Tanto en 2019 como en 2020 aprovechamos los primeros días del nuevo año para recordar el 25 aniversario de los discos de la espectacular cosecha de 1994, y también de la fantástica colección de álbumes de 1995. Para seguir la tradición, vamos a repasar algunos de los discos destacados de 1996 que cumplen 25 años en este 2021. Quizás en global no fue un año tan redondo como los dos previos, pero aún así pudimos disfrutar con álbumes que, en algunos casos, se han acabado convirtiendo en clásicos de aquella época. Repasemos algunos, siempre bajo un prisma completamente personal, subjetivo y nostálgico…
29 de enero: LOS PLANETAS ‘Pop’
Para mi, como para tanta otra gente, ‘Pop’ fue la puerta de entrada a Los Planetas. Sí, había escuchado antes algún single del imprescindible debut, ‘Super 8’, pero hasta que mis tíos me regalaron este disco para mi santo (ateo de mí…), no les escuché con atención. Y no sé si será por el cariño que le tengo, pero sigo sin entender por qué está tan infravalorado. Se apunta mucho a la producción, pero para mi justo ese era uno de sus principales atractivos: sonido casi amateur para grandes canciones pop (¿pilláis lo del título…?), con alguno de sus grandes himnos incluido (‘Himno Generacional Nº 83’ y ‘David Y Claudia’). Y no nos olvidemos de los 9 minutos iniciales de ‘DB’, de ‘Jose Y Yo’, de la efervescencia de ‘Punk’, de la maravillosa ‘Aeropuerto’, o de la controvertida ‘La Máquina De Escribir’ y unos libidinosos versos que hoy seguramente serían impensables. Ah! Y no olvidemos una de las portadas más psicodélicamente bonitas de la historia del pop estatal.
29 de enero: LE MANS ‘Saudade’
Tras la etapa Aventuras de Kirlian, con su continuación los vascos Le Mans se convirtieron en una de las bandas claves del llamado ‘Donosti Sound’, junto a otras como Family o La Buena Vida. Y después de un debut homónimo y de ‘Entresemana’, la banda de Ibon Errazkin y compañía consolidó todo lo apuntado previamente en este ‘Saudade’, cuyo título refleja perfectamente las atmósferas del disco. El pop más fresco y naïve de ‘Un Rayo De Sol’ y similares queda atrás (con la excepción de ‘¡Oh, Romeo, Romeo!’), dando paso a un trabajo melancólico, otoñal y con temas que tanto beben de la bossanova más nostálgica como de Vainica Doble: ‘Desacierto’, ‘Canción De Puede Ser’, ‘Saudade’, ‘Paramour’, o mi preferida, ‘Dry Martini’, nos han acompañado en muchas tardes taciturnas.
20 de febrero: NICK CAVE & THE BAD SEEDS ‘Murder Ballads’
Uno se pregunta si un disco como éste podría publicarse en 2021, en este mundo donde el apocalipsis y el esperpento conviven con puritanismos y olas de pensamiento de lo políticamente correcto. Y es que seguro que habría quien percibiría un disco sobre crímenes pasionales como una ofensa, un blanqueamiento, o una frivolidad. En 1996, ‘Murder Ballads’ se convirtió en el mayor éxito comercial de Nick Cave y sus Bad Seeds gracias a la preciosa ‘Where The Wild Roses Grow’ junto a Kylie Minogue, inspirada en ‘The Willow Garden‘, canción tradicional editada como cara B del single. Y es que en este disco las canciones propias convivían con algunas tradicionales, como la que inspiró la bellísima ‘Henry Lee’ y el tórrido video junto a su entonces compañera sentimental PJ Harvey. Shannon McGowan o Anita Lane son otras de las personalidades que cohabitan este ecosistema de canciones macabramente preciosas.
