acababan de sonar en mi casa tras meses de no hacerlo. Y su guitarrista de rubia melena había fallecido por causas que no han transcendido. A los 40 años. Lo acababan de anunciar lo mismos Hellacopters en su página de Facebook. Puta vida…
Jens Robert Dahlqvist entró en The Hellacopters en 1999, una vez el enorme Dregen ya había marchado para centrarse en Backyard Babies. Estuvo en la banda sueca hasta su separación en 2008, grabando 4 discos (‘High Visibility’, ‘By The Grace Of God’, ‘Rock & Roll Is Dead’ y ‘Head Off’), y otros tantos EPs. Paralelamente a su troyectoria con la banda de Nick Royale, creó Thunder Express, con los que editó dos álbums (‘We Play For Pleasure’ y ‘Republic Disgrace’). Posteriormente, el grupo se rebautizó a Dundertåget, y publicó dos discos más, pero en sueco (‘Skaffa Ny Frisyr’ y ‘Dom Feta Åren är Förbi’). En su trayectoria musical, Strings también había colaborado con otras bandas de la órbita de Hellacopters, como The Solution o los también suecos Diamond Dogs. Recientemente había iniciado una carrera paralela bajo el nombre de Strängen. La mejor manera de recordarle y homenajearle es escuchando su música. Larga vida al rock…