Una mala noche la tiene cualquiera. Así es como pretendía empezar esta crónica, referiéndome a la aciaga noche del 11 de noviembre de 2021 en la que la vocalista Sophia Urista orinó en la cara de un fan (que se prestó gustoso, todo quede dicho), en un concierto en Daytona (Florida).
Dicho incidente, que se viralizó en redes, como no podía ser de otra manera, trajo mucha cola y llevó a la banda y a su cantante a disculparse públicamente. Incluso Tool, banda de la que Brass Aganst versiona muchos temas en directo, llegó a bromear sobre el tema colgando un cartel de “No pee zone” en una actuación en la que Brass Against ejercían de teloneros suyos.
Está claro que sin la existencia de las redes sociales, el incidente de la lluvia dorada seguramente no hubiera trascendido, e igual se hubiese quedado en una leyenda urbana de dudosa veracidad. Pero una imagen vale más que mil palabras, y la pobre Sophia igual se lo tenía que haber pensado dos veces antes de aliviar su vejiga encima de la cocorota de un pobre diablo (se habló incluso de posibles sanciones y penas de cárcel, al exponer sus genitales en público, cosa que finalmente no sucedió, afortunadamente).
Dicho esto, tengo que disculparme porque toda esta introducción tan divertida nos la vamos a comer con patatas, puesto que la susodicha Sophia Urista no actuó con Brass Against esta noche, ante la sorpresa y la decepción morbosa de todos los presentes (una asistencia correcta, pese a que se había reducido ligeramente el perímetro de la sala mediante telones). Su lugar fue ocupado por el inquietante Michael Cunio, un cruce imposible entre Freddie Mercury y George Michael alopécicos, pero de poderoso chorro vocal, todo sea dicho.

No quiero dejar de mencionar la gran actuación de los teloneros, los Hip Horns Brass Collective, que caldearon el ambiente a base de su arrolladora mezla de estilos capitaneados por una poderosísima sección de vientos. Su show, demasiado breve, dejó a todos con ganas de más.


Pasaban tres minutos de las nueve cuando Brass Against empezó su bolazo con una intro instrumental de vientos (trombón, tuba, saxofón barítono y trompeta). Todos ellos enfundados en monos negros con el logo y nombre del grupo a sus espaldas. El primer tema de la noche fue el celebrado ‘Cochise’ de Audioslave, atronador gracias a la guitarra de Brad Hammonds, auténtico fundador y alma de este colectivo.
Le siguió ‘Stinkfist’, el primero de los cuatro temas de Tool que llegaron a tocar, y, sorpresa, con un nuevo vocalista, Samuel Hope, que reaparecería en algunas ocasiones para suplir al mencionado Cunio. Fue un invitado especial puesto que este neoyorkino, que pronunció unas palabras en un correctísimo castellano, pues reside en Estepona, no vestía el mono negro de sus compañeros. Hope entonó seguidamente el efectivo ‘Hey Man Nice Shot’ de Filter, pero seguíamos sin rastro de Sophia… ¿Se habría quedado encerrada en el lavabo?

En el cuarto tema, el ‘Lateralus’ de Tool, para el que retornó Cunio, quedó meridianamente claro que Urista no haría acto de presencia esa noche. Entonces llegó el turno de ‘Killing In The Name’, el bombazo de Rage Against The Machine, que literalmente incendió la sala de Poble Nou.
Como tregua después de tal subidón, los cuatro vientos interpretaron una versión instrumental de ’The National Anthem’ de los Radiohead, aunque con el ‘Toxicity’ de System Of A Down volvió la tralla. Y entonces Michael Cunio nos obsequió con un discurso político contra la avaricia de capitalismo, la tiranía de los poderosos… y recordó que Brass Against lucha contra la desigualdad, el racismo, la homofobia y todos los males del mundo. Y concluyó: elegid el amor, amigos.

Volvió entonces el bueno de Hope y sus tejanos raídos a cantar el temazo (más pausado) ‘Rooster’ de Alice In Chains, y acto seguido el saxofonista Andrew GutauskasBari se marcó un solo antológico tocando la introducción del ‘Forty six & 2’ de los sempiternos Tool.

Otro bombazo de Audioslave, ‘Gasoline’, sirvió para que la fiesta no parara, entre una orgía de guitarrazos y vientos desbocados, a la que dio pasó el celebérrimo ‘Maggie’s farm’ de Bob Dylan (versionado brutalmente por RATM, cuya recreación fue la que tocaron). Abracadabrantes los efectos wah wah en la trompeta, así como el solo del trombonista. En cambio fue más pesado y manido el solo de batería (excelente Nathan Bell, por otro lado).
Y con otro tema de Tool, ‘The Pot’, se despidieron. Para los bises, un medley atronador del ‘Seven Nation Army’ de los White Stripes, seguido por un fragmento del ‘Back in Back’ de AC/DC y rematado con el despiporre final del ‘Immigrant Song’ de Led Zeppelin. Misión cumplida: hora y cuarenta de hits rockeros de alto octanaje aderezados por una sección de vientos arrolladora. ¿Alguien se acuerda de Sophia?
Setlist:
- Cochise (cover de Audioslave)
- Stinkfist (cover de Tool)
- Hey Man Nice Shot (cover de Filter)
- Umbra
- Lateralus (cover de Tool)
- Killing In The Name (cover de Rage Against The Machine)
- The National Anthem (cover de Radiohead)
- Toxicity (cover de System Of A Down)
- Rooster (cover de Alice In Chains)
- Forty Six & 2 (cover de Tool)
- Gasoline (cover de Audioslave)
- Maggie’s Farm (cover de Bob Dylan)
- The Pot (cover de Tool)
Bis:
Medley: Seven Nation Army (cover de White Stripes) + Back in Back (cover de AC/DC) + Immigrant Song (cover de Led Zeppelin)