8 de abril: OCEAN COLOUR SCENE ‘Moseley Shoals’
Metidos en plena espiral de la época dorada del britpop, las revistas musicales inglesas competían por sacar en portada a la nueva sensación de la temporada. Eso dio pie a que salieran muchas bandas ‘one hit wonder’ que se beneficiaron del hype, y también otras que quizás se vieron perjudicadas por el éxito desmesurado de alguno de los singles que publicaron. Y quizás Ocean Colour Scene fueron de estas segundas. Y es que ‘The Riverboat Song’ sonó en todas las salas, emisoras y festivales de esa nueva escena, pero también tapó un muy buen segundo disco de atmósferas añejas donde convivían rock, soul o rhytm’n’blues, y donde participó, ni más ni menos, que mister Paul Weller. ‘The Day We Caught The Train’, ‘The Circle’, ‘You’ve Got It Bad’, ‘The Downstream’, ‘Get Away’… son igualmente reseñables en un álbum notable que vendió más de un millón de copias.
9 de abril: STEREOLAB ‘Emperor Tomato Ketchup’
Y como por fortuna no todo era britpop en las islas británicas, los Stereolab llegaron para demostrarnos que había otras maneras de hacernos bailar. La banda liderada por Laetitia Sadier y Tim Gane se sacó de la manga un tremendo álbum que sonaba a krautrock, y a lounge, y a jazz, y a hip-hop, y a tropicalia, y a ‘chanson’ francesa, y a garaje, y a tantísimas otras cosas que parece imposible mezclar tantas influencias y que salga algo tan redondo y ensamblado. Con un nombre prestado de una película japonesa, el disco también esconde letras políticas, filosóficas y vitales que se han relacionado con la Internacional Situacionista, el surrealismo o incluso el marxismo. Y para la historia quedarán piezas como ‘Metronomic Underground’, ‘Cybele’s Reverie’, ‘Percolator’, ‘The Noise Of Carpet’, o la propia ‘Emperor Tomato Ketchup’.
1 de mayo: TURBONEGRO ‘Ass Cobra’
Cambiando completamente de tercio, y por aquello de que las escenas musicales parecen surgir siempre como reacción opuesta a la anterior, posiblemente 1996 fuera el año en que llamaron a la puerta las primeras bandas de la gran ola de rock escandinavo que llegaría a finales de los 90. Y uno de los discos que empezaron a dibujar lo que se nos venía encima era este tercer álbum de los noruegos Turbonegro, y que parodiaba al ‘Pet Sounds’ de los Beach Boys en su portada. Un disco sucio, frenético, marginal, de rock influido por bandas del punk clásico estadounidense como los Dictators, Ramones y compañía, pero con un punto de oscuridad y una estética que avanzaba lo que iba a consolidarse dos años después con su obra maestra ‘Apocalypse Dudes’: gorritos de marinero, tejanos denim, mostachos, erotismo homosexual, y uno de los grandes himnos de su carrera: ‘I Got Erection’.
6 de mayo: ASH ‘1977’
Volviendo a las Islas Británicas, hay bandas y discos que te caen en gracia desde el primer momento, y eso me pasó con este segundo disco de los norirlandeses Ash. Los metieron en el saco del britpop, y aunque el disco contenía melodías infalibles como ‘Girl From Mars’, ‘Goldfinger’, ‘Oh Yeah’, ‘Angel Interceptor’ o ‘Lost In You’, lo hacían bajo una tremenda hostia sonora representada a la perfección en temas como ‘Darkside Lightside’ o el súper éxito y clásico de la época ‘Kung Fu’. El nombre del álbum, ‘1977’, no era casualidad, y es que había punk a lo Buzzcocks o Undertones en un disco pop que también se movía por terrenos del grunge (‘I’d Give You Anything’) y del noise (‘Innocent Smile’ siempre me sonó a Sonic Youth). Producido por Owen Morris (Oasis, The Verve, Fratellis…) y grabado en los míticos estudios Rockfield de Gales (muy recomendable el documental que pasaron en el último In-Edit). Y los botes y sudores que nos pegamos cuando presentaron el disco en sala Bikini ya no nos los quita nadie…
20 de mayo: MANIC STREET PREACHERS ‘Everything Must Go’
Era un momento duro para Manic Street Preachers: una de sus piezas clave, el compositor y guitarra Richie Edwards, había desaparecido misteriosamente en extrañas circunstancias (la justicia británica lo consideró oficialmente “presunto muerto” en 2008). Y tras su disco ‘The Holy Bible’, la banda galesa se encontraba desconcertada y llena de dudas. Decidieron tirar adelante, y se dispusieron a grabar un nuevo disco con algunas de las composiciones de Edwards y otras nuevas, y de la mano del productor Mike Hedges (The Cure, Bauhaus, Siouxie & The Banshees…). El trabajo dio pie a composiciones mucho más luminosas, orquestadas (tenían algo del Wall Of Sound de Phil Spector), y sonidos más cercanos a los del britpop dominante aquellos años en Gran Bretaña. Y el caso es que fue un gran éxito comercial y de crítica, que fue elegido mejor disco (y ellos mejor banda) en los Brit Awards del año siguiente. ‘A Design For Life’ fue el single más popular, pero el álbum era una exhuberante colección de canciones enérgicas y buenas melodías, y una pegada mucho más inmediata y luminosa: ‘Enola / Alone’, ‘Everything Must Go’, ‘Further Away’, ‘Australia’…
1 de junio: HELLACOPTERS ‘Supershitty To The Max’
Y aquí tenemos a otro de los grandes ‘culpables’ de la explosión del rock escandinavo de finales de siglo XX. El debut de una de las bandas imprescindibles de esta escena, los suecos Hellacopters, es un torbellino sucio, caótico y descontrolado de punk rock de sonido garajero que ganó el premio Grammi (no confundir con los Grammy…) al mejor disco de hard rock sueco del año. Todavía con Dregen en una de las guitarras (al que luego adoraríamos también con los igualmente recomendables Backyard Babies), la banda de Nick Royale y compañía ponían la primera piedra de una carrera en que fueron depurando su sonido hacia atmósferas más cercanas a una de las grandes influencias del cantante, Kiss. Siendo francos, no estaría entre mi Top-3 de discos de Hellacopters, pero ‘(Gotta Get Some Action) Now!’, ‘Born Broke’, ‘Random Riot’… o covers de New York Dolls o Misfits en la versión en vinilo del álbum calaron algo ahí dentro que iba a prender fuego en los años siguientes…
18 de junio: BECK ‘Odelay’
Estamos seguramente ante uno de los imprescindibles de 1996. Beck lo había petado en todo el mundo con el debut ‘Mellow Gold’, especialmente por el éxito desbordado de ‘Loser’, y afrontó la grabación de la continuación tras algunos dramas personales. Aún así, el álbum es una explosión de creatividad exhuberante y una macedonia de sonidos, ritmos y estilos canalizados por la producción de The Dust Brothers que lo hacen brillar: hay ritmos hip-hop, hay lounge, hay bossanova, hay folk, hay country… y montones de samples que convierten el disco en un conglomerado de retazos sonoros bailables y muy disfrutables: ‘Devil’s Haircut’, ‘New Pollution’, ‘Where It’s At’, ‘Sissyneck’… recibió el Grammy al Mejor Disco de Música Alternativa, y publicaciones como NME o The Village Voice también lo eligieron disco del año. Y sí, una de las portadas más icónicas de la década, con ese perro Komondor saltando una valla. Y como siempre me gusta colar anécdotas personales, añado que mis amigos me regalaron entradas para el concierto de presentación en la todavía llamada sala Zeleste (y fue un bolazo, con Spiritualized de teloneros).
18 de junio: NADA SURF ‘High / Low’
Aquí otro ejemplo de disco que parece quedar a la sombra del exitazo de uno de sus singles. Sí, todos relacionamos enseguida el debut de Nada Surf con el enorme hit que supuso ‘Popular’ (título premonitorio, ciertamente…), pero tras esa canción que bebía directamente del rock alternativo de Weezer o Nirvana, se escondían otras también brillantes: ‘Deeper Well’, ‘The Plan’, ‘Psychic Caramel’ o tres que me tenían robado el corazón, ‘Stalemate’, ‘Tree House’ y ‘Zen Brain’. Matthew Caws, el exbatería de los Fuzztones Ira Elliot y el bajista madrileño Daniel Lorca se acompañaron de un ilustre en la producción, Ric Ocasek de los Cars, que supo sacarle lustre a esa colección de canciones notables para hacer de este disco uno de los debuts del año.
25 de junio: SCREAMING TREES ‘Dust’
No deja de ser curioso que uno de los discos más celebrados de una banda (si no el que más) sea el último. Pero esa es la historia de ‘Dust’, el último álbum de una de las bandas del grunge que quedó en segunda linea, a la sombra del éxito masivo de Nirvana, Pearl Jam, Soundgarden o Alice In Chains. Tras el disco ‘Sweet Oblivion’, la banda de Mark Lanegan hizo unas primeras sesiones para su continuación con Don Fleming, pero no quedaron satisfechos con los resultados y probaron con George Drakoulias. Y el cambio fue acertado, si miramos al éxito que supuso el single ‘All I Know’, la recepción del álbum entre público y crítica (‘Kerrang!’ lo escogió disco del año) o esa gira de presentación de casi dos años en la que contaron con la participación de un tal Josh Homme en una de las guitarras. En el single ‘Dying Days’ colaboraba Mike McCready de Pearl Jam. Y en conjunto, ‘Dust’ resulta una experiencia sonora realmente estimulante, con atmósferas rock, psicodélicas, o inclusos orientales, con esos sitares mezclados con las guitarras en canciones como la inicial ‘Halo Of Ashes’.
27 de agosto: PEARL JAM ‘No Code’
Tras esa fantástica trilogía inicial que les reportó millones de seguidores por todo el planeta (‘Ten’, ‘Vs.’ y ‘Vitalogy’), ‘No Code’ fue seguramente un disco de ruptura para Pearl Jam. A nivel interno llegó a serlo de manera literal, y es que hubo muchas tensiones en esa época que incluso provocaron la marcha momentánea de Jeff Ament. Y estilísticamente, este álbum es también una bisagra en la trayectoria de los de Seattle. El grunge estaba ya de capa caída: Kurt se había suicidado, Soundgarden separados, Alice In Chains no volverían a grabar un disco antes de la muerte de Layne Staley, Screaming Trees sacaban ese mismo año el que iba a ser su último disco… y Pearl Jam dio un giro con un trabajo que despistó (y decepcionó) a muchos, pero que seguía derrochando talento. Y es que más allá de canciones con el sonido más clásico de la banda como ‘Hail! Hail!’ o ‘Lukin’, abrían el espectro a otras sonoridades y/o ritmos, sin perder la personalidad que les da la magnífica voz de Eddie Vedder. ‘Sometimes’, ‘Smile’, ‘Off He Goes’, ‘Red Mosquito’, ‘Present Tense’, ‘Around The Bend’… o incluso el spoken word de ‘I’m Open’: razones de sobra para disfrutar del disco de las polaroids.
2 de septiembre: SUEDE ‘Coming Up’
Corrían tiempos difíciles para Suede. Después de dos obras maestras como el debut homónimo y ‘Dog Man Star’, la mitad compositiva de la banda, Bernard Butler, partía peras con Brett Anderson y dejaba cojo al grupo británico. El extenso casting llevó a la banda a una decisión arriesgada, y un joven fan de la banda de tan sólo 17 años, Richard Oakes, fue el elegido para sustituir a Butler. Además, Neil Codling se incorporó a los teclados, y tras el pomposo disco previo, Suede viró 180 grados y decidió componer un álbum mucho más simple y directo. Y toda la jugada les salió de maravilla: las canciones de Brett y Richard se convirtieron en una colección de memorables hits pop sobre juventud, drogas, glamour y decadencia, dando pie a algunos de los himnos más recordados de la época: ‘Trash’, ‘Beautiful Ones’, ‘Saturday Night’, ‘Lazy’, ‘Filmstar’… un nuevo disco nº1 para Suede, un millón y medio de discos vendidos en sólo los dos primeros años, y la confirmación de la versatilidad de una banda con uno de los mejores directos de su generación. Larga vida a Suede!
9 de septiembre: R.E.M. ‘New Adventures In Hi-Fi’
Aunque llevaban publicando discos desde inicios de los 80, R.E.M. no consiguieron la popularidad masiva hasta la década siguiente, con el éxito de ‘Out Of Time’ (1991), ‘Automatic For The People’ (1992) y ‘Monster’ (1994). Así que llegaron a la grabación de su décimo disco en lo alto de la cima. Éste fue el último álbum de uno de sus miembros originales, el batería Bill Berry, antes de dejar la banda de manera amistosa. Imitando el proceso que hicieron sus compañeros de gira Radiohead para ‘The Bends’, los de Michael Stipe grabaron la mayor parte del disco estando on tour, y eso se refleja en canciones como ‘Leave’, ‘Departure’ o ‘Low Desert’. Patti Smith se unió en el estudio posteriormente para grabar ‘E-Bow The Letter’, y no podemos olvidarnos de otros temas remarcables como ‘The Wake-Up Bomb’, ‘Undertow’, o ‘Electrolite’ (la mejor canción de R.E.M. para Thom Yorke). El disco preferido de su banda para Michael Stipe.
23 de septiembre: PJ HARVEY & JOHN PARISH ‘Dance Hall At Louse Point’
Tras hacerse un nombre entre los grandes del rock alternativo con ‘Dry’ (1992), ‘Rid Of Me’ (1993) y ‘To Bring You My Love’ (1995), PJ Harvey se sentía extenuada por las giras y promociones. Tardaría 3 años hasta facturar el experimental e irregular ‘Is This Desire?’ (1998), pero mató el gusanillo compositivo con este primer disco con su amigo y colaborador de toda la vida John Parish (tocaron juntos en Automatic Dlamini, y Parish se incorporó al séquito musical de Polly Jean a partir de su tercer disco). Un álbum igualmente experimental en varios sentidos: por la enfermiza sonoridad de muchas de las canciones de Parish, y porque ella se limitó a escribir las letras y dejar el peso musical en manos de su amigo. Y aunque muchos lo consideren un disco menor en la carrera de la Harvey, resulta francamente interesante verla moverse por terrenos semi-ajenos, o haciendo una preciosa versión del ‘Is That All There Is?’ de Leiber & Stoller y popularizada por Peggy Lee. Y para precioso, el single ‘That Was My Veil’ posteriormente plagiado por un dúo español al que no pienso ni mencionar.
24 de septiembre: WEEZER ‘Pinkerton’
Weezer nos habían sorprendido (y enamorado) con su disco azul de debut de 1994, y eso generó muchísimas expectativas ante este segundo álbum. Pero la banda no estaba por la labor de repetir fórmula, y se planteó un álbum conceptual reinterpretando libremente una ópera, y que iba a llamarse ‘Songs From The Black Hole’. Y aunque acabaron descartando la idea, aprovecharon algunas de las canciones compuestas, y le pusieron el título definitivo basándose en B.F.Pinkerton, personaje de ‘Madama Butterfly’ (‘Butterfly’ es el nombre también de la bonita última canción del álbum). Además, en el libreto interior había también referencias a Puccini. El disco se grabó en diversas fases, mientras Rivers Cuomo se recuperaba de dolorosas dolencias por una operación en la pierna y estudiaba teoría musical en Harvard, y el resto de la banda se ocupaba de proyectos paralelos (como los Rentals de Matt Sharp, que dejaría Weezer tras este disco). Y aunque ni tuvo la repercusión ni las críticas de su predecesor, sigue habiendo canciones perfectamente disfrutables, como ‘Why Bother?’, ‘Getchoo’, ‘The Good Life’ o esa singular ‘El Scorcho’ (en cuyo video Sharp aparece con una camiseta del Barça).
1 de octubre: TOOL ‘Ænima’
Aunque salió una semana antes, escuché este disco a posteriori, imbuido y alterado por el impacto de ‘Antichrist Superstar’ de Marilyn Manson (que también me llevó a explorar a Nine Inch Nails). Se trataba del segundo disco de la banda de Maynard James Keenan, y el título jugaba con los conceptos ‘Anima’ (alma en latín) y ‘Enema’. Conceptualmente influido por el cómico Bill Hicks, la obra de Timothy Leary, rituales mágicos o el extremismo religioso, el álbum es un denso viaje de metal progresivo y rock industrial con mil matices y detalles (de esos discos de escuchar en la oscuridad y el silencio exterior para no perderte nada de la intensa experiencia sensorial). Tuvo una magnífica recepción de crítica y público, gracias a piezas de contundencia y claustrofobia enlazadas como ‘H.’, ‘Stinkfist’, ‘Forty Six & 2’, ‘Hooker With A Penis’, ‘Ænema’ o esa controvertida ‘Die Eier Von Satan’ en que algunos percibieron una receta en alemán mezclada con vítores multitudinarios como si fueran alegatos de la Alemania nazi.
7 de octubre: EL NIÑO GUSANO ‘El Efecto Lupa’
Surrealismo fascinante. Era lo que uno pensaba las primeras veces que escuchaba a los fantásticos El Niño Gusano, una de las bandas más singulares de la primera hornada del indie estatal. Aragoneses como Buñuel, Sergio Algora, Sergio Vinadé, Mario Quesada y Andrés Perruca (y más tarde Paco Lahiguera) crearon un particular microcosmos sonoro y lírico lleno de extraños personajes oníricos y sonidos lisérgicos que tanto se iban al pop, como a la psicodelia, como a atmósferas circenses… tras su debut del año anterior (‘Circo Luso’, con la inolvidable ‘La Mujer Portuguesa’), grabaron este segundo trabajo en el pequeño sello Grabaciones En El Mar pero con el apoyo de RCA, y con más medios se iluminaron aún más unas canciones que te metían en un mundo de fantasía con el único límite de tu propia imaginación: ‘Pelícano’, ‘Mr. Camping’, ‘Mme. Dos Rombos’, ‘Creo Que Te Voy A Dejar (Bueno, No Sé)’, ‘Vicente Del Bosque’… o, claro, su himno por excelencia, la maravillosa ‘Pon Tu Mente Al Sol’ con la que nos robaron el corazón. Y es que… no, ninguno de nosotros estaba hecho con frío…
8 de octubre: MARILYN MANSON ‘Antichrist Superstar’
Y llegamos a otro de los imprescindibles de 1996. Amigos de la facultad hacía ya un tiempo que flipaban en colores con Marilyn Manson, y recuerdo escuchar fascinado sus relatos del concierto que dieron en sala Bikini en diciembre presentando este disco. Como tantas otras veces, llegué tarde, pero cuando llegué, me obsesioné con un trabajo idóneo para canalizar los sentimientos de profunda rabia, frustración e incomprensión hacia una sociedad que detestaba. Y parte de la culpa la tuvo una chica que me regaló este CD un día por sorpresa porque le dejé copiar en un examen (anécdota literal). Batallitas al margen, lo cierto es que el segundo disco de esta banda de metal industrial cuyos componentes formaban sus nombres artísticos de la suma de un sex symbol + un asesino en serie me arrolló por completo. Un disco conceptual sobre el ser humano, el poder, la religión, los Estados Unidos o el nihilismo, fuertemente influido por las ideas de Nietzsche, y perfectamente apoyado por una imaginería, una estética visual y una atmósfera sonora terroríficas, violentas y profundamente críticas con los valores de la sociedad capitalista (y la mano en la producción de Trent Reznor fue decisiva). Detrás del éxito descomunal de ‘The Beautiful People’ se escondían puñetazos sónicos como ‘Irresponsible Hate Anthem’, ‘Little Horn’, ‘1996’ (una de mis preferidas), ‘Antichrist Superstar’… o tenebrosas piezas como ‘Tourniquet’, ‘Cryptorchid’, ‘Minute Of Decay’ o esa ‘Man That You Fear’ que escuché diaria y obsesivamente durante mucho tiempo. Obra maestra.
15 de octubre: THE JON SPENCER BLUES EXPLOSION ‘Now I Got Worry’
Y siguiendo con la nostalgia personal, éste fue otro de los discos que más marcaron mi año 1996. Desde el grito desgarrado inicial de ‘Skunk’, este quinto disco de The Jon Spencer Blues Explosion te menea de un lado para otro, y rompe tu cintura y tus caderas a base de salvajes ritmos de blues acelerado y mezclado con protopunk y grasiento garaje (‘Identify’). Y a la vez, es un disco profundamente sensual y sexual (y stoniano en algunos momentos), en el que Jon Spencer, Judah Bauer y Russell Simins te hacían sentir una máquina libidinosa de lujuria y fornicio de mugrienta clase (‘Wail’, ‘2Kindsa Love’, ‘Dynamite Lover’, ‘Can’t Stop’… y sí, admito que me compré mis primeros pantalones de cuero por culpa de mr. Spencer). Y al margen de otros pepinazos como ‘Love All Of Me’, ‘Rocketship’ o ‘R.L Got Soul’ (dedicado a la leyenda del blues R.L.Burnside, con el que grabaron discos), hay que destacar también la versión del ‘Fuck Shit Up’ de Dub Narcotic, o la participación estelar de Rufus Thomas en ‘Chicken Dog’. Por si a alguien se le había olvidado, “the blues is number one!”.
29 de octubre: MAZZY STAR ‘Among My Swan’
Sí, es cierto que este tercer disco de Mazzy Star queda, en conjunto, por debajo de sus predecesores. Pero es igual de verdad que pondrías a Hope Sandoval cantando sobre un martillo pilón y lo haría sonar bonito. Y, curiosamente, un single de ‘Among My Swan’ fue la canción de Mazzy Star que obtuvo mejor posición en las listas británicas: ‘Flowers In December’. La fórmula del álbum no difería de la de ‘She Hangs Brightly’ o ‘So Tonight That I Might See’: las elegantes composiciones de David Roback, reposadas, orquestadas, nocturnas… y la voz de terciopelo de Sandoval potenciando el brillo de dichas piezas. Y aunque el conjunto no fue tan redondo y las presiones de la discográfica por vender discos acabó provocando la disolución del dúo, muchas otras bandas hubieran querido componer un álbum con temas como ‘Cry, Cry’, ‘All Your Sisters’, ‘I’ve Been Let Down’, ‘Happy’ o la estremecedora ‘Look On Down From The Bridge’. Si un grupo se merece el calificativo de ‘bello’, ese es Mazzy Star.
18 de noviembre: BELLE & SEBASTIAN ‘If You’re Feeling Sinister’
El año 1996 fue el de la explosión de Belle & Sebastian: publicaron su debut ‘Tigermilk’, ficharon por el sello independiente Jeepster, y en sólo 8 días grabaron este segundo disco, con una de las mejores colecciones de canciones que ha dado su extensa trayectoria (que continúa en nuestros días). Stuart Murdoch era el líder del extenso combo (que en aquellos días incluía también a Isobel Campbell en el cello), y las melancólicas letras de las canciones venían de los sentimientos de soledad y aislamiento provocados por el síndrome de fátiga crónica que sufrió durante años (la chica de portada, Ciara MacLaverty, era una amiga de Murdoch también enferma, y le hizo esa foto después de haber estado llorando). Y esas atmósferas de tristeza y dolor quedaron perfectamente reflejadas en mayúsculas canciones pop de aire naïve que se convirtieron en clásicos de la banda y del twee-pop de los 90: ‘Seeing Other People’, ‘Fox In The Snow’, ‘Get Me Away From Here, I’m Dying’, ‘If You’re Feeling Sinister’, ‘Mayfly’, ‘Judy And The Dream Of Horses’… y, claro, ‘Like Dylan In The Movies’. No puede gustarte el pop y no haberlo disfrutado.
Noviembre: DOCTOR EXPLOSION ‘Aquellos Maravillosos 90’
Con su anterior disco, el fantástico ‘El Loco Mundo De Los Jóvenes’, los asturianos Dr. Explosion se habían hecho un hueco por igual en el incipiente ecosistema del ‘indie’ estatal que estaba naciendo, y en la escena garaje europea. Tras una extensa gira por todo el continente, se fueron nuevamente a Londres para grabar su tercer disco con Liam Watson en los estudios Toe Rag (y con colaboraciones de las Thee Headcoatees o Ed ‘Grasshopper’ Deegan). Y se inventaron un distópico disco de tributo a ellos mismos desde 2050, hecho por presuntas bandas como Green Gay, Smellie Vanilli, New Model Arny, Los Presidentes del Principado, Doctor Exploited o El Pene De Trip. El invento dio como resultado un cañonazo de sucio garaje, rock’n’roll desbocado, alegre power-pop o beat, y canciones como ‘Drag Queen’, ‘Nº Fourteen’, ‘Mongol’, o versiones como el ‘Dracula Ye-Ye’ de Andrés Pajares, ‘El Calcetín’ de Los Huracanes, ‘Complicated’ de los Stones, ‘Let’s Go In 69’ de The Customs Five, o el ‘Gipsy Woman’ de Rick Nelson. Y por supuesto, la que gritamos con más ansia, empatía y rabia era ‘Mata A La Tuna’…
Diciembre: LAGARTIJA NICK & ENRIQUE MORENTE ‘Omega’
Hay discos sobre los que da especial respeto escribir, y ‘Omega’ es uno de ellos. Primero, por mi desconocimiento del flamenco. Segundo, por esa categorización como ‘disco de culto’ que aún no he escuchado tanto como debería. Y tercero, por esa polémica que provocó en el mundo del flamenco más ortodoxo, tachándolo de provocación y ruido. La historia del disco ha dado para libros y documentales, y es que fueron varios proyectos que acabaron mezclándose por aquellas cosas que tienen que pasar sí o sí: Morente quería hacer un disco de versiones de Leonard Cohen; sus paisanos granadinos y compañeros de correrías nocturnas Lagartija Nick querían hacer un disco punk con textos de Lorca; y el granadino era uno de los autores preferidos de Cohen. Y los unos por los otros, acabaron por unir sus ideas de bombero para crear un álbum que es pura intensidad, emoción y víscera, de esos que rompen barreras estilísticas y demuestran que en el arte sobran etiquetas y faltan valientes. El aderezo final fueron las colaboraciones de Vicente Amigo, Estrella Morente, Tomatito… y los samples de clásicos del género como Manolo Caracol o La Niña De Los Peines.
Y además de todos estos discos, también habríamos podido incluir otros como: Tortoise (‘Millions Now Living Will Never Die’), Ministry (‘Filth Pig’), NOFX (‘Heavy Petting Zoo’), Fun Lovin’ Criminals (‘Come Find Yourself’), Sepultura (‘Roots’), Bad Religion (‘The Gray Race’), Cocteau Twins (‘Milk & Kisses’), Girls Against Boys (‘House Of GVSB’), The Afghan Whighs (‘Black Love’), Sleater-Kinney (‘Call The Doctor’), Neutral Milk Hotel (‘On Avery Island’), Shed Seven (‘A Maximum High’), Cracker (‘The Golden Age’), Bikini Kill (‘Reject All American’), Unwound (‘Repetition’), Rage Against The Machine (‘Evil Empire’), Sleeper (‘The It Girl’), Super Furry Animals (‘Fuzzy Logic’), Soundgarden (‘Down On The Upside’), Magnapop (‘Rubbing Doesn’t Help’), Patti Smith (‘Summer Cannibals’), Neil Young & Crazy Horse (‘Broken Arrow’), Jawbox (‘Jawbox’), D Generation (‘No Lunch’), Red House Painters (‘Songs For A Blue Guitar’), The Black Crowes (‘Three Snakes And One Charm’), Fiona Apple (‘Tidal’), Eels (‘Beautiful Freak’), Republica (‘Republica’), White Zombie (‘Supersexy Swingin’ Sounds’), Sebadoh (‘Harmacy’), dEUS (‘In A Bar, Under The Sea’), Kula Shaker (‘K’), Social Distortion (‘White Light, White Heat, White Trash’), Korn (‘Life Is Peachy’), Swans (‘Soundtracks For The Blind’), Wilco (‘Being There’), Johnny Cash (‘American II: Unchained’), Tricky (‘Pre Millenium Tension’), Fluffy (‘Black Eye’), Spoon (‘Telephono’)…
…o en la escena estatal, El Inquilino Comunista (‘Discasto!’), Sexy Sadie (‘Onion Soup’), Amphetamine Discharge (‘Parking’), Australian Blonde (‘Australian Blonde’), El Regalo De Silvia (‘Flash’), Mercromina (‘Líquidos’), Nosoträsh (‘Nosoträsh’), Nuevo Catecismo Católico (‘Aún No Habéis Visto Nada’), Parkinson DC (‘Albanige’), Penélope Trip (‘¿Quién Puede Matar A Un Niño?’), Sex Museum (‘Sum’), Sr. Chinarro (‘Compito’), The Killer Barbies (‘Only For Freaks’), Undershakers (‘Night Show’), Vancouvers (‘Up To You’)…